10 noviembre, 2020
Le gusta utilizar el término ruralita para apelar a todos aquellos que sienten orgullo de vivir en territorios alejados de la masificiación y del bullicio de las grandes ciudades. El gerente del GDR Condado Paradanta, que gestiona el geodestino que conforman los diez municipios de esa comarca pontevedresa transfronteriza con Portugal, considera que la pandemia de la Covid-19, pese a sus indiscutibles repercusiones negativas para el turismo, supone una oportunidad para que los territorios rurales atraigan visitantes que buscan escapar de las aglomeraciones y conectar con la naturaleza. Francisco González destaca iniciativas como la creación de una red de miradores y observatorios nocturnos, la organización de actividades de aventura y la apuesta de las bodegas por el enoturismo.
-Usted es un especialista en cuestiones relacionadas con el desarrollo rural, un tema que le apasiona. ¿Cómo cree que el turismo puede contribuir al desarrollo de zonas rurales como las que pertenecen al geodestino Condado Paradanta?
-El turismo puede contribuir en gran medida al desarrollo de zonas rurales y puede hacerlo de diferentes maneras. Nosotros, desde el GDR (Grupo de Desarrollo Rural), gestionamos el proyecto del geodestino Condado Paradanta. Es un proyecto de territorio, porque promovemos los recursos que hay en esta zona, que son muchos y numerosos, y también las empresas locales. Por los atractivos de nuestro territorio y por ser una zona transfronteriza con Portugal, podemos ser un destino interesante a visitar. El GDR gestiona también los fondos europeos del programa Leader, que van destinados a apoyar a los emprendedores que quieran poner en marcha negocios en el rural. Muchos de esos negocios tienen que ver con el turismo. Hay casas rurales, restaurantes… Creemos que iniciativas de este tipo, que potencien el territorio, el paisaje y los recursos, pueden ayudar a que gente de fuera nos venga a visitar.
-¿Cuáles cree que son los principales atractivos turísticos de Condado Paradanta?
-Quizás nuestra situación geográfica, por ser zona transfronteriza con Portugal, puede ser uno de los atractivos. Es, además, una zona con muchos ríos y, en muchos de ellos, es posible practicar el turismo activo, al que se dedican varias empresas de la comarca. También hay que destacar que Condado es una subzona de la DO Rías Baixas y son muchas las bodegas que tenemos aquí que están relacionadas con el enoturismo. Hay una oferta variada para que los turistas puedan venir y pasar unos días agradables. Todo ello lo pueden complementar con balnearios como el de Mondariz y las termas de Salvaterra.
-¿Qué proyectos concretos relacionados con el turismo destaca de cuantos se han puesto en marcha?
-Para el geodestino y promovido por el GDR, hay que destacar la red de miradores y observatorios nocturnos. La intención es ubicar una serie de miradores en puntos concretos de nuestros municipios. Ahora mismo tenemos ya cuatro, uno en el ayuntamiento de Covelo, en el faro de Avión, que es el punto más alto de la provincia de Pontevedra; otro en Ponteareas, otro en As Neves y otro en Salvaterra. Entendemos que esos miradores pueden servir para atraer al turista, por su singularidad y por la belleza de los paisajes que se pueden observar desde ellos. Promovidas por empresas, hay varias iniciativas que se han puesto en marcha en los últimos años, muchas de ellas financiadas con los fondos Leader. Un ejemplo es el hotel de la naturaleza Nande, que tiene cuatro estrellas y que está en el municipio de As Neves. Se trata de un proyecto de enoturismo vinculado a la bodega Señorío de Rubiós. Quizás este sea el más llamativo, pero hay otros proyectos vinculados al alojamiento, lo que es algo muy interesante para un territorio que, hasta ahora, tenía muchas carencias en ese ámbito. Ahora hay una oferta más variada. Son muchas las bodegas que ponen a disposición del visitante salas en las que degustar sus vinos y otros productos de la gastronomía local, como la lamprea.
«Tenemos que presumir del orgullo y del sentimiento de ser del rural»
-¿Cómo ha afectado la situación generada por la pandemia de la Covid-19 a todos esos proyectos y al turismo en el geodestino?
-La verdad es que, al principio, el impacto fue muy fuerte, tanto a nivel general como a nivel particular. El susto para los promotores de los proyectos fue muy grande y el miedo también. Todos asumieron que se avecinaba una mala época. Sin embargo, la situación actual es también una oportunidad para los territorios rurales. Nos está beneficiando el auge del turismo de cercanía. Gente que antes realizaba grandes desplazamientos completa ahora recorridos más cortos. Cada día tenemos más turistas y las casas rurales que tenemos en la zona así nos lo confirman. Nosotros mismos, en el GDR, también notamos esa mayor afluencia por los datos de los centros de interpretación y museos que tenemos en la comarca.
-Además de beneficiarse de que los viajes son más cortos, un geodestino como Condado Paradanta sacará también provecho del creciente interés por el turismo de naturaleza alejado de la masificación de las ciudades o de las localidades de sol y playa.
-Efectivamente. Hay que tener en cuenta que Condado Paradanta está a una hora u hora y pico de centros urbanos importantes como el área metropolitana de Vigo, Ourense e incluso Oporto. Podemos ser un destino interesante para quienes viven en esas zonas más masificadas. Aquí pueden encontrar un territorio nuevo que explorar, en el que la distancia social se pueda mantener sin problemas.
-Usted le concede una gran importancia al turismo activo.
-Como comenté antes, son varias las empresas que organizan actividades relacionadas con el turismo activo: kayak, hidrospeed, puenting, rutas de senderismo… La oferta de turismo de aventura es variada.
-Usted recurre mucho al término ruralita. ¿Qué características debe reunir todo buen ruralita?
-Para la puesta a punto del programa para la gestión de los fondos Leader escogimos como lema Eu son ruralita (Yo soy ruralita). Tenemos que presumir del orgullo y del sentimiento de ser del rural. Ser del rural era algo peyorativo. Antiguamente, nuestros abuelos y nuestros padres lo veían como una debilidad y hoy en día es todo lo contrario. En el rural tenemos calidad de vida y oportunidades. Podemos presumir del rural.
-¿Alguien que vive en la ciudad pero gusta de viajar al rural entra también en esa categoría de ruralita?
-Los ruralitas somos buenos anfitriones a los que les gusta sumar. Estamos abiertos a todo el que quiera venir a conocer nuestro territorio.