7 febrero, 2022
El ocio nocturno ha sido uno de los sectores más castigados con las restricciones derivadas de la pandemia. El presidente de España de Noche, federación que representa a los empresarios de salas de fiestas y discotecas, lamenta que algunos representantes políticos hayan presentado a este ámbito de la hostelería como «el máximo culpable de todo». Ramón Mas, que considera que la formación de los empleados es fundamental y que reclama una normativa común para todo el territorio nacional, advierte de que los jóvenes harán en calles y parques lo que no se les permita hacer dentro los locales.
-¿Se ha estigmatizado al ocio nocturno durante esta pandemia?
-Yo creo que nos han cogido como la peste, piensan que somos los máximos culpables de todo. Lo que pasa es que olvidan un pequeño dato: que durante la tercera, la cuarta y la quinta ola estábamos cerrados y, si estábamos cerrados, no pueden culparnos. Ahora, hay comunidades autónomas donde estamos cerrados y otras en las que tenemos muchísimas limitaciones. Tener la obligación de cerrar a la una de la mañana es, para nosotros, un cierre total encubierto. Creemos que las autoridades no se toman en serio a un sector muy importante, que es dinamizador del turismo y un polo de atracción para más de 25 millones de turistas. Nuestro ocio nocturno es uno de los mejores del mundo, con destinos como Ibiza que son líderes mundiales. No se nos respeta, pese a que somos empresarios que generamos trabajo y que lo hacemos, además, en una franja de edad muy complicada. En España, la tasa de paro entre los 18 y los 25 años es enorme y esa es, precisamente, la franja en la que se encuentra buena parte de nuestro personal. Y no hay que olvidar tampoco que, pese a estar cerrados, pagamos impuestos.
-Ustedes siempre advierten de que, si los locales están cerrados, la gente saldrá igual y hará botellones y fiestas privadas en las casas.
-Es imposible que los jóvenes no salgan. Cuando uno tiene 18 o 19 años y está en una edad de socializar y de conocer gente, si no tiene la opción de ir a bares, a bailar y a disfrutar de la música, buscará otras fórmulas y, al final, el único sitio que le quedará para socializar son las calles y los parques. Parece que muchos de nuestros políticos no recuerdan la época en la que tuvieron esa edad y, por eso, maltratan a la gente joven de una manera espectacular. Algún día se darán cuenta del daño, no sólo económico sino también psicológico, que ha hecho esta pandemia.
«Parece que muchos de nuestros políticos no recuerdan la época en la que eran jóvenes»
-Mucho antes de la pandemia ya se había acusado al ocio nocturno de promover prácticas como el garrafón.
-El garrafón es una historia de la España de los años 60 y estamos en 2021. Ha llovido mucho, somo profesionales y los acuerdos que tenemos con las principales marcas generan ingresos muy importantes para nuestros locales. No tendría ningún sentido hacer compras paralelas. Puede haber un 1% o un 0,5% que lo haga pero, evidente, el sector está muy profesionalizado. Vamos de la mano de las marcas e incluso generamos nuevas tendencias.
-Al margen de los cierres motivados por la pandemia, ¿tiene problemas el ocio nocturno para encontrar trabajadores cualificados?
-Como presidente de la patronal que firma el convenio colectivo para las salas de fiesta y discotecas, este año voy a tener que afrontar una subida del 6,75%. Hay que hacer que nuestro personal cobre bien y hay que profesionalizarlo. La base del éxito de cualquier empresa es el factor humano y nosotros tenemos a una parte del personal muy cualificada: directores artísticos, DJs, técnicos de sonido, relaciones públicas, expertos en redes sociales, camareros, personal de control de acceso y seguridad… Nuestro personal está cada vez más preparado porque las exigencias son mayores. El personal tiene que formarse constantemente, porque cada día surgen nuevos retos.
-Salir de noche siempre se relacionaba en el pasado con algo propio de la gente joven pero, en la actualidad, el ocio nocturno ya no entiende de edades. ¿Es ese uno de los mayores logros del sector?
-Todo el mundo sale porque, aunque se puedan hacer fiestas en casas o en pisos, la experiencia de estar en un local grande, con un equipo de música que suene a muchos decibelios y con una luz que haga maravillas, al tiempo que se baila y se socializa es tan completa que nadie quiere perdérsela. Luego está claro que hay tipos de público diferentes. Tenemos que especializarnos en muchos perfiles diferentes y, para eso, necesitamos que nos quiten el corsé legal. España es un país muy diverso. Hay 17 comunidades autónomas, pero es que tenemos 17 normativas diferentes. En unos sitios se pueden hacer unas cosas y en otros no. Pese a que somos los locales más preparados, porque somos los que estamos más aislados acústicamente y los que tenemos las medidas de evacuación más eficientes, tenemos unas limitaciones que nos coartan y que no nos dejan acceder a nuevas líneas de negocio. Esta va a ser una de las batallas que vamos a emprender en este 2022. Queremos lograr que en toda España haya un desencorsetamiento de todas esas medidas.