23 septiembre, 2020
¿Qué personajes regentaban los hoteles de Santiago de Compostela a finales del XIX y en las tres primeras décadas del XX?, ¿qué menús servían a los viajeros?, ¿cuáles eran sus precios? Las respuestas a estas y a otras muchas preguntas se encuentran en la obra Fondas y hoteles de la Compostela burguesa (1878-1930), en la que el historiador Juan David Díaz López analiza el crecimiento turístico de la capital de Galicia a través de la historia de sus alojamientos.
Santiago, tal y como recoge el libro coeditado por el Consorcio de Santiago y Teófilo Edicións, tiene una larga historia como ciudad turística, pues el fenómeno de las peregrinaciones favoreció la llegada de forasteros a la ciudad durante siglos. «Desde el inicio de su existencia, en Santiago debió ser frecuente la figura de aquellos particulares que, viendo el negocio de la hospitalidad, decidieron acoger en sus viviendas a los distintos viajeros a cambio de un dinero. Fue el origen de la actividad hotelera que, a partir de entonces, no iba a decaer», explica el autor de la obra.
La hotelería moderna nace en Santiago con el despertar burgués de la ciudad, justo en las décadas a las que hace referencia el libro escrito por Díaz López. La elección del año 1878 como primero del recorrido por la historia hotelera compostelana no es casual, pues fue precisamente en esa fecha cuando apareció en la urbe el primer establecimiento equiparable a un hotel propiamente dicho: la Fonda Suiza de la calle de la Conga. El último año analizado, 1930, es especial por ser el de la inauguración del Hotel Compostela, todo un hito en la hotelería gallega según explica el propio autor.
«No llegaba con las viejas ventas, paradores, hosterías y posadas, por lo general ubicadas en edificios muy humildes que apenas ofrecían calidad. La ciudad necesitaba otras instalaciones más adecuadas», explica el historiador, en referencia al modo en el que el sector del alojamiento se adecuó a las nuevas circunstancias que trajeron consigo la llegada del ferrocarril y el consiguiente incremento y diversificación del turismo.
En un libro sobre hoteles con solera no podrían faltar las anécdotas y los alojamientos compostelanos tienen muchas y muy variadas. El lunch que el Ayuntamiento de Santiago ofreció a los duques de Edimburgo, hijos de la reina Victoria de Inglaterra, en la Fonda Suiza, donde pernoctó el Gran Duque Constantino de Rusia; las estancias de Unamuno y Hemingway en el Hotel Suizo; y las visitas al Hotel Compostela de personajes como Federico García Lorca, Valle-Inclán, Eva Perón y Eduardo de Inglaterra son sólo algunas de ellas.
Los textos que condensan las grandes y pequeñas historias de los hoteles de Compostela se acompañan con fichas, fotografías y planos; que ofrecen al lector un completo panorama acerca del negocio del alojamiento de la época.