14 diciembre, 2018
La aerolínea Virgin lanza sus vuelos de mayor altura. A través de su filial Virgin Galactic, la compañía británica completó un nuevo hito en la historia de la aviación comercial. Este jueves despegó del desierto de Mojave (Estados Unidos) su primer vuelo espacial. El VSS Unity, como se denomina el prototipo que opera la empresa, logró propulsarse por encima de los 80 kilómetros de altura que marcan la frontera con el espacio.
La aeronave, con dos tripulantes a bordo y con cargas adicionales para simular el peso de los pasajeros, se mantuvo durante un minuto a unos 82,7 kilómetros de altura para después emprender su descenso y aterrizaje en la base.
Este nuevo paso acerca a Virgin Galactic al objetivo que motivó su creación hace 14 años: llevar a turistas al espacio. La compañía lleva diez años realizando pruebas para desarrollar un método para transportar a estos pasajeros hasta el espacio. Y ahora parece que ha dado con la tecla. Lo hace con unos viajes que se componen de dos fases. Una primera en la que el avión WhiteKnightTwo acciona sus motores para elevarse hasta los 13,7 kilómetros para que, posteriormente, el VSS Unity se desacople y emprenda su marcha hasta el espacio.
La compañía debe demostrar ahora que es capaz de realizar estos vuelos con regularidad de una forma segura y que es capaz de mantener la aeronave durante más tiempo en el espacio para lograr la certificación. Mientras no complete este paso no contará con la autorización para transportar turistas espaciales, aunque no le faltan interesados. Según la compañía, ya tiene reservados decenas de vuelos a unos precios de 250.000 euros (unos 220.000 euros al cambio actual), que se realizarán una vez que reciba la luz verde de las autoridades.
Una vez operativa, la ruta de Virgin Galactic abrirá camino en un terreno hasta ahora inexplorado. Supondrá un paso más respecto a las experiencias turísticas que se ofrecen en la actualidad. Una de ellas es el astroturismo. Se trata de una práctica en la que los visitantes se desplazan hasta lugares con baja contaminación lumínica y que normalmente se sitúan en puntos elevados para contemplar el firmamento. España aprovecha esta tendencia a través de los 17 destinos Starlight, que distinguen a aquellos lugares que cuentan con todo lo necesario para disfrutar del astroturismo.