18 marzo, 2021
Le ha tocado regir los destinos de su ciudad, a la que tanto ama, en los difíciles tiempos del coronavirus. La pandemia dio al traste con el trabajo realizado para hacer crecer el aeropuerto de Alvedro o para convertir a A Coruña en un referente del turismo MICE y del tráfico de cruceros. La alcaldesa Inés Rey, sin embargo, está convencida de que llegarán tiempos mejores y promete hacer todo lo que esté en su mano para defender los intereses de sus vecinos. Su coruñesismo no es incompatible con una actitud dialogante, que la lleva a mantener muy buena relación con regidores como el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al que, pese a la admiración que le profesa, le recuerda que ella prefiere tener un monumento Patrimonio de la Humanidad como la Torre de Hércules a las famosas luces de Navidad de la ciudad pontevedresa.
-Vaya época ha cogido usted para ser alcaldesa.
-Me lo dice todo el mundo. Es algo que no era previsible cuando llegué en junio de 2019. Nadie pensaba que ocho meses después íbamos a estar en plena pandemia mundial. Pero bueno, es lo que nos ha tocado y aquí estamos, porque hay que gestionar, no sólo en épocas de bonanza sino también en las crisis que vengan.
-¿Cómo definiría A Coruña como destino turístico?
-A Coruña es una de las ciudades del noroeste más atractivas como destino turístico. Es una ciudad atlántica, una ciudad abierta al mar que, además, es cabeza de un área metropolitana con un entorno natural privilegiado. Hay un gran atractivo en ese turismo urbano que hay que promocionar. La gastronomía juega un papel importante, hay una calidad hotelera envidiable e incomparable con la de otras ciudades de tamaño similar, una oferta cultural amplísima, unos museos científicos que no existen en otros lugares… Es una ciudad que se adapta mucho a cualquier franja de edad, desde familias con niños que pueden disfrutar de la cultura y del entorno hasta gente joven que viene a los importantes eventos musicales que tenemos, como es el caso del Noroeste Pop Rock. También está el turismo de congresos.
-¿Qué proyectos turísticos destacaría de los que ya están en marcha y de los que están por venir?
-La pandemia, evidentemente, supuso un punto de inflexión en cuanto al turismo, pero en todas las crisis hay oportunidades para pararse a pensar y relanzar proyectos. En ese sentido, hemos trabajado en hacer un plan de choque frente al Covid. Estamos, por ejemplo, dándole un gran impulso al Convention Bureau, para poder atraer al turismo MICE. A Coruña fue la primera ciudad de España en celebrar un congreso presencial después del primer confinamiento. Estamos también potenciando los eventos gastronómicos que tenemos, como el festival Sal, las jornadas Lacónicas de Carnaval o el concurso de tapas Picadillo. Trabajamos mucho con el Puerto y la Lonja para potenciar ese territorio atlántico del que formamos parte. Queremos actividades transversales. Los eventos deportivos, por ejemplo, son una oportunidad para potenciar la ciudad a nivel turístico y para ponerla en el mapa. Recibimos a muchos deportistas de otros lugares de España y del extranjero que vienen a A Coruña y que la conocen. A muchos de ellos los captamos para que vengan en tiempo de ocio. Toda estrategia tiene como objetivo que nos volvamos a posicionar en el lugar en el que estábamos en la etapa previa a la pandemia, en la que la ciudad batía récords de llegadas y de ocupación hotelera.
«Queremos que A Coruña vuelva a ser un referente en el turismo de congresos»
-¿Qué hay de las letras con el nombre de la ciudad que estaba previsto colocar en La Marina para que la gente se sacara fotos con ellas?
-No es ninguna tontería esa idea. Puede parecer una chorrada, pero no lo es. De hecho, yo tengo mis fotos en Oporto con las letras, Ámsterdam también las tiene y hasta Foz y Sarria. Mi marido fue a un juicio en Sarria y, cuando volvió, me contó que tenía unas letras bien grandes y visibles y que no podía ser que A Coruña no las tuviera. Las estamos trabajando porque las queremos poner en una zona en la que sean bien visibles y eligiendo el diseño que mejor se adapte al entorno. Estamos en ello y tengo ya varias infografías para elegir.
-¿Qué ayudas específicas se han destinado y se destinarán desde el Ayuntamiento para apoyar a la hostelería y al resto de los sectores más afectados por la pandemia?
