28 agosto, 2023
Galicia es el principal destino termal de España. La Xunta lo sabe y, por eso, a través de la Axencia Turismo de Galicia acaba de editar una publicación para poner en valor los recursos termales de esta comunidad autónoma, un territorio que cuenta con más de 300 manantiales.
Los balnearios gallegos poseen una larga tradición como centros terapéuticos, de relax y de ocio. En casi todos ellos es posible realizar tratamientos con algas, barros y sales marinas, combinados con otros productos como el vino o el chocolate, que proporcionan una estimulante vivencia a los visitantes.
En Galicia existen más de 300 manantiales
Uno de los lugares menos conocidos, pero más singulares de Galicia para disfrutar del termalismo es el enclave del Parque Baixa Limia-Serra do Xurés. En esta localización, en concreto en la villa de Lobios (Ourense), es posible disfrutar de una oferta turística en la que agua y aventura se fusionan para deleite de aquellos que se acercan hasta la zona atraídos por esta combinación.
La villa termal de Lobios cuenta con las comodidades propias del siglo XXI, pero comparte territorio con ricos yacimientos arqueológicos de la época romana. Todo ello en un entorno de espectacular belleza y riqueza natural, que se puede recorrer perfectamente a pie.
Las aguas mineromedicinales de Lobios comparten territorio con antiguos yacimientos romanos
La experiencia termal en Lobios funde sus aguas calientes y curativas con el fascinante entorno del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés. La zona termal en este territorio se rodea de cumbres, valles glaciares, embalses, saltos de agua, erupciones de granito en forma de agujas y bolos, bosques de ribera y de montaña que cobijan a lobos, corzos o caballos salvajes. Se trata de una arquitectura natural que convive con la humanizada de los megalitos, las calzadas romanas, los hórreos y los molinos de agua.
De camino a la villa termal de Lobios, se encuentra el municipio de Bande, que posee una singular muestra del patrimonio de la comarca Baixa Limia muy ligada al termalismo: los yacimientos romanos de Aquis Querquennis.
Es recomendable detenerse a esta altura del trayecto, preferentemente a primera hora de la tarde para visitar este importante enclave. El desvío es pequeño y sencillo y está señalizado pocos kilómetros después del pueblo de Bande.
Se trata de un gran campamento militar romano del siglo I o II después de Cristo, desde donde se impulsó la construcción de la Vía Nova, importante calzada romana que unía Astorga y Braga, próxima al yacimiento. Se sitúa a orillas del río Limia, sobre una lengua de tierra que come espacio al embalse de As Conchas, de donde parece emerger aún semihundido cuando el agua va crecida.
Al lado del campamento se puede apreciar lo que queda de una antigua especie de hospedería romana para los viajeros que recorrían la Vía Nova y que contaba con horno de pan, aposentos, cocina y patio.
Ya en la villa termal de Lobios, situada en la parroquia de Río Caldo, nos encontaremos en pleno corazón del Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés. Un enclave que cuenta con gran variedad de establecimientos donde es posible alojarse tales como casas, apartamentos u hoteles rurales y un hotel-balneario de cuatro estrellas en la misma villa termal.
La villa termal de Lobios cuenta con singulares opciones de alojamiento para disfrutar de unos días de relax
Es imprescindible en Lobios experimentar en primera persona los beneficios de sus aguas bicarbonatadas, sódicas y cloruradas que emanan de manantiales a más de 70 grados de temperatura. Es posible hacerlo en las piscinas interiores del hotel-balneario, que gozan de privilegiadas vistas a las montañas de la Serra do Xurés, conjugando las propiedades mineromedicinales del agua con un masaje o un tratamiento de estética, relax o salud. O bien en el exterior, donde hay un paseo fuvial y una amplia área acondicionada para el baño al lado del río Caldo.