4 febrero, 2022
El futuro que viene en un presente incierto es el título de un estudio elaborado por la Mesa del Turismo de España y el Observatorio Nacional del Turismo en el Hotel Meliá Castilla, en Madrid. Se trata del primer proyecto conjunto que elaboran ambas instituciones para tratar de conocer la situación actual del ecosistema del turismo y los viajes tras la crisis derivada de la pandemia, desde una perspectiva multi-segmento, valor común de ambas marcas.
Los expertos que estuvieron en la presentación del estudio se muestran razonablemente confiados y piensan que la recuperación del sector se producirá a partir del segundo semestre de este año, tras dos ejercicios que han sido muy duros, con caídas pronunciadas de la actividad, según su propio testimonio, que en promedio se sitúan en torno al 70% en el año 2020 y rozan el 50% de disminución en 2021. Para alcanzar esa ansiada reactivación es necesario reestablecer la plena movilidad, superando la barrera de las restricciones, cuando no la actitud “drástica” de muchos países.
Los integrantes de la Mesa del Turismo creen igualmente que los Fondos Next Generation pueden ser una gran oportunidad para el sector, aunque solicitan la participación activa de los distintos ámbitos turísticos antes de definir las políticas o distribuir las ayudas, para que se articulen debidamente y se empleen de manera eficiente, pues expresan su temor a que no lleguen al conjunto de la industria. Instan a llevar a cabo, además, una gran campaña de promoción y comunicación, que transmita confianza y refuerce que España es un país confiable y seguro. Porque sostienen que las personas están deseando volver a viajar de nuevo —aseguran— y consideran que la imagen de marca de nuestro país no se ha visto afectada por la crisis del coronavirus.
Afirman también, desde su óptica multisectorial, que la situación generada por la crisis provocada por el Covid ha conllevado cambios importantes en la industria del turismo y los viajes. Los más destacados son que la experiencia de cliente de los viajeros ya se está viendo alterada por las restricciones, y que viajar ahora se ha vuelto mucho más complicado y complejo. En este sentido, entienden que han surgido nuevos hábitos en el comportamiento de los viajeros, si bien desconocen si perdurarán en el tiempo. Así, en la nueva realidad, los viajeros son mucho más exigentes y previsores, y demandan seguridad, flexibilidad y una mayor personalización.