29 junio, 2020
El proceso gradual de apertura de los albergues públicos para peregrinos ubicados en Galicia se prolongará hasta el 1 de septiembre, según informó la Xunta, que precisa que, si bien la lista de establecimientos operativos se incrementará de forma gradual, todos están ya preparados para, en caso de ser necesario, prestar servicio a quienes recorren el Camino de Santiago.
«Este 1 de julio, la totalidad de los establecimientos públicos estarán listos para, en caso de que se detecte una necesidad por parte de la Xunta, de los ayuntamientos por los que discurre el Camino o del propio sector, retomar su actividad de forma inmediata. En cualquier caso, la previsión es que el 1 de septiembre todos los albergues estén ya operativos», explica el Gobierno gallego.
Para estar disponibles, los alojamientos han tenido que someterse a una serie de medidas para hacer frente al coronavirus. Una de esas medidas es la limitación de la capacidad, que se reducirá al 50%, en los albergues públicos, y al 75%, en los privados. Las plazas que no utilizarán los peregrinos ya están inutilizadas.
El conselleiro de Cultura y Turismo, Román Rodríguez, destacó el esfuerzo realizado en los albergues durante una visita al alojamiento ubicado en la antigua casa rectoral de Poulo, en el municipio coruñés de Ordes y en la ruta del Camino Inglés. Allí, el titular de Turismo del Gobierno gallego pudo comprobar in situ cómo el establecimiento se ha abastecido de geles desinfectantes, papeleras de pedal, guantes, bolsas higiénicas y muchos otros utensilios y productos para hacer frente al coronavirus.
«Nuestro objetivo es que los peregrinos que vuelvan a la Ruta Jacobea puedan hacerlo con las mayores garantías de seguridad posibles», expuso el conselleiro, que recordó que el próximo miércoles (1 de julio) abrirán sus puertas al público la Catedral de Santiago y el Centro de Acogida al Peregrino.
La Xunta ha anunciado que los albergues de su titularidad dispondrán de un sistema de reserva online, que convivirá con la presencial. Los peregrinos podrán reservar cama desde el día anterior a su llegada al albergue y hasta las 13.00 horas del día de la pernocta. A partir de ese límite, si el alojamiento dispone de plazas libres, éstas estarán a disposición de quienes lleguen a él. La idea es, en palabras de la propia Xunta, implantar la reserva previa sin renunciar al «espíritu de acogida más tradicional».
Tras su visita al albergue de Poulo, Román Rodríguez recordó los cursos online para la formación higiénico-sanitaria del personal de los albergues, que se desarrollaron durante el estado de alarma y que contaron con la participación de más de 300 profesionales.
Los albergues privados, además, disponen de una línea de ayudas para el sector turístico, dotada con 5,9 millones de euros y puesta en marcha con el objetivo de financiar la adquisición de material de protección y la adaptación de los negocios a las nuevas necesidades surgidas a causa de la pandemia.