-El Ayuntamiento de A Coruña fue la primera administración en poner en marcha un plan de rescate, con 13 millones de euros, que es una cantidad importantísima que ningún otro municipio de sus características ha destinado en ayudas directas. Ese plan se llama Presco y fue aprobado por unanimidad. El Ayuntamiento entendía que tenía que hacer ese esfuerzo presupuestario para paliar las consecuencias económicas de una crisis sanitaria brutal. Entre esas líneas del Presco, una de las más importantes era la de la hostelería. Ahora estamos preparando una segunda línea del Presco con vistas, además, a ampliarlo a otros sectores. Desde luego, el sector turístico será uno de los que tengan mayor relevancia. A la hostelería también la hemos ayudado, desde la Concejalía de Movilidad, con la ampliación de las terrazas, incluso peatonalizando calles para que el sector pudiera sobrevivir en circunstancias muy dramáticas, garantizando las distancias de seguridad y el cumplimiento de los aforos.
«La conectividad entre Galicia y la meseta es un atraso histórico que debe ser solventado cuanto antes»
-¿Es usted más partidaria de la estrategia de Feijóo, con sus cierres y restricciones, o de la de Díaz Ayuso, con mayor permisividad?
-Yo soy favorable a la estrategia de respetar las decisiones que tomen los comités clínicos, que son los que saben de pandemias, y a no cuestionar decisiones que se toman basándose en criterios científicos, técnicos y, sobre todo, de máxima protección de la salud de los ciudadanos. Eso sí, nosotros, como el conjunto de las Administraciones Públicas, tenemos la obligación de, a la vez que se toman decisiones de carácter médico que incluyen el cierre de determinados sectores, articular medidas de ayuda. No vale cerrar sin dar una alternativa a las personas que sufren los cierres, porque detrás de cada negocio de hostelería hay una persona y una familia que tienen el mismo derecho que los demás a confinarse y a cuidar su salud, pero que también tienen que comer y pagar sus facturas y sus recibos. Por cierto, también hemos hecho un plan de bonificaciones fiscales, hemos suspendido la tasa de terrazas y hemos hecho moratorias en la tasa de basuras y en la de aguas. El esfuerzo fiscal que ha hecho el Ayuntamiento ha sido importantísimo. Incluso hemos asumido competencias que no eran nuestras, en un ejercicio de responsabilidad más. Lo que nunca he hecho yo ha sido cuestionar las decisiones de carácter científico y médico, porque yo no tengo esos conocimientos.
-A Coruña había logrado posicionarse muy bien en el sector MICE, ¿algún plan concreto para ese ámbito?
-Como dije, estamos trabajando en la creación del Convention Bureau, para potenciar ese turismo de congresos más profesionalizado. Las reuniones profesionales o de trabajo no son incompatibles con el disfrute en la ciudad. Se puede aprovechar el tiempo de ocio de muchas formas. Con visitas nocturnas a la Torre, con rutas por el cementerio, con jornadas de degustación… Incluso estamos planificando alguna ruta por la ría para que se vea la ciudad desde el mar. Todo ello trabajando siempre de la mano del sector privado, porque las administraciones públicas tenemos también esa obligación. Queremos que A Coruña vuelva a ser un referente en el turismo de congresos.
-El alcalde de Vigo, Abel Caballero, se ofreció a darle clases particulares a cualquier persona que defendiera que Galicia contara con un único aeropuerto en vez de tres, después de que otros defendieran la tesis contraria. ¿Qué opina usted sobre esa polémica aeroportuaria?
-Creo que las tres ciudades que tenemos aeropuerto tenemos que coordinarnos a la hora de diseñar la oferta. No son incompatibles, desde luego. Tenemos que buscar destinos competitivos y trabajar en nuestras áreas, al tiempo que atendemos a las necesidades del territorio. En A Coruña, por ejemplo, hay una multinacional importantísima, una de las más importantes del mundo, y nosotros tenemos que dar unos determinadas servicios a unos determinados destinos. Además, no es sólo A Coruña y su área metropolitana, es toda la provincia y también la provincia de Lugo, por ejemplo. Vigo sí que tiene un problema importante con el aeropuerto de Oporto. Nunca entendí este tipo de guerras y polémicas. Es como cuando me preguntan por lo de la capitalidad, que contesto que, como mucho, yo habría ido a la manifestación de la capitalidad en el vientre de mi madre.
