4 septiembre, 2022
Tras un verano lleno de festivales y numerosas citas deportivas de gran afluencia, el sector del turismo de grandes eventos está viviendo una época dorada. Para conocer la situación actual de este sector hablamos con Sara Navarrete, CEO de la mayorista Esencial Tours y fundadora de Link4Tour, comunidad digital B2B (creada en plena pandemia) que integra y conecta a profesionales del turismo de todo el mundo. Navarrete es una destacada emprendedora del sector turístico con más de 25 años de experiencia, trabajando en compañías del sector como Julia Tours, Melytours, Eurovips e Iberojet. En 2005 se convirtió en una empresaria pionera al unir los sectores del deporte y la música con la turoperación bajo la marca Esencial Tours.
–Esencial Tours combina eventos musicales y deportivos con el sector turístico. ¿Cómo ha vivido la vuelta de los eventos multitudinarios tras la pandemia?
-La verdad es que la pandemia ha hecho un daño atroz a todo el mundo del sector turístico, pero creo que Esencial Tours ha salido reforzado. Fue muy difícil salir a flote durante esta época porque, dentro del sector turístico, los eventos musicales y deportivos se suelen venden a un año vista, pero nadie contaba con la pandemia. Perdimos oportunidades de negocio muy buenas, como las Olimpiadas, la Eurocopa, la final de la Champions… Imagínate el panorama: un año con el 100% de la plantilla pero con un 10% de facturación. Eso sí, sabíamos que cuando la pandemia acabase, el sector iba a sufrir un efecto de ‘botella de champán’, con una demanda desbocada. Esto ha cambiado el paradigma del turismo: antes, la gente viajaba y buscaba una experiencia dentro de ese viaje. Ahora la gente quiere vivir lo que no sabe si podrá hacer el año que viene. Al menos dentro del mercado latinoamericano, que es mi fuerte. Todo este aumento de demanda nos está posicionando muy bien, y creo que vamos a cerrar la temporada con el triple de facturación de nuestro mejor año. Eso sí, creo que todos esto es un espejismo: el mercado se va a asentar el año que viene, porque no es normal que la gente gaste al ritmo que lo hace ahora. Es alucinante.
-Los festivales musicales se han convertido en uno de los planes imprescindibles del verano pospandemia, replicándose en numerosos sitios. ¿Qué debe ofrecer un festival para que consiga atraer al público?
-Los festivales que consiguen movilizar a la mayor cantidad de personas son los grandes ‘buques insignia’ como Tomorrowland o Lollapalooza, que consiguen a los mejores DJ o a los mejores grupos. Luego están las pequeñas réplicas, más enfocadas al turismo local, que también tienen su importancia y que permiten que muchas personas puedan disfrutar de un festival. Es una oferta más, al final es el cliente el que decide. Eso sí, siempre que sea un turismo responsable, porque hay festivales que generan una gran cantidad de residuos, no son seguros o provocan contaminación acústica.
«Catar es un país que no va a poder explotar toda la infraestructura que está haciendo para el Mundial»
-En ese sentido, el turismo de grandes eventos deportivos es muchas veces tildado de ’turismo de borrachera’ o ‘turismo conflictivo’. ¿Cómo enfrentarse a esta mala imagen de algunos hooligans?
-Eso es lo que sale en la televisión, pero no es el comportamiento general. Los medios de comunicación tienen una responsabilidad enorme al respecto, ya que el turismo no se suele comportar así. Nosotros movemos una gran cantidad de gente que disfruta del partido o del evento con total respeto. Quien causa el problema no es el turismo, sino algunas personas. Un partido del Clásico Madrid-Barça, por ejemplo, contiene casi a 80.000 personas en el estadio. De todas ellas, el 99% solo va a disfrutar del partido mientras que el 1% siempre va a buscar problemas. Eso no es lo que representa el evento y, de hecho, este tipo de competiciones desplazan grandes masas de gente entre núcleos locales, favoreciendo a transportes, restauración, hostelería… Desgraciadamente, siempre hay gente para todo. Es cierto que, por ejemplo, el fútbol mueve pasiones. Cuando se organizó el Boca Junios – River Plate en Madrid, se utilizó un despliegue policial que le prohibió la entrada a los hinchas problemáticos y el evento transcurrió sin problema, con un montón de argentinos que se desplazaron desde diferentes lugares de España y de Latinoamérica. Yo, por ejemplo, sí que eliminaría ese turismo que ya se sabe a lo que viene: un chárter lleno de borrachos que llega para pasar todo el día en Benidorm y que luego se va. Ese sí es un turismo localizado que se debería eliminar. Ahí ya sabes que no es un turismo de calidad: vienen con 200 € y hasta que el cuerpo aguante.
