23 enero, 2019
La edición 2019 de la Feria Internacional de Turismo de Galicia, Fitur, ha abierto sus puertas esta mañana rodeada de la polémica por la huelga de taxistas que desde el martes cortaron los accesos por carretera a la feria. En diversos momentos de la jornada se ha vivido una tensión creciente con heridos y dificultades para los asistentes en el registro y acceso al recinto de Ifema a primeras horas de la mañana.
La inauguración oficial se ha celebrado, como estaba previsto, a las 10.30, entre la multitud y la confusión ante la duda de cuál sería el acceso por el que llegarían al recinto. Los taxistas han mantenido la zona bloqueada desde primera hora de la mañana, pero los coches oficiales han podido llegar a su destino.
En una edición que pretende batir récords, Fitur espera superar los 250.000 visitantes y cerca de 10.500 empresas y organismos oficiales. Amplía además el espacio expositivo con un nuevo pabellón y más espacio para los stands.
En su visita a la feria, los Reyes han realizado el recorrido que tenían previsto por diferentes stands de la feria, entre ellos, los de diferentes comunidades autónomas como Asturias, Madrid y País Vasco, saludando a los responsables de Turismo en cada una de ellas y empresas turísticas españolas, situadas en el pabellón 10. Allí han saludado a los consejeros delegados de firmas como Meliá y grupo Globalia, Gabriel Escarrer y Juan José Hidalgo, respectivamente.
En todo su recorrido han estado acompañados por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y se han detenido a conocer diferentes propuestas, entre ellas la de la empresa Mars One, que está desarrollando una recreación de cómo será la primera colonia humana en Marte.
En la edición 2019, Fitur, marcada por la polémica en los accesos y el asedio de los taxistas que durante toda la jornada han seguido complicando los accesos y salidas. Con el acceso en coche cerrado desde primera hora de la mañana y enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, la tónica general de la jornada han sido las colas y esperas para acceder por transporte público (metro) o buses o vehículos privados al entorno del recinto ferial.
Aún siendo así, la actividad en el interior se ha desarrollado con total normalidad.