«A Coruña es un destino seguro, atractivo y cómodo y con muchas potencialidades en las que estamos trabajando»
-En todo caso, usted no necesita ningún documento o norma oficial para creer, en su fuero interno, que A Coruña es la verdadera capital de Galicia.
-Por supuesto. Yo no veo que haya la discusión. A Coruña es la capital y punto, aunque administrativamente esté en otra ciudad. Eso es indiscutible.
-¿Tardará el aeropuerto de Alvedro en recuperarse?
-Va a ser complicado, como lo está siendo para el resto de aeropuertos. Curiosamente, nosotros tenemos unas cifras muy positivas en la desescalada. Estábamos en una senda muy buena. Con la pandemia, obviamente, hubo que suspender algunas frecuencias, pero estamos en la línea de la recuperación. A medida que se retome la actividad a nivel global, lo iremos notando también en el local.
-Se habla mucho estos días del futuro tren de alta velocidad que conectará A Coruña y Madrid. ¿Sería ese tren una sentencia de muerte para Alvedro?
-No lo creo. La alta velocidad no ha sido una sentencia para Madrid-Barajas y tampoco para Barcelona-El Prat. Son diferentes maneras de viajar y de desplazarse y tienen que ser compatibles y competitivas entre sí. Desde luego, la conectividad entre Galicia y la meseta es un atraso histórico que debe ser solventado cuanto antes.
«¿Podremos celebrar el San Juan que conocemos nosotros con 150.000 personas en la playa? Lo veo muy complicado»
-A Coruña es la capital gallega de los cruceros y, en los últimos años, también la del norte de España si exceptuamos Barcelona. El alcalde de Vigo minusvaloró ese tipo de turismo diciendo que tiene poco valor añadido. ¿Qué le diría usted como alcaldesa de la ciudad que lidera en ese ámbito?
-No quiero entrar en polémicas con Abel Caballero, al que admiro muchísimo como uno de mis referentes en el municipalismo, vaya eso por delante. El turismo de cruceros es un turismo de calidad y nosotros, además, trabajamos para que el turista que llega en el crucero se quede en A Coruña porque, a veces, se nos escapaban. Queremos atraerlos y fidelizarlos. Es lógico que, cuando uno llega en un crucero a una ciudad como A Coruña y ve esta fachada marítima y estas galerías, prefiera llegar aquí que a Vigo, dicho esto con todo el cariño. Creo que la ciudad tiene mucho potencial para los cruceros y prueba de ello son las cifras que teníamos, que nada tienen que ver con las de Vigo.
-¿Podrá celebrarse este año San Juan?
-Pues no lo sé. Me encantaría saberlo, pero no lo sé. No hemos podido celebrar Carnaval, no vamos a poder celebrar la Semana Santa, no podemos salir de la comunidad… Ojalá el 24 de junio esté el 70% de la población inmunizada y no haya virus, pero dudo de que sea así. El año pasado, San Juan se celebró de una manera diferente, en los barrios y de una manera muy controlada. Los coruñeses dieron una vez más una lección de cómo estar en una pandemia sin renunciar a nuestras tradiciones. Fue ejemplar lo bien que se hizo. ¿Podremos celebrar el San Juan que conocemos nosotros con 150.000 personas en la playa? Lo veo muy complicado.
-También relacionado con el turismo estuvo el famoso caso del equipo de fútbol del Fuenlabrada, que viajó a la ciudad con varios jugadores contagiados de la Covid-19. Usted fue muy beligerante con este tema y se dio a conocer en toda España por ello. ¿Mantiene su tesis de que se ninguneó a toda una ciudad?
-Sigo pensando exactamente lo mismo que dije al día siguiente del no partido. No sólo lo sigo pensando, sino que se sigue trabajando desde el Ayuntamiento en la vía judicial para que paguen los responsables de un viaje que nunca se tuvo que haber producido y que puso en riesgo a toda una ciudad. Por encima del tema deportivo, que es otro capítulo en el que yo no entro, está la salud de los ciudadanos. Ya no son sólo las pérdidas económicas y el riesgo reputacional para el hotel y para la ciudad o las consecuencias deportivas, que son cuestiones importantísimas, pero lo fundamental es la seguridad de la ciudadanía y hubo quien la puso en riesgo a sabiendas. Eso ni lo he tolerado ni lo voy a tolerar nunca mientras yo sea alcaldesa.
«El día que vacunen a mis padres, dormiré más tranquila y el día que me vacunen a mí lloraré de emoción»
-Además, A Coruña tenía unos datos epidemiológicos muy buenos y vio como sus aspiraciones turísticas se truncaban por aquel suceso.
