14 abril, 2022
La cueva de Chufín, en Rionansa (Cantabria) está de aniversario. Cumple nada más y nada menos que 50 años desde que fue descubierta y lo celebra reabriendo sus puertas al público este jueves 14 de abril. El acceso había permanecido cerrado desde marzo de 2019 como consecuencia de la pandemia. El Gobierno de Cantabria ha establecido un régimen de visitas guiadas de miércoles a domingo, con dos sesiones por la mañana y otras dos por la tarde. La apertura se prolongará hasta el 18 de septiembre.
Con un aforo máximo de seis personas por sesión, cántabros y turistas podrán volver a disfrutar de las pinturas rupestres de esta cueva que se localiza en un paraje de singular belleza del valle del río Nansa. Cuenta con un espacioso vestíbulo que ha sido testigo de importantes ocupaciones humanas acontecidas hace unos 15.500 años y sus moradores prehistóricos grabaron figuras animales sobre la roca.
El Gobierno de Cantabria recuerda que la cueva de Chufín dispone de una amplia sala donde se localizan las representaciones artísticas más llamativas. «Por su intenso color rojo destacan las composiciones realizadas a base de puntuaciones, albergando el interior numerosos grabados de animales realizados mediante incisión y abrasión», apunta.
A pesar de que la cueva era conocida y utilizada como refugio por los pastores de cabras, quedó olvidada desde la construcción del embalse de La Palombera y se incorporó al mundo científico en marzo de 1972. Ese año fue descubierta por el fotógrafo y ecologista Manuel de Cos, que se encontraba con sus hijos y el guarda del embalse. Él fue quien reconoció en sus paredes la existencia de arte parietal e informó al director del Museo Arqueológico Nacional, Martín Almagro Basch. Tras este episodio, se certificó la edad paleolítica de las representaciones y se iniciaron los trabajos de documentación del arte y la excavación del depósito arqueológico.