La República Checa elimina las restricciones para viajar a Canarias y Baleares

En tiempos del coronavirus se suceden las noticias acerca de países que establecen nuevas restricciones para los viajeros españoles y de los que, por el contrario, eliminan o rebajan las que habían impuesto. A este último grupo se ha sumado la República Checa, destino al que podrán llegar sin restricciones los viajeros procedentes de Canarias y Baleares.

«Los provenientes del resto del territorio español siguen con posible cuarentena, PCR y obligatoriedad de rellenar el formulario de localización de pasajeros», expone la empresa gestora de viajes corporativos Aervio, que puso en marcha un sistema de alerta para informar acerca de las restricciones para los viajes internacionales.

Aervio recuerda que en los principales aeropuertos españoles se mantienen, para quienes lleguen del extranjero, medidas como los controles de temperatura con cámaras termográficas, el control visual sobre el estado del pasajero y la obligatoriedad de presentar el formulario de salud pública, con un código QR personal e intransferible.

Apertura progresiva amenazada por la segunda ola

Un estudio llevado a cabo por la Organización Mundial del Turismo (OMT) reveló a mediados del pasado mes de septiembre que más de la mitad de los países del mundo, concretamente el 53%, habían suavizado las restricciones de viaje. La situación actual, a la que muchos consideran la segunda gran ola de contagios, pone en peligro ese proceso de apertura progresiva.

La OMT, ya en septiembre, había expresado su temor a un retroceso y había realizado un llamamiento a la prudencia. “Aunque debemos mantenernos atentos y cautelosos, estamos preocupados por aquellos destinos que todavía restringen por completo los viajes, especialmente allí donde el turismo es vital y el desarrollo económico y social se encuentra amenazado”, había señalado el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.

El informe de la OMT reveló que los destinos que redujeron sus restricciones de viaje tienen, por lo general, infraestructuras de salud e higiene de nivel alto o muy alto y unas tasas de infección comparativamente bajas. También reflejó que el 79% de las economías avanzadas habían reducido las restricciones, frente al 47% de las economías emergentes ha hecho lo mismo.