-El impacto económico fue importantísimo. Al hotel se le cayeron todas las reservas que tenía ese mismo día. Fue complicado recuperarse de que la ciudad fuera conocida por esa situación. Los futbolistas no son ni más ni menos que el resto de los ciudadanos y las normas sanitarias en una pandemia son para todos.
-A día de hoy, podemos afirmar que A Coruña es un destino seguro.
-Sí. Las cifras de incidencia que tenemos en este momento están al nivel del verano, aunque, evidentemente, nos gustaría que fueran mucho más bajas. Pasado este pico terrible de la tercera ola, estamos en la buena senda del control. Por supuesto, A Coruña es un destino seguro, atractivo y cómodo y con muchas potencialidades en las que estamos trabajando. A ver si se va avanzando en la vacunación.
-Imagino que usted no estará en la lista de alcaldes que se han vacunado.
-Pues no y, por la edad que tengo, yo creo que iré de las últimas. ¡Estoy deseándolo eh! ¡Con la que me toque! Desde luego, el día que vacunen a mis padres dormiré más tranquila y el día que me vacunen a mí lloraré de emoción. Pero tengo 38 años y no pertenezco a ningún grupo de riesgo. Me tocará cuando me toque. Ojalá sea más pronto que tarde.
-¿Han pensado ya en alguna campaña promocional para captar turistas de cara al verano?
-Todavía es muy pronto, pero está la Concejalía en ello.
-¿Qué aportará el Xacobeo a una ciudad como A Coruña?
-Yo pedí, y creo que la Xunta lo asume, que el Xacobeo sea descentralizado. No es sólo Santiago quien tiene que recibir a los visitantes. Nosotros somos parte del Camino Inglés. Agradecemos a la Xunta el albergue para peregrinos que se va a hacer en la zona de La Maestranza. Queremos que los eventos culturales y musicales se lleven a todas las ciudades, porque todas tenemos algo que ofrecer. La Xunta tiene que empezar a superar esa visión siempre del turismo rural y la Ribeira Sacra, porque Galicia es mucho más y también tiene un turismo urbano importantísimo.
«La Xunta tiene que empezar a superar esa visión siempre del turismo rural y la Ribeira Sacra, porque Galicia es mucho más y también tiene un turismo urbano importantísimo»
-En los últimos años hubo bastantes series y películas que incluyeron escenas rodadas en la ciudad. ¿Qué importancia tienen esas producciones audiovisuales en la promoción de A Coruña?
-A Coruña es escenario de muchas producciones audiovisuales y lo es porque el sector audiovisual tiene mucho peso en la ciudad. Es uno de sus motores económicos. El otro día tuve la oportunidad de presentar a los finalistas de los Premios Mestre Mateo y hablaba precisamente de esto. Es una manera de que la ciudad esté presente en todo lo que se hace en ella y en todo el talento creativo que tenemos aquí.
-Los coruñeses tienen fama de tener un gran orgullo de pertenencia a su ciudad. ¿Hace ese sentimiento que sean los mejores prescriptores del destino?
-A Coruña siempre ha sido muy cosmopolita, con el famoso lema de que nadie es forastero. Se nutrió de gente de muy diversos lugares y eso ha conformado el carácter de los coruñeses, que viven en una ciudad liberal, vanguardista y abierta a nuevas ideas. Hay un sentimiento de pertenencia pero, a la vez, con vocación de universalidad.
-Vigo tiene sus luces de Navidad. ¿Hay o va a haber en A Coruña algo parecido?
-Tenemos una ciudad preciosa que no es necesario tapar con luces. Nosotros tenemos la Torre de Hércules, que es Patrimonio de la Humanidad, y ellos tienen sus luces.
«Los coruñeses viven en una ciudad liberal, vanguardista y abierta a nuevas ideas»
-Imagino que su referente es el exalcalde Francisco Vázquez.
-No soy nada mitómana. Cuando era joven, en mi habitación no tenía pósteres de nadie. Bueno, tengo que decir que tenía un póster de los Beatles y un calendario que no lo cambiaba porque tenía una foto de Kevin Costner. Hay referentes que ya no es que sean míos, sino que lo son de mucha gente por las políticas transformadoras que han llevado a cabo. Creo que los gobiernos de Paco Vázquez supusieron en esta ciudad un revulsivo y un gran cambio. Si la ciudad es como la conocemos ahora es por esos gobiernos socialistas. Y no sólo era Paco. Era Paco y todo su equipo, aunque la visibilidad máxima la tenga el alcalde. Yo tampoco podría hacer todo lo que hago si no tuviera a mi equipo. Para mí en todo caso, más allá de los grandes referentes, tiene tanto valor el concejal de un pueblo que, en su tiempo libre, se dedica a mejorar la vida de sus vecinos.
