16 enero, 2022
El Camino del Norte es quizás la ruta más histórica, la primera que toman los peregrinos de todo el cristianismo europeo de la época para alcanzar Santiago de Compostela. Según indica la Xunta de Galicia, la ruta de la costa cantábrica se remonta a los momentos inmediatamente posteriores al descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago el Mayor, en el siglo IX. El Camino del Norte fue reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 2015, junto con el Camino Primitivo. Se trata de una ruta que atraviesa distintas reservas de la Biosfera, como el entorno del río Eo o las conocidas como Terras do Miño, entre otros lugares.
Más de 9.600 peregrinos escogieron esta ruta jacobea para llegar hasta Santiago en 2021 y sellaron la Compostela a su llegada a la capital de Galicia. Esta ruta jacobea se situó en sexta posición en el ranking, tras el Camino Francés (elegido por el 55% de los peregrinos), el Portugués y su variante por la Costa, el Camino Inglés y el Camino Primitivo. En total, Galicia cerró 2021 con más de 178.000 Compostelas selladas en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino. La Xunta recuerda que la cifra final podría incrementarse hasta un 30%.
En España, el denominado Camino de la Costa recorre el litoral guipuzcoano para adentrarse en los límites occidentales de Vizcaya. Se trata de una de las más primitivas rutas de peregrinación a Compostela, anterior incluso a otras más conocidas. Según indican desde el Gobierno vasco, en esta ruta conviven la Euskadi marinera y la agrícola, así como la urbana y la rural.
El Camino arranca en el puente de Santiago de Irún, que salva la frontera natural del río Bidasoa. El Gobierno vasco indica que esta primera etapa es «una perfecta síntesis de las constantes que se hallarán a lo largo de todo el trayecto: cordilleras montañosas junto al mar como en el caso de Jaizkibel o Ulía; desembocaduras que hay que sortear como la de la ría de Pasaia; senderos con excelentes vistas sobre el litoral, pueblos marineros como Hondarribia y un colofón ideal, San Sebastián».
La segunda etapa comienza en San Sebastián y termina en Zarautz, pasando por Igeldo y la encantadora localidad de Orio. De Zarautz parte la tercera etapa, que lleva a los peregrinos hasta Deba, pasando por la Euskadi más rural a la altura de Itziar, con un santuario donde se rinde culto desde la alta Edad Media a su virgen negra, una de las más antiguas y veneradas. La tercera etapa discurre entre Deba y Markina-Xemein. Este tramo es sinónimo de contacto directo con la naturaleza y nos lleva hasta la Vizcaya más rural. De allí los caminantes se dirigen a la histórica villa de Gernika, pasando antes por los bosques de Gorontzugaral.
Por último, una vez abandonamos Gernika-Lumo comienzan a sucederse pintorescos pueblos por donde antiguamente transcurría la Ruta Juradera, que realizaban los Señores de Vizcaya. Dejamos atrás el bello paisaje de Urdaibai para adentrarnos en el valle de Txorierri, que cruzaremos para posteriormente alcanzar la que fuera capital industrial de País Vasco, Bilbao.
A su paso por Cantabria, el Camino de Santiago realiza un recorrido a través de las históricas cuatro villas de la costa (Castro Urdiales, Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera), así como otras localidades de relevancia histórica y monumental con un marcado sabor marinero, tales como Santoña, Santillana del Mar o Comillas, que ofrecerán al viajero el descanso merecido tras un largo día de peregrinación.
En Cantabria, la ruta jacobea comienza en el alto de El Haya, límite con Vizcaya y linde de nuestro término municipal de Castro Urdiales, y finaliza en el municipio de Unquera, en el límite con la provincia de Asturias. En total se recorren unos 202 km siguiendo la ruta oficial aunque existen numerosas variantes que pueden alargar o acortar las distancias.
Puentes medievales, playas, ciudades y antiguos hospitales son algunos de los lugares que atraviesa el peregrino en el Camino de la Costa, que recorre más de 284 kilómetros a su paso por Asturias. El recorrido apenas se despega del mar y permite descubrir monumentos como la iglesia de Santa María del Conceyu (Llanes), la iglesia de San Salvador y el monasterio de Santa María la Real de Valdediós o los templos de San Salvador de Priesca y San Juan de Amandi, todos en Villaviciosa; conocer de primera mano el Parque Arqueológico Natural de la Campa Torres y la necrópolis tumular del Monte Areo entre Gijón y Carreño, el caso histórico de Avilés, el castillo de Gauzón, en Castrillón; la iglesia de Santa María de Soto de Luiña y la Quinta Selgas, en Cudillero.
Castropol es la última localidad de Asturias por la que pasa el Camino, que después entra en Galicia cruzando el mar Cantábrico a través de Ribadeo.
En Ribadeo comienza la etapa gallega del Camino de Santiago. Desde esta localidad lucense distan 189 kilómetros hasta la Catedral de Santiago, un itinerario que está señalizado por medio de una placa de cerámica con la representación de la vieira. La primera etapa es de casi 30 kilómetros hasta Vilanova de Lourenzá. Desde allí se camina hasta San Pedro da Torre y se llega hasta la ciudad de Mondoñedo, capital de una de las antiguas siete provincias del Reino de Galicia, que por su historia y monumentalidad merece una visita sosegada.
La ruta continúa hasta Santiago de Goiriz con numerosas muestras de arquitectura popular como el cementerio neogótico de la villa y sigue por un territorio prácticamente llano hasta entrar en Vilalba, corazón de A Terra Chá, célebre por su gastronomía (capones y queso de San Simón) y encrucijada de caminos defendida por la fortaleza de los Andrade. De su conjunto defensivo del siglo XV subsiste la poderosa torre transformada en Parador Nacional de Turismo. La ruta continúa hasta adentrarse en el municipio de Friol y alcanza Marco das Pías, límite de la provincia de Lugo.
El siguiente punto clave en el Camino del Norte a su paso por Galicia es Sobrado dos Monxes, donde se encuentra uno de los monasterios más emblemáticos de Galicia. La etapa termina en las proximidades de Arzúa, donde el Camino del Norte se une con el Camino Francés. En esta villa, célebre por sus quesos con denominación de origen Arzúa-Ulloa, la ruta se hace urbana y se puede visitar la iglesia de Santiago y la capela da Magdalena, que perteneció a un antiguo hospital de peregrinos.
Se abandona el núcleo de Arzúa entre prados y bosques de robles y eucaliptos que rodean pequeñas localidades hasta llegar a A Rúa, una pintoresca aldea de ambiente medieval con casas de piedra, hórreos y huertos domésticos. Esta última etapa transcurre por Arca, capital del municipio de O Pino. Desde allí, el Camino lleva a los peregrinos a través de una frondosa senda forestal y pasa por las inmediaciones del aeropuerto compostelano. Una vez en el Monte do Gozo se puede contemplar por primera vez una extraordinaria panorámica de Santiago de Compostela. Es el momento de iniciar un recorrido urbano que lleva al peregrino por las rúas y que conduce directamente a la Praza do Obradoiro, donde se encuentra la catedral de Santiago.