20 febrero, 2022
La ciudad de A Coruña, de la que se dice que en ella nadie es forastero, es la punta de lanza y la fachada más reconocible de un destino, el que la propia urbe conforma junto los inigualables parajes atlánticos de la Costa da Morte, que enamora a todo el que lo visita y que lo hace, además, penetrando a través de los cinco sentidos. La vista se recrea mediante la observación de los azules y blancos de las olas y la espuma del mar, cuyo sonido relaja al ser percibido por el oído. También el olfato, con el olor de la salitre, y el gusto, con una gastronomía inigualable, sirven para disfrutar al máximo de este territorio. Con el tacto, pueden apreciarse texturas tan variadas como la de la arena de las playas, la de los troncos de los árboles de las reservas naturales o las de la piedra de monumentos levantados hace ya muchos siglos. Todo esto y mucho más estará al alcance de los participantes en la segunda edición del Circuito de Golf TUR 43, cuya primera competición se celebrará, el próximo 5 de junio, en el campo del Real Club de Golf de La Coruña.
El paseo marítimo más largo de toda Europa, museos científicos para conocer las leyes de la física o los secretos del cuerpo humano y para contemplar la fauna marina, playas urbanas para tomar el sol y darse un chapuzón, un casco antiguo que oculta multitud de secretos históricos y literarios, bares y restaurantes donde probar las delicias gastronómicas de tierra y mar y hasta un estadio mítico donde antaño jugaron (y perdieron) los más grandes equipos de Europa. Desde luego, A Coruña está muy bien surtida de recursos turísticos de interés que hacen que ni los visitantes ni sus propios vecinos tengan mucho tiempo para aburrirse.
Cualquier compendio de los atractivos que presenta A Coruña, por largo o escueto que sea, debe mencionar el paseo marítimo, no sólo por el récord continental que ostenta, sino también por la belleza de los paisajes que se divisan a lo largo de su recorrido y por las muchas paradas en lugares de interés que pueden realizarse.
El obelisco del Millenium, un monumento de acero y cristal con 46 metros de altura levantado para conmemorar el inicio del siglo XXI; el estadio de Riazor, donde el Deportivo vivió multitud de gestas futbolísticas; las playas, a las que los coruñeses acuden en masa en verano cada vez que el sol hace acto de presencia; los museos científicos de la Domus, dedicada al cuerpo humano, y la Casa de los Peces, que alberga multitud de especies de la fauna marina; la Torre de Hércules, faro más antiguo del mundo en funcionamiento y Patrimonio de la Humanidad; y la propia dársena de La Marina, donde finalizaría el recorrido, son algunos de los espacios y edificios imprescindibles que no debes perderte a lo largo del paseo marítimo coruñés.
Como espacio mágico, por las vistas que ofrece de la ciudad, también hay que señalar el monte de San Pedro. Lo que antaño fue un espacio para la defensa de la ciudad, una función de la que quedan vestigios en forma de cañones y baterías, es ahora un entorno para el esparcimiento. Para acceder a lo alto del monte, además de los medios tradicionales, existe un ascensor panorámico con forma de bola de cristal al que los coruñeses bautizaron cariñosamente con el nombre de La Arielita, por su similitud a la bola en la que se ponía el detergente.
Si lo que te gusta es la historia, con permiso de la ya mencionada Torre de Hércules que, con sus sucesivas reformas, guía a los barcos desde tiempos de los romanos, tienes que callejear por la Ciudad Vieja. Partiendo de la plaza de María Pita, en la que se ubican el palacio del Ayuntamiento y la estatua de la heroína que le da nombre, puede iniciarse un recorrido plagado de edificios singulares e historias de diferentes épocas. La Colegiata de Santa María del Campo, el convento de Las Bárbaras, la plaza de Azcárraga, el convento de Santo Domingo y la iglesia de la Orden Tercera son algunos de los lugares de interés de un área urbana en la que también podrás conocer las casas donde vivieron personajes tan relevantes como las escritoras Emilia Pardo Bazán, que residió en lo que hoy es la sede de la Real Academia Galega y un museo dedicado a la propia literata, y Rosalía de Castro. Cerca del casco antiguo y ubicado en un pequeño islote está el castillo de San Antón, que en el pasado tuvo muy diversas funciones, entre ellas la de cárcel y leprosería, y que hoy alberga un museo arqueológico.
El Camino de Fisterra y Muxía, la futura Senda Litoral, un marco natural incomparable, una gastronomía de calidad y algunas de las mejores muestras de megalitos prehistóricos del país. Son muchas las características que presenta la Costa da Morte gallega para convertirse en un destino turístico de referencia y que no debería perderse ningún turista. Una visita a la ciudad de A Coruña en la que se disponga de varios días bien merece una ruta por el litoral más próximo.
