21 enero, 2022
La feria de turismo Fitur contó este año con la presencia de una de las mejores zurdas que ha dado el fútbol nacional. El gallego Francisco González Pérez, conocido por todos los aficionados como Fran, es un símbolo para el Deportivo de La Coruña, equipo que capitaneó en la consecución de un título de Liga, de dos Copas del Rey y de tres Supercopas de España y con el que viajó por toda Europa haciendo que hincaran la rodilla los combinados más temibles del continente. Fran acudió a la cita de Ifema para participar en la presentación de un convenio para la promoción de A Coruña sellado entre el Ayuntamiento de la ciudad y el Deportivo que tiene, como uno de sus elementos centrales, el autobús del equipo.
-¿A qué se debe su presencia en esta edición de Fitur?
-Me ha tocado venir por aquí de visita porque el Ayuntamiento de A Coruña ha llegado a un acuerdo con el Deportivo para promocionar la ciudad. Estuve en la presentación del autobús del Dépor, que es una auténtica maravilla. Ha quedado muy bonito, con las imágenes de Riazor, de la Torre de Hércules, de la ciudad… El Deportivo de La Coruña es un elemento muy importante para promocionar la ciudad.
-Y eso que el Dépor ya no es ahora lo que era en sus tiempos.
-Hay que ir poco a poco, aprender de los errores que se han cometido en el pasado y pensar en el futuro. El equipo está, en este momento, en un nivel de forma muy alto y ahora vienen partidos importantes. Esperemos que sigan con esta confianza que tienen hasta conseguir el objetivo, que es el ascenso.
-Recientemente se conoció que la selección jugará un partido en Riazor. ¿Se quedó usted con la espina clavada de no haber sido convocado en más ocasiones con el combinado nacional?
-Eso forma parte del fútbol. Hay estilos diferentes y quizás yo no encajaba demasiado en la forma de entender el fútbol del seleccionador de entonces. Ahora todo ha cambiado mucho y es probable que, en los tiempos más recientes, hubiera jugado más con la selección. A lo mejor llegué un poco pronto.
-Para mí, y creo que a muchos aficionados, una zurda como la suya encaja en cualquier equipo y en cualquier sistema.
-Sí, lo sé. Pero lo que pasa es que, a veces, no todos los equipos juegan igual y hay estilos muy diferentes. Dependiendo de lo que busque el entrenador, puedes encajar mejor o peor. A mí me tocó una época difícil y también es cierto que tuve un poco de mala suerte porque, cada vez que iba a la selección, venía una lesión importante y no tuve esa continuidad que igual se requería.
-A ver si su hijo, que ya está muy asentado en el Barça, tiene más suerte.
-Ahí está, muy bien la verdad. Al principio pensaba que esto sería para él una etapa de transición de ir cogiendo minutos de juego poco a poco y, por lesiones de otros jugadores y por lo que él ha demostrado, está jugando muchos partidos. Yo siempre digo que, en la fase en la que se encuentra, lo más difícil no es llegar sino consolidarse. Al principio, puede ser todo muy bonito, pero luego viene la parte importante del fútbol, que es la de la exigencia. Cuando uno es joven, se suelen perdonar más cosas. Estoy muy feliz y contento por todo lo que le está pasando.
-De todas las ciudades a las que usted ha viajado con el Deportivo, ¿cuál fue la que más le gustó?
-Hemos estado en tantas que, al final, se pierde un poco la cuenta. Recuerdo Innsbruck (Austria), Milán, Londres… Hay muchísimas ciudades que me gustaron.