25 marzo, 2020
La cadena NH ha iniciado el procedimiento para la solicitud de un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que afectará al personal de sus hoteles y servicios centrales. A través de un comunicado, la compañía subraya que la situación es temporal y manifiesta su confianza en una «pronta vuelta a la normalidad».
La medida se toma como último recurso ante el cierre del 90% de sus hoteles en España y en Italia y el 50% a nivel mundial y después de haber tomado otras como la eliminación de todos los viajes del equipo NH y la reducción, voluntaria, del 50% del salario a los miembros del Consejo de Administración y del Comité de Dirección de NH Hotel Group durante cuatro meses, con efectos retroactivos desde el 1 de marzo.
Por otra parte, NH Group destaca que ha puesto algunos de sus hoteles a disposición de las administraciones, para que puedan ser medicalizados en caso de que sea necesario. El primero que se pondrá en marcha es el NH Parla, un establecimiento que cuenta con 88 habitaciones y que dará servicio al Hospital Universitario Infanta Cristina. Una de las plantas se destinará a la recuperación de los pacientes afectados por coronavirus cuya sintomatología requiera de un seguimiento médico, pero no ingreso; mientras que otra se destinará a dar servicio a los profesionales sanitarios.
Con el mismo objetivo, aliviar la presión asistencial provocada por el incremento del número de afectados en los hospitales, la cadena ha ofrecido establecimientos ubicados en distintas localidades de país, «alguno de los cuales se espera confirmar en breve».
Por otra parte, NH reitera que cerca de una decena de establecimientos ubicados en las principales ciudades del país podrían actuar como hoteles de guardia, con el fin de atender a aquellos ciudadanos que tengan que cubrir los servicios básicos (personal sanitario otros colectivos oblugados a viajar en las circunstancias actuales). Además, todos los alimentos de los establecimientos que se han visto obligados a cerrar por las restricciones gubernamentales han sido donados «a las personas que menos recursos tienen». En Madrid, la iniciativa se ha puesto en marcha en colaboración con el Banco de Alimentos, que ha destinado la donación a la Fundación REMAR.