"Después de toda la mañana produciendo, aprietas tu delantal y empieza la función". Así describe Adrián Felípez, chef de Hünico, lo que siente cuando los clientes entran por la puerta del restaurante. Él mismo confiesa que la cocina es estresante, pero reconoce que hay algo en el ambiente que se respira en ella, en esa tensión, que "engancha a los chefs".