Dozón: un camino de naturaleza y patrimonio

Hace 17 años que resido en Bilbao, pero es difícil que un gallego de A Costa da Morte olvide sus raíces. Por eso, y por otros motivos profesionales, cuando colaboro con la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en un proyecto de consultoría para el sector turístico, siempre hay una parte de mí que se queda vinculada emocionalmente al proyecto y al destino. Este es el caso de Dozón. ¿Que dónde está? Acompáñame en las siguientes líneas.

La primera vez que visité Dozón, reconozco que no me esforcé mucho en adentrarme en todos sus recursos culturales, paisajísticos y turísticos. Sin darme cuenta, pasé de largo con el coche por la N 525 y no fui consciente de todo lo que descubrí a mi regreso.

Dozón es un municipio montañoso del interior de Galicia por el que transcurre el Camino de Santiago, concretamente la ruta del Camino del Sureste, la llamada Vía de la Plata. Se encuentra muy cerca de Lalín, en la provincia de Pontevedra, pero linda con las provincias de Lugo y Ourense, con las que comparte rutas míticas de arrieros y antiguos comerciantes. Sorprende desde que llegas porque no encuentras un cartel con el nombre del pueblo sino el de “O Castro”, que hace referencia al núcleo más importante de población y actividad cotidiana del pueblo, la ‘capital’.

Es un municipio montañoso del interior de Galicia por el que transcurre el Camino de Santiago

Si tienes la oportunidad de ir cualquier día 11 o 23 del mes, podrás disfrutar de A Feira de A Gouxa, una de las más tradicionales de Galicia. Allí, además de los típicos puestos de venta de productos locales, también podrás encontrar tabernas ambulantes en las que disfrutar del pulpo y la carne ‘ó caldeiro’. El ambiente de estos mercados rurales siempre es pintoresco, pero A Gouxa tiene algo especial que no hay que dejar pasar: los “pendellos” del siglo XVIII, que son unas construcciones de piedra, de más de veinte metros de longitud, paralelas a la carretera, que servían y sirven para resguardar a personas y mercancías de las inclemencias climatológicas. Además, en este recinto, se celebra desde 1994, y habitualmente en verano, la Festa da Carne ó Caldeiro e Bola con Torresmos, dos especialidades gastronómicas locales. La primera consiste en cocer falda y costilla de ternera y servirla, cuando está en su punto (tras casi una hora de cocción y otra de reposo), con aceite, sal y pimentón, igual que el pulpo á feira. La segunda es un pan semiplano y circular que se acompaña con panceta curada asada a la plancha (“torresmos”).

Si tienes la oportunidad de ir cualquier día 11 o 23 del mes, podrás disfrutar de A Feira de A Gouxa, una de las más tradicionales de Galicia.

Se trata de dos platos muy sencillos, básicos, de ‘fondo de armario gastronómico’. Estas humildes recetas son fuente de inspiración de creaciones culinarias que a veces cruzan fronteras administrativas, culturales y emocionales. ¿Quién te dice a ti que algo similar a la Bola con Torresmos no haya podido inspirar a un cocinero como, por ejemplo, Michael Chang para la creación de su famoso Bao de Panceta y Pepino en su restaurante Momofuku de New York? Seguro que pronto surgirá en Galicia alguna creación revolucionaria inspirada en estas elaboraciones tradicionales, de la mano de los talentosos cocineros y cocineras que hacen gala de los productos y productores locales.

Si puedes visitar Dozón en septiembre, el primer domingo del mes se celebra la Romería de la Pena de Francia en una capilla ubicada en un entorno natural espectacular, con vistas a un enorme valle en el que, tras la misa, se celebra la comida tradicional de las romerías, en una robleda llamada “Carballeira do Rei”, la zona recreativa que se encuentra vigilada y cubierta por carballos centenario (robles).

El primer domingo del mes de septiembre se celebra la Romería de la Pena de Francia

Otras joyas arquitectónicas de Dozón son la Iglesia de San Salvador de la O, neoclásica del principios del S. XIX; la Iglesia del Monasterio de San Pedro de Vilanova, de principios del S. XIII; la Iglesia renacentista de San Xoán do Sisto, del S. XVI, que incluye pinturas murales (frescos) originales muy bien conservados y restauradas que representan la pasión de Cristo; o la Iglesia de San Pedro un ejemplo del Románico tardío del siglo XII- XIII, que perteneció a un antiguo monasterio que desapareció tras la desamortización del siglo XIX.

Por Dozón también discurre el Río Seixas y en la zona de Sanguiñedo hay una playa fluvial disponible para disfrutar del frescor del agua del río y de la tranquilidad de la zona.

En este municipio hay casi de todo. Como buen pueblo del interior de Galicia, verás aldeas, parroquias, ganaderos y ganaderas encantadores que te saludarán y te preguntarán qué te trae por allí y que diez minutos después probablemente te hayan invitado a tomar un café a su casa.

En resumen, seas peregrina o peregrino, caminante, amante de la naturaleza o simplemente persona curiosa, Dozón tiene un montón de propuestas preparadas para ti que te harán conectar con la Galicia rural viva.