22 mayo, 2020
Puntos de acceso diferenciados para la entrada y la salida, garantía de las distancias mínimas entre bañistas y una limitación de aforo a concretar por los ayuntamientos o entidades encargadas de gestionar los arenales. Estos son las tres medidas básicas que establece el protocolo sanitario para las playas españolas que ha elaborado el Instituto para la Calidad Turística (ICTE) en colaboración con otras organizaciones y cuyo borrador acaba de superar la fase previa a su envío a los ministerios de Turismo y Sanidad.
El documento, que necesita el visto bueno de Sanidad, marca unas pautas generales que luego deben desarrollar las administraciones a las que corresponda la titularidad de las tareas de control y regulación de cada una de las playas. El protocolo deja pues un amplio margen a los ayuntamientos que, de hecho, ya habían anunciado medidas antes de conocer la propuesta del ICTE.
Un ejemplo es la limitación del aforo. El protocolo a nivel nacional considera necesario que en cada playa exista un límite máximo para el número de personas que pueden permanecer en ella al mismo tiempo, pero será la entidad o administración que asuma la gestión del arenal, en la mayoría de los casos el ayuntamiento, quien ponga las cifras exactas y las fórmulas de control.
El Ayuntamiento pontevedrés de Sanxenxo es uno de los pioneros y, además de anunciar la división de sus playas en parcelas mediante la utilización de estacas, ha avanzado que utilizará drones para controlar la afluencia. Otros municipios y comunidades autónomas optarán por utilizar señales para que quienes lleguen a la playa conozcan de inmediato si el aforo está completo o si, por el contrario, pueden acceder libremente.
Entre las normas más concretas que fija el protocolo general está la que obliga a que las playas tengan puntos diferenciados para la entrada y la salida, algo que permitirá evitar las aglomeraciones de gente en las rampas y escaleras de acceso.
Al igual que los establecidos para hoteles y restaurantes, el protocolo para las playas hace especial hincapié en la importancia de la limpieza y la higiene. Así, todas las hamacas y tumbonas deberán desinfectarse después de cada uso.
Representantes de la Secretaría de Estado de Turismo, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos y de las empresas concesionarias refrendaron un documento que también es fruto de las consultas realizadas a sindicatos y organizaciones dedicadas a la seguridad laboral.
Ahora corresponde al ICTE remitir el texto al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo que, a su vez, lo enviará al de Sanidad para que éste lo valide. Cuando el documento cuente con la aprobación por parte de los ministerios, podrá ponerse a disposición de empresas y administraciones, que podrán acceder a él y descargarlo de forma gratuita.