-El Mundial de Catar es el evento deportivo del año, que no ha estado exento de polémica durante los últimos meses. ¿Qué opina de las críticas que se han alzado ante la organización de este evento?
-Pues mira, de entrada Catar es un país con cerca de tres millones de personas y todo se concentra en la ciudad de Doha, es decir, todos los estadios están en un radio de unos 60 kilómetros a la redonda. Es la primera vez que un mundial se celebra con una única sede, con ocho estadios dentro de una única ciudad. ¿Qué ocurre? Pues que un mundial te mueve unos 2.700.000 personas, es decir, una masa de gente similar a toda la población de Catar se va a mover entre 60 kilómetros. Este Mundial, y es algo que se sabe, no es que lo diga yo, es un Mundial comprado. Antes de que saliese la sede ya sabían que se iba a hacer en Catar. Y claro, es un país que se está preparando para recibir un Mundial para el que no estaba listo. Por mucho dinero que se tenga, la extensión sigue siendo ridícula. Aunque se pongan a la venta 60.000 camas, que podrían ser 120.000 personas, ¿de dónde saco yo los alojamientos para el resto de la gente? No salen los números, y eso que ahora están abriendo la mano con alquileres de apartamentos y demás porque se han dado cuenta de que no hay capacidad para todo el mundo. Es un país que no va a poder explotar toda la infraestructura que está haciendo. Los turoperadores nos hemos tenido que nutrir de los territorios colindantes: Omán, Dubai, Abu Dhabi… El único punto turístico de Catar está en Doha y, definitivamente, falta espacio. No puedes ponerte a hacer un montón de restaurantes de la nada y esperar que funcione. Va a ser algo muy complicado. Mi recomendación es que si puedes evitar alojarte en Doha, mejor. Es cuestión de lógica. Si sumamos a la gente alojada en Doha, más la población local y los aficionados que vuelan allí para ver los partidos, hacen falta más servicios de hostelería, de alojamiento y hasta de transporte público. Va a ser caótico. Para intentar controlar esto, han creado la Hayya Card, que es una especie de control que permite entrar y salir de Doha a la gente que vaya a ver los partidos. Eso sí, solo pueden entrar los que tengan la entrada del partido de ese día. Si quieres hacer turismo y no tienes la Hayya Card, tienes que ir un día que no se juegue ningún partido. Todos queremos que este Mundial salga bien, pero los que vayan a ver los partidos es mejor que se lleven un bocadillo de casa porque no les va a dar tiempo ni a comer ni a cenar.
«Si mis clientes encuentran una empresa que hace las cosas mejor que yo, me parece perfecto. Entonces sería el momento de mirarme el ombligo y ver qué está fallando»
-Link4Tour se ha convertido en una de las mayores comunidades digitales B2B del sector turístico mundial. ¿Cómo nació este proyecto?
