18 octubre, 2018
Castilla y León es uno de los bastones del enoturismo en España. Solo en el año 2017 recibió la llegada de 469.468 visitantes a sus bodegas y museos del vino. Son una media de casi 1.300 al día. Pero la comunidad quiere elevar todavía más esta cifra. Para ello, sus siete rutas del vino certificadas unen fuerzas para reforzar su proyección de cara al exterior. Lo hacen con la nueva marca Rutas del Vino de Castilla y León.
Esta iniciativa fue presentada ayer por el director general de Turismo de la comunidad, Javier Ramírez, y los presidentes de rutas certificadas de Ribera del Duero y Sierra de Francia. Con esta estrategia, Castilla y León busca crear una red de colaboración entre todas las rutas y garantizar la unidad de acción.
El proyecto se enmarca en el Programa de promoción nacional e internacional de turismo gastronómico de la comunidad. “Para la promoción nacional e internacional es de gran importancia y utilidad contar con una imagen única que nos dé a conocer en el exterior como la gran potencia enoturística que somos”, explicó el director general de Turismo.
La puesta en marcha de esta marca común vendrá acompañada de una intensa agenda de promoción. En concreto, el Ejecutivo autonómico prevé poner en marcha acciones publicitarias y organizar presentaciones de la marca a operadores turísticos en eventos como el Congreso Soria Gastronómica, la Feria Gastrónoma en Valencia o la Semana Europea del Enoturismo.
Con este nuevo impulso, la comunidad espera acercarse aún más al medio millón de enoturistas anuales. La cifra total ascendió a las 469.468 personas el año pasado gracias al impulso de la Ruta Ribera del Duero. Esta fue la tercera que más visitantes recibió el año pasado. Fueron 378.663. Rueda, con 32.372, y Bierzo, con 27.027, fueron los siguientes destinos más concurridos. La lista la completaron Arlanza (16.028), Cigales (13.990) y Sierra de Francia (1.388).