7 abril, 2022
La feria Alimentaria cerrará hoy sus puertas tras cuatro intensas jornadas en las que la sostenibilidad, el medio ambiente y la innovación han centrado la mayoría de los debates, ponencias y exposiciones de producto. El evento, que se desarrolló en el recinto de Fira de Barcelona, puso de relieve que tendencias como el auge del reparto a domicilio que vino con la pandemia, la preocupación por el cuidado del medio ambiente y la búsqueda de una alimentación saludable han llegado para quedarse y seguirán creciendo en los próximos años.
Como en anteriores ediciones, los alimentos disruptivos e innovadores, ya sea por aparentar algo que realmente no son o por presentar un formato poco o nada convencional, fueron las estrellas de la feria y es que pocos pudieron resistir la tentación de probar la cerveza con sabor a aceite de oliva, el chorizo de calabaza, la pizza con base de coliflor o la tortilla de patatas enlatada. Más allá de lo llamativos que resultan, estos alimentos de nueva generación facilitan mucho las cosas a quienes, por principios o por prescripción médica, tienen proscritos determinados alimentos.
Algunas de esas revolucionarias propuestas tuvieron su recompensa y recibieron uno o varios Premios Innoval, creados, precisamente, para reconocer el esfuerzo innovador delas empresas del sector. El Agua Kéfir Be Plus de la empresa Vicky Foods, 100% natural y con bacterias que viven en el cuerpo humano y que ayudan a restaurar el equilibrio intestinal, fue la gran triunfadora, al obtener el galardón en tres categorías: Mejor agua, refresco o cerveza; Tendencia Sostenibilidad y Canal retail.
También destacó en estos premios el Cochinillo de Segovia 2.0, envasado de forma que puede disfrutarse en cualquier momento y con la capacidad de conservarse sin refrigeración hasta 60 días. Este producto, de la empresa Tabladillo, triunfó en las categorías de Mejor cárnico, derivado o plant based y Mejor producto en la tendencia placer.
La innovación y el estudio de cómo será (o de cómo debería ser) la alimentación del futuro fueron dos de los grandes ejes de la feria Alimentaria y buena parte del espacio de la feria estuvo dedicado a mostrar las últimas tendencias, no sólo del propio mercado, sino también de los hábitos de los consumidores a la hora de relacionarse con los alimentos. ¿Qué se come?, ¿cómo se eligen los productos que se adquieren en el supermercado? o ¿cómo se publicitan comidas y bebidas? son algunas de las preguntas para las que los visitantes que transitaron por los pasillos de Fira de Barcelona pudieron encontrar respuesta.
Sobre la mesa de debate estuvieron cuestiones tan preocupantes como la que se desprende del informe Triptolemos acerca de la alimentación de los jóvenes y es que este documento recoge la tendencia de estos a compartir en redes sociales información acerca de productos o hábitos poco saludables, así como a otorgar más credibilidad a lo que transmiten los llamados influencers que a los estudios científicos.
La protección del medio ambiente y el bienestar animal son otros de los retos que estuvieron presentes en Alimentaria. Cabe mencionar productos como Foiegood, un escalope de hígado de patos criados libres y no cebados.