8 agosto, 2022
La Iglesia Católica y la Xunta sacan músculo ante el éxito de convocatoria de la Peregrinación Europea de los Jóvenes, que reunió en Santiago de Compostela a más de 13.000 peregrinos y que generó las críticas de numerosos vecinos de la ciudad, que denunciaron el ruido y la suciedad generados por los visitantes y que llegaron a calificar a la capital gallega como «el Magaluf del catolicismo» y como «un parque temático para peregrinos». El arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, ajeno al malestar vecinal, destacó a través de su cuenta de Twitter la vitalidad y alegría que aportaron los jóvenes fieles. Lo que para algunos residentes fue un suplicio, para el representante eclesial es «una gracia de Dios».
«La celebración de la Peregrinación Europea de los Jóvenes 2022 está siendo una gracia de Dios, un horizonte de esperanza para que todos los jóvenes puedan manifestar su esperanza en Cristo y su fidelidad y amistad con él. Santiago es la meta de llegada para el hombre viejo y el punto de partida para el hombre nuevo», sentenció un filosófico y trascendental Julián Barrio en una red social que ardía con los comentarios de quienes comparaban a los jóvenes peregrinos con los hooligans y con los turistas de baja calidad que llegan a ciertos destinos de sol y playa con el único afán de salir de fiesta y emborracharse.
«La celebración de la Peregrinación Europea de los Jóvenes 2022 está siendo una gracia de Dios, un horizonte de esperanza para que todos los jóvenes puedan manifestar su esperanza en Cristo y su fidelidad y amistad con él», manifestó el arzobispo de Santiago
Lo cierto es que es difícil evitar que la llegada de más de 10.000 jóvenes con ganas de celebrar la vida a una ciudad con las dimensiones de Santiago perturbe la vida de los vecinos. Antes ese hecho, surgen dos visiones enfrentadas: la de los vecinos que están hartos y la de los peregrinos más puristas que creen que este tipo de celebraciones masivas desvirtúan el sentido del Camino, por un lado, y la de una Iglesia que, con la Xunta de su parte, siente la necesidad de hacer demostraciones de fuerza ante unas cifras de fieles que en España y en otros países europeos no paran de bajar, por el otro.
Atraer a los jóvenes es uno de los objetivos que necesita cualquier institución política o religiosa para sobrevivir y perdurar y, en la estrategia para conseguirlo, nada mejor que un viaje lúdico festivo. Se trata, en definitiva, de darles a los jóvenes lo que quieren para captar o mantener su fidelidad, de mostrar que la religión puede ser atractiva para la juventud de hoy en día.
«La Iglesia necesita vuestra vitalidad y alegría a la hora de vivir la fe y la nueva evangelización con la ayuda del Señor Santiago», manifestó en otro de sus tuits el arzobispo compostelano, que despidió a los jóvenes peregrinos animándolos a «transformar sus ambientes con la fuerza del Evangelio y la intercesión del Apóstol».
Como «los grandes embajadores de los valores jacobeos». Así definió el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, a los jóvenes peregrinos que tantas molestias causaron a los compostelanos en los últimos días. El mensaje del presidente autonómico es el mismo que el del arzobispo, si bien Rueda añadió que las críticas hacia la Peregrinación Europea de los Jóvenes tienen más que ver con la ideología política que con el turismo.
«Los jóvenes están inundando la ciudad, transmitiendo alegría y mostrando talento. Todos los peregrinos, sean ricos o pobres, jóvenes o ancianos, deben ser justamente recibidos y diligentemente atendidos», declaró el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda
«Los jóvenes están inundando la ciudad, transmitiendo alegría y mostrando talento. Es la generación que menos cree en las barreras físicas, mentales, políticas y culturales. Todos los peregrinos, sean ricos o pobres, jóvenes o ancianos, deben ser justamente recibidos y diligentemente atendidos», expresó Rueda durante un acto conjunto con el propio arzobispo Julián Barrio.