30 julio, 2021
«La heroica ciudad dormía la siesta… La muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana del coro, que retumbaba en lo alto de la esbelta torre en la Santa basílica». Con estas palabras se refiere el novelista Leopoldo Alas Clarín, en su novela La Regenta, a Vetusta, nombre que el autor da a la ciudad de Oviedo, en cuyo campo de golf de Las Caldas se disputará uno de los torneos del I Circuito de Golf TUR 43. Es probable que, con ese nombre, el escritor quisiera hacer alusión a la confluencia entre lo decadente y lo señorial de la capital de Asturias que, por sus monumentos regios y por el ritmo sosegado de sus gentes, conserva aún hoy esos aires aristocráticos.
Oviedo brinda un ritmo de vida pausado, tanto para los turistas que llegan a la ciudad como para sus propios vecinos. A la belleza de su casco histórico, con sus cinco torres eclesiales, se suma una amplia oferta de actividades de ocio y tiempo libre. Una animada tarde con la cuadrilla de sidrería en sidrería, una jornada de compras en las numerosas tiendas que pueblan la calle Uría, una excursión en bicicleta para contemplar la urbe desde el monte Naranco o una visita a los museos o al teatro son sólo algunas de las experiencias que enriquecerán cualquier visita a esta capital de la España Verde de la que, por cierto, parte el llamado Camino de Santiago Primitivo.
Dicen los asturianos que Asturias es España y que lo demás es tierra conquistada, en referencia al hecho de que la Reconquista comenzó en lo que hoy es su comunidad autónoma, en unos tiempos en los que, mientras en buena parte de la península ibérica se oraba mirando hacia La Meca, en Asturias se rezaba el padre nuestro.
Buena prueba de ese pasado como reducto de la cristiandad son los monumentos prerrománicos, cuya visita es inexcusable para todo turistas que llegue a Oviedo. Si hay dos construcciones de ese estilo que no te puedes perder son las que se encuentran en el monte Naranco: Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo. Ambas construcciones, al igual que otros monumentos del mismo estilo situados en Oviedo y su comarca, cuentan con el distintivo de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco.
Pese a los evidentes efectos del paso de los siglos (datan del siglo IX), en estos edificios se aprecian con claridad algunos de los rasgos arquitectónicos que se aplicaron de forma generalizada y con gran maestría durante el Románico, como son las bóvedas de cañón y los contrafuertes. Puede decirse, sin miedo a equivocarse, que Asturias es, además de la cuna de la Reconquista, la del románico, con unos monumentos únicos en el mundo.
Además del valor artístico de sus monumentos, el monte Naranco ofrece una maravillosa vista panorámica de la ciudad, algo que, en estos tiempos de redes sociales, lo convierten en un espacio idóneo para buscar esa foto perfecta que coseche muchos likes. Aunque es posible llegar a la zona en bus o en coche, si se tiene tiempo, es más que recomendable completar la ruta a pie, ya que el inicio de la subida se encuentra en pleno casco urbano.
Pasear por el casco histórico de Oviedo supone encontrarse en casi cualquier lugar con algo que recuerda, a modo de testigo impertérrito, el esplendor de una villa que fue lugar de residencia de reyes y que nunca ha perdido la perspectiva de la divinidad celestial.
Hacia el cielo miran, precisamente, con mayor o menor altura, las cinco torres que pueden admirarse en el casco histórico de la capital asturiana: las torres románica y gótica de la catedral de San Salvador, la de Santa María La Real de la Corte, la del convento de Las Pelayas y la de San Tirso el Real.
Todos esos edificios religiosos tienen interés artístico e histórico pero si uno merece mención especial es, obviamente, la catedral. una referencia primigenia del Camino de Santiago Primitivo por ser el punto de inicio de la ruta para todos los que se disponen a iniciar la ruta, que hacen suya la máxima de que quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y no al Señor.