-¿Ha hablado usted con Paco Vázquez desde que es alcaldesa?
-Sí. Hablé con él en alguna ocasión en la que coincidimos, vino a mi toma de posesión…
-¿Cuál es su rincón favorito de la ciudad?
-Tengo varios. A Coruña es una ciudad de rincones. Siempre mencionamos los tradicionales, como la plaza de Las Bárbaras o la de Azcárraga, que son sitios muy bonitos. Pero luego hay rincones en cada barrio que evocan épocas y recuerdos. Para mí, el parque de Santa Margarita es especial, porque yo me crié en ese barrio, di mis primeros pasos allí y hoy llevo a mis hijos. Por supuesto, también me quedo con cualquier rincón desde el que se pueda ver el mar.
«Cuando era joven tenía en mi habitación un póster de los Beatles y un calendario que no lo cambiaba porque tenía una foto de Kevin Costner»
-Al margen de los monumentos y espacios más típicos, ¿qué cree que no debería perderse ningún turista que llegue a la ciudad?
-A Coruña es una ciudad muy manejable para verla toda, en su conjunto. El paseo marítimo es una maravilla, desde el inicio hasta el final. Cada tramo del paseo tiene su propia idiosincrasia y sus propias vistas. Tenemos también unos parques maravillosos, como el de Bens y el del Monte de San Pedro. Por la Ciudad Vieja también es una maravilla pasear.
-La ministra de Turismo anunció que Fitur se celebrará en mayo de forma presencial. ¿Estará presente el Ayuntamiento de A Coruña en esa cita?
-Nosotros trabajaremos con las circunstancias sanitarias que se establezcan en cada momento y, ya sea de forma presencial o telemática, el Ayuntamiento de A Coruña tendrá presencia en Fitur como ya la tuvo el año pasado.
-De todos los viajes que ha hecho a lo largo de su vida, ¿con cuál se quedaría?
-Es imposible ser concreta. He ido a Egipto y me ha impactado, mi viaje a Cuba también fue irrepetible… Como me gusta tanto viajar, no puedo elegir uno u otro. Los viajes, en función también de la época de la vida en la que los hagas, siempre tienen algo especial. Este verano no me cogí vacaciones, pero me fui con mis hijos cuatro días a A Pobra do Caramiñal y para mí fue como irme a Cuba o a Egipto. Está ahí al lado pero tiene unas playas maravillosas, lo pasamos fenomenal y comimos estupendamente.
-¿Y el último viaje que ha hecho?
-Es que no cojo vacaciones desde hace tres años. Las primeras vacaciones que iba a coger eran las de Semana Santa del año pasado. Me iba a ir a Portugal con la familia, pero vino la pandemia y me quedé sin Portugal. Así que el último viaje que hice fue el de A Pobra do Caramiñal.
-¿Tiene alguno planificado para este verano?
-Yo dejé de pensar en las vacaciones cuando entré en la Alcaldía. Aquí no hay vacaciones.
-Pero algo tendrá que descansar.
-Bueno, aprovecho algún puente para desconectar tres o cuatro días con mis hijos. Eso sí que lo hago. Pero pensar en coger diez días para irme de vacaciones, en estos momentos de mi vida, es impensable.
«Dejé de pensar en las vacaciones cuando entré en la Alcaldía. Aquí no hay vacaciones»
-¿Es más duro ser madre de familia o alcaldesa?
-El diálogo y la negociación con mis hijos me cuesta, a veces, más que con la oposición. Cuando la cosa se pone muy tensa, casi prefiero negociar con la oposición. Son dos facetas distintas y perfectamente compatibles. El ánimo dialogante que tengo en política también lo aplico con mis hijos.
-¿Hubo algún momento en que se arrepintiera de ser alcaldesa?
-Ninguno. No me he arrepentido nunca de las decisiones que tomé a lo largo de mi vida. Si en algún momento siento algún atisbo de arrepentirme, pienso que ya no hay vuelta atrás y no le dedico ni un minuto a pensar como sería mi vida si hubiera actuado de otra forma.