Galicia quiere acabar con el humo del tabaco en terrazas y calles, por ser «un factor de difusión del virus»

Galicia fue pionera en la lucha contra el coronavirus en España al implantar medidas como la obligatoriedad del registro electrónico para los viajeros procedentes de países y comunidades autónomas de riesgo y, ahora, volverá a serlo al vetar el tabaco en las terrazas de bares y restaurantes y en la vía pública, siempre que no sea posible garantizar la distancia social.

Así lo anunció el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en una comparecencia en la que descartó, por el momento, imponer restricciones a la movilidad y en la que sí anunció que el Gobierno autonómico que encabeza estudiará extender la prohibición del ocio nocturno más allá de la ciudad de A Coruña y su comarca.

Entre las ideas más comentadas estuvo la de prohibir fumar en el espacio público, por ser Feijóo el primer líder autonómico en ponerla sobre la mesa y por recordar la medida a la que estableció hace años, con gran polémica, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al vetar el humo del tabaco en el interior de los establecimientos de hostelería.

Tras la prohibición que prepara la Xunta, basada en las deliberaciones de un comité clínico de expertos sanitarios, está la idea de que el humo que expulsan los fumadores contribuye a propagar el virus, al permitir que éste llegue a una mayor distancia. «Es un factor de difusión del virus», manifestó el presidente gallego acerca del humo del tabaco, cuyo olor sigue siendo perceptible en prácticamente todas las terrazas pese a la supuesta distancia social que debe respetarse en ellas.

Feijóo no está dispuesto a tirar por la borda todo lo logrado durante los meses de confinamiento y expresa su preocupación ante lo que considera «una enorme relajación» por parte de algunos sectores de la sociedad.

«Espero que no tengan que volver a ver cajas de madera para ver que el virus sigue ahí», expuso Feijóo para alertar a la población gallega de que la pandemia de la Covid-19 está todavía lejos de llegar a su fin.