22 octubre, 2020
Espacios naturales únicos, parajes prácticamente vírgenes y una costa abrupta que proporciona olas «los 365 días del año»: así es Ferrolterra-Rías Altas, uno de los mejores exponentes del turismo slow. Este territorio, integrado por 21 ayuntamientos, forma un geodestino, nombre que reciben en Galicia desde 2011 aquellas zonas que combinan la singularidad, la historia y el valor patrimonial y que cuentan con unas características comunes.
Hoy TUR 43 se desplaza hasta Ferrolterra-Rías Altas para descubrir todos los secretos de este geodestino de la mano del gerente de la Mancomunidad de Municipios de la Comarca de Ferrol, Luis Alcalá.
-¿Cuáles son los principales atractivos de Ferrolterra-Rías Altas?
-El turismo slow se está desarrollando desde 2015 en este territorio, aunque no es exclusivo de aquí, porque esta iniciativa comenzó con una alianza con A Mariña lucense, pero este producto ‘turismo slow’ con el subtítulo «o norte do norte» es algo en lo que somos pioneros. Cuando se publicó la estrategia de Turismo 2020 de la Xunta de Galicia figuraba entre las prioridades, pero hay que decir que realmente fue nuestro geodestino, junto a la Mariña lucense, el primero en ponerlo en marcha.
-Es el turismo que se busca ahora, en lugares tranquilos y menos masificados
-Dada la situación en la que nos encontramos, la gente huye del turismo de masas, que es precisamente lo contrario al turismo slow, en el que somos pioneros, así que ya tenemos este producto creado.Tiene que ver con el movimiento slow food, esa nueva manera de consumir conscientemente en la que nos preocupamos de que los productos tengan un origen de proximidad y de que todo sea lo más sostenible posible. En el turismo, las casas tienen unos criterios de sostenibilidad y sus anfitriones juegan un papel fundamental, con un trato humano directo, que es lo que aporta una experiencia de contacto con la cultura local a los turistas. Ese sería uno de los principales distintivos que podríamos destacar actualmente en esta situación, pero hay otros.
En el turismo, las casas tienen unos criterios de sostenibilidad y sus anfitriones juegan un papel fundamental
-¿Qué características tiene esta zona para ser un buen destino de turismo slow?
-Uno de los apoyos del turismo slow es el hecho de que toda la costa y la mayoría de los ayuntamientos cuentan con Espacios Naturales Protegidos. También tenemos el Parque Natural Fragas do Eume. Todo esto está asociado a este turismo slow, tranquilo, de desconexión y es la base con la que contamos para que desarrollar un turismo activo profesionalizado. Es decir, no solamente se trata de tener Espacios Naturales Protegidos, con paisajes naturales y unas características que merecen su protección, sino que hay que contar con servicios profesionales para disfrutar de ellos. Además, otro de los emblemas del territorio es el surf, porque toda esta costa tiene la peculiaridad de ofrecer olas los 365 días del año, algo que en la península es difícil de encontrar.
-El surf es otro de los atractivos turísticos de Ferrolterra
-No solamente se trata de que tengamos unas olas adecuadas y unos paisajes bien conservados, sino que el surf es ya una tradición en este territorio que nació en la segunda mitad del siglo pasado con el Pantín Classic. No es algo que aprovechemos ahora porque está de moda, sino que forma parte de la cultura local. Y esto mismo dio lugar a tener servicios profesionalizados.
El surf es ya una tradición en este territorio que nació en la segunda mitad del siglo pasado con el Pantín Classic
-¿Cree que aún puede potenciarse más el destino a través de este deporte?
-Solo hay que ver la trasformación de ayuntamientos como Valdoviño. Cada año aumenta el número de servicios, tanto de alojamientos como de escuelas de surf: eso significa que hay una demanda creciente. De todos modos, estamos aún lejos de la saturación y, precisamente, el modelo turístico que se busca es un modelo sostenible. No queremos convertirnos en otros destinos turísticos que terminan padeciendo los excesos de congregar a demasiada gente. Tenemos una estrategia que pretende que el turismo de surf se desarrolle, pero de manera sostenible y, sobre todo, que si ese flujo llega a ser excesivo, se pueda redistribuir con otras actividades. Los turistas que vienen atraídos por el surf tienen opciones de mountain bike, kayak, turismo cultural… Y una oferta de servicios con personal profesional que los puede facilitar en todo el territorio.
