15 abril, 2019
Viajar al espacio en clase turista será posible en año y medio. Quienes en su día compraron su pasaje al cielo por la nada despreciable cifra de 250.000 dólares y no pudieron viajar después de que la ShipTwo se estrellase en un vuelo de prueba en 2014, parece que al fin cumplirán su sueño. Desde la tragedia, la empresa estadounidense fundada por el multimillonario británico Richard Branson, Virgin Galactic, ha realizado tres vuelos con éxito. Comienza la cuenta atrás.
En España y Andorra solo hay una empresa con licencia para llevarnos a las estrellas. Es la agencia Bru&Bru, seleccionada en 2007 como «Agente Espacial Acreditado» por Branson. Su propietaria es Ana Bru y será también la primera española en ir al espacio sin ser astronauta. «Hacemos posible lo imposible» es el lema de Bru&Bru, que ofrece experiencias poco convencionales: expediciones por la Antártida, viajes para ver eclipses o escapadas a Londres para tomar el té en los hoteles más exclusivos.
-¿Cómo comenzó la aventura de viajar al espacio?
-Explorar forma parte de mi ADN, y cuando me enteré de que Richard Branson había creado Virgin Galactic, inmediatamente supe que en Bru&Bru éramos los más adecuados para promocionar esta increíble experiencia. En 2007 nos seleccionaron como únicos Agentes Espaciales Acreditados en España y en Andorra, y como nuestra filosofía es que no recomendamos nada que no hayamos experimentado en primera persona, no lo dudé ni un momento y me apunté a la aventura.
-¿Cuándo está previsto que viaje al espacio?
-Calculamos que será en año y medio. Ya estamos en la fase final y se han realizado con éxito los vuelos suborbitales de prueba con éxito, llevando al espacio a los pilotos y a una de las entrenadoras de Virgin Galactic. Para mí, se trata a la vez de una experiencia personal y profesional que marcará un antes y un después en mi vida. ¡Y lo afronto con muchísima ilusión!
-Para emprender este vuelo suborbital ha tenido que prepararse…
-En 2008 viajé al centro Nastar de Filadelfia, donde realicé mi primer entrenamiento. ¡Me subí a la centrifugadora y me lo pasé en grande sintiendo las fuerzas centrífugas en mi cuerpo! La verdad es que no se requiere ninguna preparación especial para volar con Virgin Galactic, más allá de tener buena salud. Pero es importante sentir lo que se experimentará durante el vuelo para acostumbrarse a las sensaciones. Cuanto más familiarizado estés con estas fuerzas, más fácil será disfrutar de la ingravidez y de las vistas de la Tierra a 110 km de altura.
–¿Cómo es el entrenamiento?
-Apasionante y a la vez muy real, porque delante tenemos una pantalla que emula el vuelo. Es lo más parecido a viajar al espacio, con la diferencia de que cuando se abre la puerta, bajas cuatro escalones y estás en la Tierra. El entrenamiento en el centrifugador dura unos 45 minutos, pero con las clases teóricas y charlas es un día entero. Ahora, once años después de comenzar en el Nastar, estoy preparando mi segundo entrenamiento, esta vez en Soesterberg (Holanda), en el simulador Desdémona. Se trata de una preparación creada por mi amiga, la piloto y científica Nancy Vermeulen, todavía está en fase de pruebas, y que está enfocada a aquellas personas que quieren prepararse para un vuelo espacial. Simplemente quieren saber cómo es ser astronauta por un día. Tengo tengo ganas compararlo con mi experiencia en el Nastar.
-BRU&BRU es la única agencia acreditada en España y Andorra para comercializar los vuelos suborbitales al espacio de Virgin Galactic. ¿Qué cliente busca esta experiencia?
-Es muy heterogéneo. En la mayoría de los casos son personas apasionadas por el espacio, gente que ha soñado con ser astronauta toda la vida y no ha podido conseguirlo. También hay deportistas de élite y amantes de la naturaleza que quieren ver la Tierra desde el espacio al menos una vez en la vida. En cualquier caso, se trata de personas muy implicadas con el medio ambiente y el planeta Tierra.
-¿Cuántas personas pueden disfrutar de esta experiencia en una misma nave?
– En la nave espacial -un cohete reutilizable que será el primero del mundo en transportar turistas espaciales- viajarán seis pasajeros y dos pilotos. A bordo de la nave nodriza habrá familiares y amigos de los futuros astronautas, y dos pilotos más, que nos acompañarán hasta los 10.000 metros de altura y verán en primera persona cómo nos propulsamos hacia el espacio. En total, la experiencia dura tres días entre preparaciones, entrenamientos, charlas, etc., y el vuelo en sí dura tres horas y media, incluyendo los 5 minutos de ingravidez durante los cuales podremos flotar en la cabina y observar la Tierra desde el espacio.
– BRU&BRU ofrece experiencias de todo tipo, ¿cómo es el perfil de vuestros clientes?
-Desde parejas de novios hasta familias multigeneracionales, grupos de amigos o personas que disfrutan viajando solas. Lo que tienen en común es que son auténticos viajeros. Nos encanta explorar, innovamos constantemente y vamos siempre un paso más allá. Por eso los clientes que saben viajar y buscan algo más lo encuentran con nosotros. Nuestro punto fuerte es la especialización y la experiencia porque todo lo que recomendamos lo hemos vivido en primera persona.
-Estamos hablando de un rango de precios a partir de 2.000 euros ¿Qué viaje de los que ofrecéis recomendarías a una persona que, por ejemplo, no quiere pasar de los 4.000 €?
-Con un presupuesto de aproximadamente 4.000 € por persona podríamos organizar por ejemplo un viaje de una semana a Sudán, un país sorprendente, con más pirámides que Egipto, y que no te deja indiferente. Se trata de un destino remoto por explorar, ideal para aventureros. Y para aquellos que no tienen una cantidad específica en mente, ¡el límite es el cielo! Y el espacio es territorio virgen.
-¿Qué cambios de tendencia habéis observado en los últimos años? ¿Cambian los destinos en función de los gustos, la economía?
–Últimamente damos mucha importancia a la naturaleza, a la conservación, la sostenibilidad, al respeto al medio ambiente… Hay una tendencia que nos lleva de vuelta a la naturaleza y al lado más auténtico de cada lugar. Al fin y al cabo, se trata de cómo abordas cada destino. Lo importante no es dónde vas, sino lo que vas a hacer y con quién. De la mano de nuestros ‘insiders’ en destino, nos adentramos en el lado más auténtico de cada lugar. Además, las preferencias evolucionan, pero al final se trata de buscar un trato muy personal y a medida, huyendo de los viajes convencionales y ofreciendo experiencias únicas y completamente personalizadas.
-¿Cómo nació el proyecto de Bru&Bru?
-Llevo más de 30 años en el mundo de los viajes, y en mi trayectoria me he ido especializando cada vez más. En los años 80 y 90 se daba mucha importancia al lujo, pero hace unos 15 años me di cuenta de que en realidad la calidad no se encuentra en el lujo como tal, sino en la exclusividad. Así fue cómo nació Bru&Bru y sigue siendo parte de nuestra filosofía. Trabajamos constantemente para aportar valor diferencial a cada viaje.