-El proyecto lo ejecuté en pandemia porque soy muy activa y a la semana de estar confinados me dije ‘yo no puedo seguir así’. Eso sí, la idea la tenía hace mucho tiempo en mi cabeza por dos motivos. El primero es que cuesta muchísimo encontrar información real del sector turístico. Por ejemplo, si necesito un guía que hable japonés en París, ¿cómo lo busco? Claro, puedo ir por internet, pero ahí es normal perderse, no saber si la persona sigue en activo… Por otra parte, si yo quiero promocionar mi actividad en Italia, no me queda otra que ir allí y venderme a puerta fría y decir ‘Hola mira, soy una turoperadora receptiva en España que puedo dar cobertura a los turistas italianos’. El objetivo de Link4Tour es facilitar esos dos casos. Primero, que yo pueda tener a todo el mundo profesional del sector, directo o indirecto, en una misma plataforma. Y segundo, que una empresa pueda promocionarse de forma masiva a través de nuestro servicio premium, de ciento y poco euros al año, enviando su información a todas las agencias de viajes que están registradas en la plataforma. Es algo bidireccional, donde todos aportamos algo. Luego hay otra parte que sí que se me ocurrió más tarde, la bolsa de trabajo, que consiste en ofrecer un espacio un espacio a los profesionales que quieren mejorar o encontrar un trabajo en el sector, a través de un cuestionario muy sencillo para trazar sus capacidades y preferencias. Así, las empresas pueden localizar a los perfiles ideales de manera totalmente gratuita.
-¿Es necesario un mayor ambiente colaborativo en el sector turístico?
-Sin duda. Uno de los problemas que tiene nuestro sector es que impera la filosofía del Señor de los Anillos: todos piensan en ‘mi tesoro’. Yo creo que el networking es generosidad, y las cosas funcionan mucho mejor así. Cuando yo monté Link4Tour, lo primero que hice fue avisar a todos mis clientes para que se diesen de alta en la plataforma. Claro, la gente me preguntaba si estaba loca, pero realmente los clientes no me eligen a mí por ser Sara Navarrete, sino por el servicio que da Esencial Tours. Lo que se compra es profesionalidad y dedicación. Si mis clientes encuentran una empresa que hace las cosas mejor que yo, me parece perfecto. Entonces sería el momento de mirarme el ombligo y ver qué está fallando. Sin embargo, no todo el mundo piensa así y me da mucha pena. Amo a este sector desde que empecé a trabajar en esto con 17 años y siempre he buscado la colaboración. Compartir es vivir.
«El problema del sector turístico es que ofrecemos nuestros servicios en base a nuestra experiencia de vida y eso no se cobra»
-¿Qué ha supuesto empezar a formar parte de la Mesa de Turismo de España?
-Pues todavía no lo sé, porque empiezo a formar parte de forma efectiva el próximo 15 de septiembre. Fue algo muy curioso, porque me invitaron a comer Joan Molas (presidente de la Mesa de Turismo), Santiago Vallejo (vicepresidente de la Mesa de Turismo), Carlos Abella (secretario general de la Mesa de Turismo) y Manuel López (vicepresidente de la Mesa de Turismo); y yo pensaba que iba a otra cosa, pero ello lo tenían muy claro: querían invitarme a participar en la Mesa de Turismo. Me lo pensé y lo acepté con mucha ilusión, con ganas de aportar algo y ser una pieza que ayude al sector en la medida que me sea posible. Esto al final es un trabajo con muchísima gente detrás, es una entidad muy importante, uniendo parte pública y privada. Hay asociaciones muy buenas, pero creo que cada una mira para sí misma, y creo que la Mesa tiene esa mentalidad de compartir y de llevar las necesidades de todo el sector al completo.
-Tras la pandemia, ¿cuáles serán los grandes retos a lo que tendrá que enfrentarse el turismo español?
-Creo que hay que seguir trabajando en la sostenibilidad del sector. Es importante establecer ayudas y colaboraciones con los núcleos más pequeños, sobre todo ahora que el cliente se ha vuelto tan exigente después de la pandemia. También considero que es necesario poner en valor nuestro trabajo como agentes de viajes y profesionales del sector. Tras la pandemia, creo que la gente ha empezado a darse cuenta de que el agente de viajes es el que no dormía pensado en traer y llevar a las personas a su hogar. Espero que eso no se le olvide a los clientes. Por otra parte, considero que el turismo es personalización y empatía, por muy tecnológicos que seamos, eso un buscador online no te lo puede dar. No estaría de más, y esto es una idea que compartimos muchos profesionales, el empezar a cobrar por los presupuestos, para que no nos hagan trabajar en balde. El problema del sector turístico es que ofrecemos nuestros servicios en base a nuestra experiencia de vida y eso no se cobra. Deberíamos empezar a trabajar sobre eso.