23 mayo, 2022
Las asociaciones de aficionados taurinos y los eruditos que llevan mamando desde pequeños la cultura de la fiesta nacional denuncian que en la madrileña plaza de Las Ventas cada vez son más los que se concentran en consumir grandes cantidades de alcohol y montar follón en lugar de hacerlo en lo que ocurre sobre el ruedo. Las últimas corridas de la feria de San Isidro han avivado esta polémica y agrupaciones como la Asociación Juvenil Taurina Española ya califican la plaza de la capital, considerada la más importante del mundo, como «un enorme bar».
Escaso criterio a la hora de juzgar las faenas, con aplausos inmerecidos e insultos desproporcionados, lanzamiento de almohadillas, gritos en los momentos de máxima tensión de la lidia y un continuo desfile por los graderíos para visitar el bar que resulta muy molesto para el aficionado que intenta concentrarse en los lances.
«Tras el bochorno vivido en plena faena de Paco Ureña al quinto de la tarde, nos veíamos obligados a manifestar el enorme bar en el que se ha convertido la plaza. Y el problema no es sólo el alcohol, sino también el triunfalismo desaforado y el todo vale», explica AJTE a través de su perfil de Twitter, donde la asociación también compartió una foto con el lema ¡Menos alcohol y más educación!
Fueron muchos los aficionados que, a título personal, se sumaron a esa denuncia de lo que ocurre en la plaza de Las Ventas, llegando a pedir a las autoridades competentes que adopten medidas al respecto. «Es una vergüenza. Llevamos una década en la que el negocio está en vender gin tonics a gente que sólo va a emborracharse y a decir bobadas. No les interesa la lidia ni tienen respeto por el resto», apunta el aficionado Juan Manuel Solano (@Solanojm).
«Es una vergüenza. Llevamos una década en la que el negocio está en vender gin tonics a gente que sólo va a emborracharse y a decir bobadas. No les interesa la lidia ni tienen respeto por el resto», comenta un aficionado
También hay aficionados famosos que se hicieron eco de la situación, como es el caso del exfutbolista de equipos como el Atlético de Madrid y el Deportivo de La Coruña Javier Arizmendi (@Arizmendi84). «La plaza de toros de Madrid es hoy la fiel imagen de nuestra decadencia como sociedad», criticó.
La mayoría de los que compararon la plaza de Las Ventas con una discoteca o una taberna atribuyen la situación a la asistencia de individuos que, bien por ser turistas o bien por carecer de las más mínimas nociones sobre la lidia, ocupan los tendidos sin saber muy bien qué tipo de espectáculo van a contemplar.
«Cada uno puede ir a los toros en el estado que quiera, a disfrutarlos como quiera y a pedir lo que crea conveniente, estemos o no de acuerdo. Lo que no se puede hacer es ir a faltar al respeto y llegar a la situación que se dio hoy», publica la cuenta de Twitter Burdeos y Azabache (@BurdeosAzabache).
Los que asisten con asiduidad a Las Ventas aclaran que no se debe generalizar y que no hay que juzgar a toda una afición por lo que hagan algunos. «Son una parte de púbico ocasional. Los aficionados de temporada gritamos, pero no tiramos almohadillas ni nada de eso. Es como pensar que todo el mundo va a un campo de fútbol con bengalas y puños americanos», precisa el aficionado Julián Taboada.