5 septiembre, 2022
A pesar del tono general de incertidumbre que rodea al entorno económico global, desde Paradores se muestran optimistas para el final del verano. Los buenos datos de la temporada estival atestiguan un modelo de turismo que se muestra resiliente ante los cambios constantes del mercado turístico y que permite estimar un ritmo de crecimiento similar para septiembre y octubre.
La cadena hotelera pública Paradores ya había logrado recuperar los niveles prepandemia en el verano de 2021, pero en el verano de 2022 la tendencia de ocupación no ha parado de crecer, especialmente durante los meses de junio y agosto, cuando las habitaciones ocupadas superaron los niveles de 2019 en un 7%.
Esa senda de recuperación se espera que se prolongue con el inicio del otoño, al estimar que durante los meses de septiembre y octubre los niveles de ocupación sigan superando a los de 2019 en el mismo porcentaje.
Paradores atribuye este comportamiento de crecimiento de la ocupación al dinamismo de la demanda doméstica, no sólo de ocio sino también del segmento de turismo de negocios, junto con el regreso de los viajeros internacionales, y muy en especial del estadounidense que se ha visto favorecido por la fortaleza del dólar.
A la recuperación de la demanda nacional de turismo de ocio se espera una reactivación del turismo de negocios durante el otoño
El auge del turismo local y de cercanía (impulsado irremediablemente por la reciente pandemia de la Covid-19), ha llegado para quedarse. Desde el verano pasado, Paradores ha registrado una recuperación continua de visitantes, sobre todo nacionales, resultado de la seguridad y cercanía que ofrecen sus establecimientos. Además, desde la cadena destacan la creación de una oferta más atractiva con nuevos productos y experiencias turísticas.
El presidente de Paradores, Pedro Saura, se muestra optimista ante una prometedora temporada otoñal: «Que la vitalidad de la actividad en Paradores, y del sector del turismo en general, se prolongue en el tiempo tendrá efectos positivos sobre el resto de la economía y será crucial para desacoplar a la economía española de la tendencia de desaceleración global«.
A la recuperación de la demanda nacional de turismo de ocio se espera una reactivación del turismo de negocios durante el otoño (que continua consolidándose como un gran nicho del sector), así como una mayor afluencia de turistas internacionales de largo radio, en parte alentada por la reciente depreciación del euro.