29 abril, 2020
«Nos causa más desasosiego tener este plan de desescalada que no tenerlo. Hay una nebulosa muy grande y mucho cabreo, porque no sabemos a qué atenernos». Esta es la opinión de Manuel Vegas, presidente de los directores de hotel: «Nos causa más desasosiego tener este plan de desescalada que no tenerlo», sobre la propuesta del Gobierno para la progresiva reapertura de los alojamientos.
La limitación de los viajes a desplazamientos dentro de la misma provincia durante las fases iniciales del proceso de desescalada es una de las cuestiones que más preocupan al sector hotelero. Los directores de los establecimientos se preguntan qué sentido tiene abrir, con todos los gastos que ello conlleva, si la ocupación únicamente podrá nutrirse de un reducido grupo de personas que, además, no suelen necesitar hospedarse tan cerca de su vivienda.
«¿Vamos a abrir un hotel para que sólo pueda atender a clientes de la provincia? Eso no tiene sentido. Las ocupaciones van a ser ínfimas. Como no vengan parejitas… Los comerciales y los ejecutivos que se desplacen dentro de la provincia harán el viaje en el día», expone Manuel Vegas, presidente de los directores de hotel, que opina que «no merece la pena abrir para tener ocupadas una o dos habitaciones».
Tampoco gusta al presidente de AEDH la prohibición de ofertar servicios en las zonas comunes. «Solamente nos van a dejar usar las habitaciones, así que los clientes que lleguen sólo podrán entrar y salir de ellas. Estarán confinados sin poder utilizar al hall, el bar…», lamenta Vegas, que ya reclama una rectificación del plan, algo a lo que, según apunta, «ya nos tiene acostumbrados el Gobierno».
La preocupación del sector hotelero ante el plan para la desescalada llega al punto de que algunos dueños de alojamientos renunciarán a abrirlos mientras existan restricciones tan estrictas. «Si las restricciones van por esa vía, habrá hoteles que se pensarán si abrir. Si la ocupación es baja, pero se exigen los servicios, los ingresos serán insuficientes. Mucha gente hará números y decidirá que no le compensa abrir», advierte el máximo representante de AEDH.
Al igual que los hosteleros, los directores de hotel alertan de la imposibilidad de mantener los puestos de trabajo anteriores a la crisis cuando finalice el estado de alarma, una exigencia establecida por el Gobierno desde la declaración del primer estado de alarma. «Mantener la plantilla será algo imposible. Eso sería ya para tirar la llave», concluye Vegas.