23 junio, 2022
Ya sea con las tradicionales hogueras, con ofrendas patronales, con reuniones gastronómicas o con grandes actuaciones musicales, son muchas las localidades españolas que estarán de fiesta en la noche de San Juan, una fecha en la que se unen lo sacro y lo pagano, lo tradicional y lo moderno, lo material y lo trascendente.
Las raíces de los celtas y de otros pueblos prerromanos han dejado huella en el norte de la Península Ibérica y si hay una fecha en la que ese sustrato cultural se manifiesta, ésa es la que conecta los días 23 y 24 de junio, la más corta del año, aquella en la que, según los ritos y leyendas ancestrales, lo sobrenatural está más cerca de nosotros.
Un buen lugar para comenzar un recorrido sanjuanero por el norte de España es la ciudad de A Coruña, a la que se desplazan todos los años miles de turistas para compartir con la población local una fiesta que concentra en las playas de la ciudad a más de 100.000 personas y que ha sido declarada de Interés Turístico Nacional. Las sardinas, preparadas en los establecimientos de hostelería y en las calles de la ciudad, ponen el aroma y el sabor a una celebración que alcanza su punto culminante alrededor de la medianoche, momento en el que se encienden todas las hogueras en las playas para dejar una de las imágenes más icónicas del San Juan. La magia es un componente fundamental en una noche en la que el fuego consume aquellos objetos que nos evocan malos recuerdos y en la que los más osados buscan la buena fortuna saltando las llamas.
La siguiente parada en este viaje por la España mágica del San Juan se encuentra en Asturias, concretamente en la minera localidad de Mieres, un ejemplo de que, como en Galicia, en el Principado están todavía enraizadas las tradiciones celtas. La decoración de las fuentes del centro urbano con ramos, a modo de ofrenda floral a antiguas deidades, y la cargüeña, el ritual transporte de leña y trapos viejos para su quema, dan paso al encendido de una enorme hoguera en la plaza del Ayuntamiento, alrededor de la cual danzan los vecinos agarrados por los meñiques y entonando la canción Hay un galán en esta villa. «Hablar de San Xuan es hablar de Mieres. Es una fiesta muy ligada a nuestras tradiciones, con citas emblemáticas como la foguera y la Danza Prima. La noche más corta se convierte también en la más larga, con el buen ambiente, la música y la fiesta como protagonistas», comenta Juan Ponte, próximo concejal de Festejos del municipio.
El fuego purificador llega también a las costas de Cantabria. En esta comunidad autónoma, la fiesta tiene uno de sus epicentros en la playa de San Juan de la Canal, en el municipio de Santa Cruz de Bezama. Allí, miles de personas se congregan alrededor de las hogueras para recibir el verano en una noche de diversión que incluye un espectáculo de fuegos artificiales.
Cerca de Cantabria, en la palentina localidad de Velilla del Río Carrión se homenajea al pueblo tamárico, cuyos miembros habitaron esas tierras en la época prerromana. El mercado de época que recuerda a esos antiguos pobladores, integrantes de una sociedad matriarcal dedicada a la agricultura, a la ganadería y a la caza, que es una de las señas de identidad del San Juan en este municipio, en el que también se enciende un gran fuego ceremonial para llamar a la buena suerte y ahuyentar los malos augurios.
Sin salir del norte de Castilla y León, merecen mención las celebraciones en Soria. A las fiestas patronales que acoge la capital de la provincia, con todos los componentes que caracterizan a los festejos tradicionales para honrar al santo protector de las urbes y pueblos de España, se suman ritos iniciáticos y vinculados a lo místico, como los que tienen lugar en San Pedro Manrique. En este pueblo, los vecinos preparan un sendero de brasas sobre el que caminan los jóvenes locales, solos o con algún familiar cargado sobre sus espaldas. Para lograr su objetivo de alcanzar la inmortalidad, los valientes caminantes deben ejecutar el ritual mirando hacia poniente y ante la atenta mirada de Las Móndidas, tres jóvenes mujeres, elegidas por sorteo entre las casaderas, que sirven como recordatorio de la abolición del Tributo de las Cien Doncellas tras la derrota musulmana.
En el País Vasco, localidades como Tolosa mezclan las hogueras con tradiciones regionales, como el chupinazo que marca el inicio de los festejos, los almuerzos preparados por las sociedades gastronómicas y los gigantes que danzan al son que marcan gaiteros y demás músicos. Los tolosarras, además de cumplir con el rito pagano del fuego, tienen también tiempo para honrar al santo cristiano que da nombre a la festividad, cuya imagen pasean por las calles del pueblo. «La noche de la víspera de San Juan tiene tanto la magia de las antiguas fiestas paganas de solsticio como el significado especial del día de San Juan para la comunidad cristiana. Todos y todas están unidos en ese ciclo natural para que el sol cobre cada vez mayor fuerza», explica la alcaldesa de Tolosa, Olatz Peón.
El puerto de A Coruña recibe por primera vez al MSC Virtuosa
Aunque las hogueras están presentes en casi todas las fiestas, el norte de España ofrece también otro tipo de posibilidades. Este es el caso del festival de música folk que, el fin de semana más próximo a la noche de San Juan, acoge El Pobo, un pequeño municipio de la provincia de Teruel a 1.400 metros de altitud. Poborina Folk, que así se llama el certamen, incluye en su cartel para este año a grupos como La Ronda de Motilleja, entre otros muchos.