2 septiembre, 2019
PABLO LÓPEZ /
Mostrar la belleza de los ecosistemas del mar Cantábrico, evitar la desaparición de peces y otras especies marinas y alertar acerca del problema de la contaminación son los principales objetivos que se esconden tras el Camino de Santiagua, una iniciativa promovida por un grupo de submarinistas que diseñaron una ruta para llegar a Santiago de Compostela que incluyó inmersiones en los fondos marinos de localidades como Hondarribia, San Sebastián, Getxo, Santander, Gijón, Ribadeo y A Coruña.
«A primera hora de la mañana se realizaban las inmersiones en los puntos más emblemáticos a lo largo de la costa cantábrica, colocando los monolitos según correspondiera y luego se cubría la distancia hasta la siguiente localidad a pie como peregrinos y pernoctando en albergues, hostales o acampando con las estrellas como tejado», explican en su blog los promotores de la iniciativa.
Los responsables de poner en marcha el Camino de Santiagua son cuatro submarinistas vascos que también se han convertido en los primeros en completar esta novedosa ruta jacobea, que comenzó en Hondarribia el 25 de julio y que finalizó en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela el 26 de agosto.
Para documentar su experiencia y animar a otros buceadores a que los imiten, los peregrinos del Camino de Santiagua tienen pensado realizar un documental. «El punto más ambicioso de Santiagua es poder plasmar todo el camino en un documental vivencial. Para ello, se están ultimando los detalles con diferentes productoras y se cuenta con la colaboración de patrocinadores», comentan los protagonistas de esta historia.