6 junio, 2022
La séptima edición de El Camino a Vela contará con una treintena de embarcaciones y con más de un centenar de participantes, que partirán de la localidad francesa de La Rochelle, el 24 de junio, para llegar a Santiago de Compostela, tras un último tramo a pie, el 14 de julio. La coordinadora de este proyecto, Patricia Alcubilla, explica a TUR 43 los motivos por los que la ruta jacobea, la navegación y la España Verde forman una excelente combinación con un futuro prometedor.
-¿Qué destacaría del recorrido previsto para esta edición?
-Esta será la séptima edición de El Camino a Vela y comenzará el 24 de junio en La Rochelle, en Francia. Llegaremos el 13 de julio a Vilagarcía de Arousa y, ya el 14 de julio, tendremos la última etapa caminando hacia Santiago de Compostela. En 2019 ya habíamos salido de La Rochelle, que es uno de los puertos más grandes e importantes de Francia, con 5.000 amarres.
-¿Cuántos barcos participarán?
-Pues serán 30 veleros. Es importante apuntar que todos son veleros porque ese hecho es, precisamente, lo que nos diferencia de otras iniciativas similares. Es navegación sostenible.
-En la pasada edición, participó la medallista olímpica de vela Ángela Pumariega, capitaneando un barco con una tripulación formada en su totalidad por mujeres y para homenajear, precisamente, a las mujeres con trabajos vinculados al mar. ¿Hay en esta edición algún velero especial o una temática concreta a la que se dedica la travesía?
-Este año dedicamos la travesía al V Centenario de la Vuelta al Mundo que protagonizaron Magallanes y Elcano. Es por ello por lo que tenemos más escalas en el País Vasco, las de Hondarribia, Getaria, Bermeo y Santurce. Getaria es la novedad, porque es la localidad natal de Juan Sebastián Elcano. En Bermeo, por cierto, nació su contramaestre. Visitaremos de una forma especial esas dos localidades y haremos recorridos turísticos en los que nos explicarán la historia de esos navegantes.
-Imagino que habrá actividades de ese tipo en todas las localidades donde haya escala.
-Exacto. Con el apoyo de los puertos y de los ayuntamientos de la mayoría de las localidades, tendremos degustaciones de productos típicos locales, en Cedeira haremos una caminata hasta San Andrés de Teixido… Son actividades muy encaminadas a conocer cuestiones como la gastronomía y el carácter local.
«Nuestra idea es que se consolide esta forma de hacer el Camino y que quien quiera hacerlo así no tenga la necesidad de hacerlo con nosotros»
-¿Habrá algún participante famoso?
-Pues es posible que tengamos una sorpresa, pero no lo puedo decir nada todavía porque aún no está confirmada. Una de las novedades, eso sí, es que la mitad de los navegantes son franceses.
-¿En cuántas ediciones de El Camino a Vela ha navegado usted?
-Esta será la cuarta para mí.
-¿Qué es lo que más le gusta de esta aventura?
-Lo que más me gusta es el equipo que se hace desde el principio. Estamos todos en el mismo barco, nunca mejor dicho, y tenemos que estar unidos ayudándonos unos a los otros, porque también hay momentos estresantes. Aunque muchos puedan pensar que hacer el Camino de Santiago a vela es algo fácil, no es así. Es duro estar en el mar tantos días, pero al mismo tiempo es muy bonito, porque une mucho. Se forma un vínculo muy fuerte entre todos.
«Se puede hacer el Camino de Santiago a vela sin saber navegar. Hay la opción de hacerlo en un barco con un capitán y, por decirlo de alguna manera, como pasajero»
-¿Qué tal encaja el Camino de Santiago con un deporte como la vela?
-Yo le veo mucho potencial. Nosotros fuimos, hace siete años, los primeros que impulsamos esta opción de la navegación a vela, con la idea de potenciar el turismo náutico sostenible en toda la costa cantábrica y, desde que comenzamos, con cinco barcos, hasta este año, que tenemos 30, ha quedado claro el interés que la iniciativa suscita entre los navegantes. Cada vez hay más peregrinos náuticos. En total, son ya mil registrados oficialmente. De hecho, la credencial del peregrino ya incluye la opción de hacerlo por mar.
-¿Qué potencial cree que tiene la España Verde para el turismo náutico?
-Pues es una zona muy novedosa para el turista náutico, para el que, quizás, España era sinónimo de sol y playa. Creo que los deportes náuticos ofrecen la opción de desestacionalizar el turismo y favorece que personas que conocen otras zonas de España tengan la opción de experimentar algo distinto. El Camino de Santiago, además, tiene mucho tirón. Nuestra idea es que se consolide este modo de hacer el Camino y que la gente que quiera hacerlo no tenga la necesidad de hacerlo con nosotros. Existen ya otras iniciativas similares a la nuestra.
-¿Practica usted la vela habitualmente?
-Pues no, pero eso también prueba que se puede hacer el Camino de Santiago a Vela sin saber navegar. Hay la opción de hacerlo en un barco con un capitán y, por decirlo de alguna manera, como pasajero. Por supuesto, siempre hay que ayudar en algunas cosas, porque en un barco todo el mundo tiene que echar una mano. Yo, en todo caso, tras haberlo hecho cuatro veces, algo he aprendido.
-¿Empieza a perder la vela esa etiqueta de deporte para ricos?
-Nosotros contamos con patrocinadores como Repsol, Quirónsalud y Mapfre que hacen posible que, en nuestro caso, sea todavía más accesible. En cualquier caso, la práctica de la navegación es mucho más que los lujosos yates que nos imaginamos o que vemos en destinos como Marbella. Hay otras opciones. Nosotros, por ejemplo, tenemos en marcha un programa que se llama Educación Azul con el que queremos integrar actividades vinculadas con el mar en los colegios de las cuatro comunidades autónomas de la España Verde.