No queremos convertirnos en otros destinos turísticos que terminan padeciendo los excesos de congregar a demasiada gente
-Esta semana se presentó en la Diputación de A Coruña la campaña turística que promocionará los caminos de Galicia, más allá de la ruta jacobea, y mencionaron el camino hacia San Andrés de Teixido…
-Lo que tenemos claro es que el camino hacia Santo André de Teixido no tuvo hasta ahora el reconocimiento que merece, lo dicen los historiadores, etnógrafos y arqueólogos. Y es que es un camino que para los gallegos significa tanto o más que el de Santiago. Una cosa es que el Camino de Santiago sea el que más proyección internacional proporciona a Galicia, y otra cosa es que le preguntes a un gallego la romería que considera más importante. Probablemente sea el camino a San Andrés de Teixido. Ahí hay un potencial, una justificación histórica y cultural clarísima, pero es algo que todavía no se ha desarrollado turísticamente y en eso estamos. Se hizo un trabajo de diagnóstico, se están haciendo algunas acciones promocionales y tenemos que ver si las medidas que adoptamos repercuten en esa potenciación del camino.
-¿Hay algún proyecto concreto que queráis desarrollar desde el geodestino en los próximos años?
-Hay dos aspectos en los que trabajamos, además del camino a Santo André de Teixido. Uno de ellos es el patrimonio indiano, tanto la arquitectura como las actividades que se están desarrollando en los ayuntamientos del geodestino y que tienen que ver con recreaciones de ese episodio de la historia, cuando los indianos regresaban a Galicia con ideas frescas. Todo eso está ahí, aunque quizá no es el mejor momento para celebrar este tipo de eventos, con tantas limitaciones. Por otra parte, vinculado al camino a Santo André de Teixido, una cosa en la que estamos incidiendo es en la red de senderos. El año pasado comenzamos con la promoción a través de Wikiloc y estamos analizando los resultados, viendo cómo ha ido esa promoción. Pero esta apuesta por las rutas de senderismo comenzó antes de que viniese esta situación, en la que los turistas tienden a experiencias en las que puedan disfrutar de la soledad y estar en contacto con la naturaleza. Nosotros todo eso ya lo tenemos, y ahora estamos tratando de mejorar la gestión de esa red de senderos, porque tenemos unos espacios naturales que nos brindan la posibilidad de rutas de senderismo tanto naturales como culturales.
-¿Cómo es el tipo de visitante que queréis atraer a Ferrolterra?
-El turista slow utiliza el transporte sostenible, fundamentalmente el transporte público o la bicicleta. De hecho, en las casas que forman parte del turismo slow una de las cosas que se valora es que recojan a los huéspedes en las estaciones de tren y autobús para que los visitantes opten por el turismo sostenible. De hecho, una de las vías por la que se promocionó el turismo slow fue Renfe, donde había publicidad del turismo slow. En el caso del surf, no queremos cualquier tipo de surfero o surfera, sino que queremos un turismo de surf consciente y preocupado por proteger el sitio donde va a practicar su deporte. Por último, en el turismo activo estamos apostando por el familiar porque, aunque tenemos olas prácticamente los 365 días del año y hay momentos en los que en determinadas playas no se aconseja el baño, tenemos unas olas relativamente seguras y aptas para que los niños aprendan a hacer surf con bastante seguridad. Lo mismo se puede decir del resto de las actividades de turismo activo, no son necesariamente turismo de riesgo, ni exigen una condición física extraordinaria. Son bastante aptas para personas de todas las edades, incluso en algunos casos para las personas con diversidad funcional. Y eso es lo que estamos fomentando: un turismo activo familiar.
-¿De alguna zona concreta?
-En el caso del turismo de surf, desde el principio tuvimos proyección internacional. Es decir, el Pantín Classic forma parte de un circuito internacional de torneos, por lo que desde hace décadas populariza esta esquina de Galicia. Es cierto que el turismo de surf está bastante asociado a turistas extranjeros, pero en las otras modalidades de turismo nos pasa un poco como al resto de Galicia: el turismo internacional es relativamente minoritario, algo que, por otro lado, permitió que se mantuviera el turismo pese al impacto de la Covid. Tenemos que seguir apostando por el turismo de proximidad, autonómico o estatal, porque es una garantía de sostenibilidad. La gente cuando hace turismo en un sitio que queda próximo y con el que se identifica, es fácil que sea respetuoso/a, pero lo que está claro es que para que el turismo sea una industria como tal, hay que tener una vocación internacional. Ya estamos apostando por ella y en eso seguiremos.