La catedral cuenta con estructuras y espacios de muy diversos estilos debido, en gran parte, a que se levantó en el espacio que ocupaba un templo prerrománico del que aún quedan vestigios y a lo dilatado de su construcción en el tiempo. Así, junto al prerrománico de la Cámara Santa, que es Patrimonio de la Humanidad, conviven los estilos románico (en las bóvedas), el gótico (en fachada naves y claustro), el renacentista (en el remate de la torre principal) y el barroco (en algunas de sus capillas).
Uno de los espacios más interesantes del templo es la Cámara Santa, que además de suscitar interés y curiosidad por el valor artístico que atesora en sí misma, lo hace por albergar las reliquias y las joyas de la monarquía asturiana que, como ya se ha indicado, es pionera del resurgir de la cristiandad en la península ibérica y, por extensión, en el conjunto del Europa.
Oviedo cuenta con una de las mejores calles de España para ir de compras, por su ambiente y por las muchas tiendas de calidad que se encuentran en ella. La calle Uría, construida a finales del siglo XIX para conectar el centro urbano con la estación de tren, mantiene su condición de vía comercial por antonomasia pese a los cambios que ha sufrido a lo largo de las décadas.
Oviedo suele estar en cabeza de todos los rankings de la ciudades en las que mejor se viste de España y un paseo por la calle Uría resulta esclarecedor al respecto. La vía cuenta con establecimientos en los que se venden las marcas más exclusivas, aunque hay que añadir que también presenta tiendas de oportunidades e incluso de artículos low cost.
A las tiendas de ropa, las que más predominan y más éxito cosechan entre vecinos y turistas, hay que sumar una muy variada oferta en decoración, artesanía y librerías. La lista de tiendas para darse un capricho o para llevar un regalo ovetense a un familiar o a un amigo es tan amplia como variada.
Los productos de alimentación son también una buena opción y son muy recomendables los que se ofertan en la plaza de abastos situada cerca de la plaza de El Fontán, así como los que pueden adquirirse en las confiterías. A destacar en este último apartado los carbayones de Camilo de Blas y los moscovitas de Rialto.
La capital de Asturias es una urbe con una vida cultural muy intensa, con unos ciudadanos muy aficionados a la música, al arte y a los espectáculos. El turista puede participar de ese ambiente intelectual y refinado que reina en lugares como el Teatro Campoamor y el Museo de Bellas Artes de Asturias.
El Teatro Campoamor, famoso por ser el lugar donde se celebra cada año la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias, ha acogido multitud de eventos y espectáculos de relevancia internacional. Su prestigio lo ha llevado, entre otros hitos, a albergar la segunda temporada de ópera más antigua de España, tras la del Liceo de Barcelona, y a acoger, junto a Madrid, la única temporada de zarzuela del país. Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, José Carreras y Pavarotti, nombres por todos conocidos, han recibido el aplauso del público ovetense en este marco incomparable.
Para los que sean más aficionados a la pintura, está el Museo de Bellas Artes, que cuenta entre sus cerca de 800 piezas con obras de genios tan reconocidos como El Greco, Goya, Zurbarán, Murillo, Sorolla, Picasso y Dalí. El edificio, ubicado en pleno caso histórico, es fruto de la mezcla de la arquitectura clásica con la contemporánea.
En una ciudad que ama el deporte y con una gran afición al fútbol, pese a que el Real Oviedo lleva tiempo sin catar las mieles de la máxima categoría, el golf ha ganado protagonismo en los últimos años, gracias al campo de Las Caldas, un lugar ubicado en plena naturaleza que hará la delicias de los aficionados no sólo por sus características técnicas, sino también por su entorno.
