19 junio, 2020
Los turistas que lleguen a España deberán someterse a tres controles, aunque ninguno de ellos implicará la toma de muestras que suele realizarse mediante la introducción de un bastoncillo por la nariz, en las pruebas PCR, o mediante un pinchazo para recoger sangre en el test de seroprevalencia. Lo único que tendrán que hacer quienes traspasen la frontera es cubrir un documento en el que informen de su localización y de si han pasado la enfermedad del Covid-19 y someterse a un control de temperatura y a otro visual.
Fue el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien informó de la medida y quien explicó los motivos por los que el Gobierno ha descartado someter a pruebas PCR a todo el que llegue a España. Sólo se recogerán muestras de los turistas que presenten síntomas y de aquellos que, por su lugar de procedencia o por otros motivos, se consideren de riesgo; si bien el ministro se mostró convencido de que las personas que ya muestren indicios de la enfermedad no viajarán.
«Damos por sentado que las personas que presenten síntomas no van a viajar», declaró Illa durante la comparecencia en la que explicó la medida para reducir el riesgo de que lleguen al país casos importados.
Los visitantes que no superen alguna de las tres pruebas serán desviados a los servicios asistenciales de la comunidad autónoma en la que se encuentren. Para garantizar que todos los visitantes se sometan a los controles, el Gobierno ha reforzado los servicios de Sanidad Exterior con «un primer contingente de 100 personas» que se sumarán a las 600 (de las cuales 150 son médicos y enfermeros) que ya se dedican a esas funciones.
«Habrá un número suficiente de personal para someter a todos los viajeros a los tres controles primarios», garantizó el titular de Sanidad.