19 agosto, 2020
El Ayuntamiento de Cullera (Valencia) ha decidido cerrar sus playas a partir de las diez y media de la noche. El objetivo de la medida es evitar posibles actividades de ocio nocturno en las que no se respetan las medidas básicas de seguridad de prevención de la Covid-19, como el uso de la mascarilla, la distancia social y evitar reuniones de grandes grupos de personas.
«Queremos poner fin a los encuentros sociales susceptibles de provocar contagios y que suponen un riesgo para la salud pública, como por ejemplo el botellón», asegura el concejal de playas, Salva Tortajada.
La medida afectará a los más de 15 chiringuitos que se encuentran en las playas de esta localidad valenciana y se suma a las que ya se han adoptado en el conjunto del país. Entre ellas se encuentra la suspensión de la actividad en discotecas, salones de baile, karaokes, bares de copas y la prohibición de fumar en espacios públicos en los que no se pueda garantizar una distancia mínima interpersonal de dos metros. Además, como ocurre en el resto del país, la distancia de seguridad mínima en los bares y restaurantes será de 1,5 metros entre clientes o grupos de clientes, tanto en el interior como en el exterior del establecimiento, y el máximo de personas por mesa será de diez.
A mediados del mes de abril el Ayuntamiento de Cullera anunció una medida novedosa para apoyar a los hoteles: la concesión de ayudas económicas directas a los establecimientos para paliar los efectos de la crisis del coronavirus. Así, el consistorio de esta localidad valenciana decidió entregar a los alojamientos 100 euros por cada plaza con la que contasen, una medida que forma parte de su Plan de Recuperación de la Economía Local.