Hablar de la Costa da Morte es hablar de sus faros. La importancia de estas estructuras creadas para guiar a los barcos es tal que incluso se ha creado una ruta específica llamada O Camiño dos Faros (El Camino de los Faros). Todos y cada uno de los faros y el entorno que los rodea tienen su encanto pero si no tienes demasiado tiempo y debes elegir uno, lo más adecuado es que te decantes por el de Fisterra, un enclave así llamado por pensar los romanos que era el último confín del mundo y en el que muchos peregrinos terminan su singladura como epílogo del Camino de Santiago. A la visita a Fisterra, además, puedes añadir la de la cascada de O Ézaro, un salto de agua ubicado en el municipio de Dumbría que, por su belleza, es uno de los lugares de Galicia más fotografiados para redes sociales como Instagram.
El turista encontrará en prácticamente cualquier punto de la Costa da Morte los rasgos propios de un territorio tranquilo, no masificado y fuertemente marcado por su naturaleza agreste y por su carácter marinero, forjado con sus paisajes costeros y con las olas, tan temidas por los navegantes a lo largo de la historia y tan apreciadas por los surfistas en el momento actual.
Los amantes de la historia también gozarán de la visita a este territorio, en el que podrán encontrar desde estructuras prehistóricas megalíticas como el dolmen de Dombate hasta edificios civiles y religiosos de diferentes épocas y, todo ello, en un territorio marcado por la magia y las leyendas que mantiene, aún a día de hoy, un cierto halo de misterio.
Por último, máxime si se tiene en cuenta el Xacobeo, hay que mencionar el Camino de Fisterra y Muxía que, a diferencia de otras rutas jacobeas, tiene en Santiago de Compostela su origen y no su final, lo que lo convierte en una especie de epílogo de todos los demás. Cada vez son más los peregrinos que, después de haberse postrado ante los restos del apóstol Santiago, deciden conocer este fin del mundo y no dudan en superar los sacrificios de las duras jornadas pasadas para caminar cuatro o cinco días más para completar los 89 los kilómetros que restan a Fisterra y los 87 a Muxía.
Hablar de deporte en A Coruña es hacerlo del Deportivo de La Coruña, club de fútbol que aunque no pasa actualmente por sus mejores momentos llegó a ser campeón de liga y a jugar la Champions League muchas temporadas, y del Liceo, que ha sido campeón continental e intercontinental en hockey sobre patines. Por su relevancia para el turismo, y una vez mencionados los dos grandes equipos de la ciudad, debe hacerse hincapié en la importancia del surf, de la vela y del golf, modalidades deportivas que cada vez cuentan con más adeptos y atraen a A Coruña y a su comarca cada vez más visitantes.
Por su condición de ciudad vinculada al océano Atlántico, sobresalen deportes como el surf y la vela, que cuentan con muchos adeptos y con escuelas de formación para todos los niveles. Uno de los proyectos vinculados al turismo que desarrolla actualmente la Diputación de A Coruña es, de hecho, el de hacer de la Costa da Morte en un destino de primer orden para los amantes del surf. «La persona que llega, va a poder surfear seguro, porque siempre hay olas», decía en una entrevista publicada en TUR 43 el vicepresidente del ente provincial, Xosé Regueira.
El golf es uno de los deportes que más protagonismo ha ganado en los últimos años y cada vez son más los coruñeses que se animan a practicarlo. En las instalaciones del Real Club de Golf de La Coruña, ubicado en A Zapateira, se volverá a disputar una de las pruebas del Circuito de Golf TUR 43. La cita, que no debes perderte si eres un apasionado de este deporte, será el próximo 5 de junio.
Poco puede decirse de las excelencias de la gastronomía gallega que no se conozca ya, pero sí se puede recalcar que A Coruña es una ciudad idónea para disfrutar de todo tipo de productos de calidad y, especialmente, de aquellos procedentes del mar.
En la ciudad existen restaurantes, bares de tapas y mesones de todo tipo y condición, pero, por ser el pulpo uno de los productos que más conquistan a los foráneos, parece oportuno comenzar este pequeño compendio gastronómico con los mejores sitios para disfrutar de ese manjar.
Entre las pulperías que no te defraudarán se encuentra O Fiuza, un establecimiento situado en la avenida de Navarra (cerca de la Torre de Hércules) y que destaca, además de por la calidad del pulpo, por el ambiente familiar y la gran amabilidad de sus responsables y camareros. En el campo del cefalópodo, son también más que recomendables los establecimientos de As Lanchiñas, en el barrio de Os Mallos, y la Pulpería de Melide, en la plaza de España.
Si lo que buscas es una restaurante de alta gama, la mejor opción es Árbore da Veira, el único de A Coruña con Estrella Michelin y un establecimiento en el que, además de disfrutar de la cocina del afamado chef Luis Veira, contemplarás las maravillosas vistas que brinda su ubicación en pleno monte de San Pedro. Por su ubicación destaca también el Tira do Playa, situado frente a la playa de Riazor y con la lubina a la espalda como uno de sus platos más apreciados y demandados. Para disfrutar de una cocina innovadora y atrevida, puedes visitar el restaurante Hünico, un establecimiento situado en el hotel Double Tree by Hilton donde el chef Adrián Felípez ofrece sus creaciones culinarias.
Como representante de la Costa da Morte y de Fisterra, merece formar parte de este compendio de templos de la gastronomía el restaurante Tira do Cordel, todo un clásico donde, según muchos, se comen algunos de los platos más exquisitos de toda la provincia con el pescado como protagonista.