31 diciembre, 2020
El portal Escapada Rural anunció una caída del 20% en la ocupación de las casas rurales para esta Nochevieja y, según el testimonio de los propietarios de alojamientos consultados por TUR 43, la situación es, si cabe, aún más desalentadora. Escapada Rural cifró la ocupación media de los establecimientos para esta noche y el fin de semana en un 43%, pero son muchos los que permanecen cerrados o sin reserva alguna.
«En Nochevieja no cogí a nadie. Eran grupos grandes y no admito a más de 6 personas. Lástima, este año es así», explica María Josefa Vega, propietaria de Casa Jesusa, en el municipio asturiano de Carreño.
Algunos dueños de casas rurales, ante el contexto de pandemia y las restricciones a las reuniones y la movilidad durante estas fiestas, tomaron la decisión de no abrir en Nochevieja. «Tenemos cerrado esta Nochevieja dadas las circunstancias de la pandemia, los aforos, la movilidad… El año pasado tuvimos una familia de 12 personas durante 3 días, pero eso, ahora, es imposible», comenta José Manuel Villapol, que regenta el hotel rural Finca Goleta en el municipio lucense de Foz.
También hay casas que, aún estando abiertas, no han recibido ni una sola llamada. «Estamos con el 0% de ocupación y tampoco ha habido llamadas. Es lógico, por las restricciones de movilidad y porque nuestras casas son grandes y no merece la pena alquilarlas con la limitación de aforos», apunta Ana Llera, de la casa rural Las Calderas, situada en la localidad cántabra de Santillana del Mar.
La responsabilidad ha llevado a algunos dueños de casas rurales a rechazar llamadas de personas que pretendían reservar los alojamientos para organizar fiestas de Fin de Año de forma clandestina y sin el riesgo de ser descubiertas y multadas.
«Querían meter a diez personas y me dijeron que era para hacer botellón. Por supuesto, les dije que no», manifiesta la dueña del establecimiento asturiano Casa Jesusa.
Los jóvenes y no tan jóvenes que pretenden celebrar fiestas no son, sin embargo, el perfil al que las casas rurales están habituadas en esta época. En años anteriores, la mayoría de las reservas eran de familias grandes que buscaban un lugar espacioso para compartir la última noche del año.
«Normalmente, había familias amplias, principalmente urbanas, que se reunían para celebrar el Fin de Año», comenta José Manuel Villapol, que espera que 2021 traiga menos problemas para su negocio.