16 octubre, 2019
PABLO LÓPEZ /
Un individuo de entre 40 y 65 años, que busca exclusividad pero no servilismo y que realiza en pareja, entre dos y tres veces al año, viajes que cuestan 6.000 euros por persona. Este es, a grandes rasgos, el perfil del viajero español de alto standing, según el estudio El viajero de lujo en España. Hábitos de comportamiento, necesidades y tendencias de futuro, que ha elaborado ObservaTUR en colaboración con Iberia y Gran Meliá Hotels & Resorts.
Los autores del estudio destacan el crecimiento del sector del turismo de lujo y su buen aguante frente a las crisis económicas. «El segmento de los viajes de lujo está en crecimiento, siendo muy dinámico y resistiendo bien los episodios cíclicos de crisis», concluye el informe, que presentaron Marcos Franco, de ObservaTUR; Francisca Mérida, directora de Desarrollo de Negocio de Meliá Hotels International; y Guillermo González, director de Ventas para España de Iberia y British Airways.
Al viajero de lujo no le gustan las sorpresas desagradables y casi siempre recurre a una agencia para organizar sus viajes. «Buscan la máxima personalización y comodidad y evitan cualquier riesgo que pueda generarles una incidencia o un contratiempo», recoge el estudio, que añade que estos viajeros huyen de los destinos masificados y, pese a su búsqueda de la exclusividad, rechazan el «servilismo».
En cuanto a la actitud de estos viajeros al preparar e iniciar sus vacaciones, el informe menciona su «gran conocimiento de los destinos», algo que les lleva a implicarse o, según las palabras recogidas en el estudio, «dejar su impronta y su sello personal».
Otra característica frecuente entre los viajeros de lujo es su gusto por desplazarse a destinos lejanos. Japón es, actualmente, el país más mencionado por los que participaron en la encuesta, seguido de Maldivas y de los países del este de África.
Para el alojamiento, priman las grandes cadenas hoteleras de lujo, si bien son muchos los encuestados que mencionan los establecimientos boutique. Las aerolíneas mejor consideradas son las europeas y las asiáticas.
La muestra sobre la que ObservaTUR realizó el estudio está compuesta por un millar de viajeros de estatus alto y medio alto, así como por una selección de las principales agencias especializadas en ese segmento.