El campo de Las Caldas, ubicado en un paraje natural y junto al hotel balneario que lleva su mismo nombre, cuenta con numerosos árboles centenarios, que dan cobijo a gran cantidad de especies animales. Inaugurado en el año 2000, tiene 18 hoyos y un recorrido de 5.678 metros. «El jugador tiene la posibilidad de utilizar toda su bolsa de palos en este recorrido, que se adapta a cualquier nivel de juego, y de disfrutar de momentos inolvidables enmarcados en una sintonía paisajística propia de un paraíso natural», explican los responsables de las instalaciones.
Los aficionados al fútbol tienen también un punto de referencia: el estadio Carlos Tartiere en el que disputa sus partidos el Real Oviedo, equipo histórico del fútbol español. El club ofrece visitas guiadas por las instalaciones y por el museo dedicado a la historia del equipo. Durante el recorrido, es posible conocer la zona mixta, la sala de prensa, el palco y los vestuarios, así como pisar el terreno de juego.
Aunque en Oviedo hay excelentes establecimientos hosteleros para ir de vinos, lo ideal si eres un turista es probar la experiencia de realizar una ruta por la famosa calle Gascona, conocida popularmente como el bulevar de la sidra, para, siempre con la moderación debida para no acabar demasiado perjudicado, disfrutar de la bebida más querida por los asturianos.
Las hay más grandes y más pequeñas, más y menos decoradas, con mayoría de clientes locales o frecuentadas por turistas… pero casi cualquiera de las sidrerías de esta vía tiene ese aroma característico que las hace inconfundibles. En los momentos de mayor actividad, el olor a sidra se percibe en toda la calle, al igual que el ruido de los que, ya un tanto afectados por el componente alcohólico de esa bebida, entonan canciones como el Asturias patria querida.
Si, pese a todo, prefieres ir de vinos, Oviedo también te ofrece todas las garantías, con espacios como el entorno de las calles Campoamor y Manuel Pedregal, donde existen locales que destacan tanto por la calidad del producto que ofrecen como por su cuidado diseño.
Variada, abundante y contundente. Así puede definirse la gastronomía de Asturias y, por tanto, la que puede disfrutarse en la ciudad de Oviedo. Entrar en un restaurante de la capital asturiana es casi un seguro de que, como mínimo, no te quedarás con hambre.
Si se habla de platos típicos de Asturias es casi obligado comenzar con la fabada. Con un sabor inconfundible (dicen los asturianos que no hay nada igual en todo el mundo)el único peligro es la sensación de hartazgo y la flatulencia que puede llegar a producir si la cantidad ingerida es demasiada. Salvo ese pequeño detalle, sin demasiada importancia siempre que uno esté dispuesto a asumirlo, estamos ante un básico que no debes dejar de probar.
No puede faltar en la lista de platos asturianos el cachopo, consistente en dos filetes de ternera grandes entre los cuales se coloca jamón y queso. No todos son capaces de comer uno entero, pero siempre queda la opción de compartirlo. Eso sí, nunca lo llames San Jacobo si no quieres que los oriundos de Asturias te miren con mala cara.
La lista de productos y platos típicos es amplia y va mucho más allá de los dos básicos mencionados. El chorizo a la sidra, los quesos de la tierra, el pixín (rape), los escalopines al cabrales y una amplia gama de postres son algunos clásicos de la gastronomía local.
Resulta difícil elaborar una lista de los mejores restaurantes de Oviedo, ya que existen gran cantidad de establecimientos del máximo nivel. La elección debe basarse en el tipo de comida que se desee disfrutar y en el tipo de establecimiento al que se desee acudir.
Para degustar un buen cachopo, dos de los más recomendados en las guías son Alterna Sidrería y Pichote La Sidrería (segundo y quinto restaurantes de Oviedo más valorados de TripAdvisor). Si se desea invertir más y buscar platos que, sin renunciar a la tradición, añaden un componente vanguardista, Casa Fermín (número 6 de Oviedo en TripAdvisor) es una apuesta segura, si bien deberás reservar con cierta antelación, ya que se trata de uno de los restaurantes ovetenses más solicitados.