13 septiembre, 2022
La gran oferta gastronómica de Galicia es reconocida en todo el mundo por su calidad y variedad, y los quesos son uno de los grandes protagonistas. Dentro del mundo lácteo, la comunidad gallega cuenta con cuatro quesos con el sello de Denominación de Origen Protegida: Arzúa-Ulloa, Cebreiro, San Simón da Costa y Queso Tetilla; que son los más conocidos y valorados. Sin embargo, la tradición gastronómica de Galicia tiene un secreto bien guardado: el queso Palo Santo, un emblema del Camino Portugués de Santiago y una verdadera delicia para los sentidos.
El queso Palo Santo es uno de los productos que los participantes del II Circuito de Golf Tur 43 podrán descubrir y disfrutar en la próxima prueba en la isla de A Toxa
A pesar de no contar con una Denominación de Origen Protegida, el queso Palo Santo es un producto muy reconocido entre los amantes del queso, dentro y fuera de Galicia, gracias a su sabor inconfundible y su elaboración totalmente artesanal. Se trata de un queso semicurado totalmente exclusivo, ya que ‘Palo Santo’ es una marca registrada y solo puede ser producido por la empresa Central Lechera Gallega, ubicada en Cuntis, Pontevedra.
El origen de este queso tan peculiar se remonta a principios del siglo XVIII, siendo sus creadores los monjes benedictinos del Monasterio de San Bieito de Pereira, en Cuntis. Durante la elaboración del queso, los monjes utilizaban un ‘palo santo’ para remover la cuajada de la leche de vaca, dando lugar a un queso de pasta semidura, color blanco marfil, aroma fresco y natural con un sabor suave. De ahí viene su nombre actual.
El siguiente paso consistía en dejar madurar el queso en las bodegas del convento durante varios meses, convirtiéndose en un alimento muy deseado por los peregrinos que realizaban el Camino Portugués hacia Santiago de Compostela y que llegaban al Monasterio de San Bieito a mitad del camino.
Con el paso de los años, las historias alrededor del queso perduraron en la población de Cuntis y alrededores, pero no su receta. Tras un arduo trabajo de investigación entre los papeles del Monasterio, la receta se recuperó años después y Central Lechera Gallega comenzó a elaborar este queso, símbolo de tradición y artesanía.
Desde entonces, siempre con un máximo respeto por la tradición y la receta, Central Lechera Gallega lleva más de 50 años elaborando este queso en sus instalaciones, comercializándolo en su formato clásico (una imponente rueda de 50 centímetros de diámetro y 10 kilos de peso) y en versiones más pequeñas y manejables, siempre con la inconfundible concha de vieira gallega y el palo santo impresas en su corteza.
Su cremosidad y sabor agradable sorprenden a todos los paladares que se cruzan con él. Se puede consumir solo o acompañado de añadidos dulces como la miel o el membrillo, que son capaces de potenciar unos aromas y sabores excepcionales. Otro punto a tener en cuenta es su versatilidad en la cocina, ya que se trata de un queso que funde con gran facilidad, siendo el ingrediente ideal para pizzas, tostas y bocadillos calientes. Se recomienda su maridaje con vinos blancos de esencia atlántica, como un buen Albariño o un Ribeiro Blanco.
Triunfar en el mercado gastronómico actual con una elaboración tradicional del siglo XVIII no es algo fácil. Desde Central Lechera Gallega llevan años innovando en el mundo del queso, ya que, además de vender el fantástico queso Palo Santo, el emblemático Queso Tetilla o un cremoso ‘queixo galego’, han ido creando nuevos productos sin lactosa, bajos en sal, fitness y llamativas combinaciones de sabores y texturas.
Una de sus últimas creaciones consiste en combinar la elaboración tradicional del Palo Santo con nuevos sabores e ingredientes como trufa o aceitunas. Sin embargo, la combinación más exitosa es su rueda de Palo Santo madurado con vino Albariño, una sorprendente simbiosis entre dos productos de gran esencia gallega que son capaces de ofrecer un sabor único que enamora a gallegos y extranjeros por igual.
En Central Lechera Gallega también están apostando por nuevas líneas de negocio, concretamente en el mundo de los snacks saludables, ya que ahora ofrecen un producto innovador en toda España: su queso Palo Santo en formato crujiente (bajo el nombre de Bolitas de Palo Santo). Esto se consigue mediante la deshidratación de pequeños trozos de queso, convirtiendo el sabor emblemático de la receta tradicional en un picoteo saludable (no contiene aditivos ni conservantes), que no necesita nevera y que se puede consumir a cualquier hora y en cualquier parte. Por ejemplo, en pleno Camino de Santiago o en medio de una prueba del II Circuito de Golf Tur 43, en el que Palo Santo es uno de los productos que los participantes pueden descubrir y disfrutar en la próxima prueba en la isla de A Toxa.