20 junio, 2019
«Me aburriría como una ostra si tuviera que beber toda mi vida el mismo vino, aunque sea el más famoso del mundo». Son palabras de Luis Gutiérrez, el único catador español de la revista de vinos más influyente del planeta: The Wine Advocate. Su labor profesional está ligada a la enología desde el año 2000, cuando decidió fundar elmundovino.com con un grupo de amigos. Este experto se muestra escéptico con las tendencias actuales del enoturismo, algo que, en su opinión, es mucho más que «enseñar a la gente los tanques de acero inoxidable y las barricas».
Además de un ‘influencer de los vinos’, Luis Gutiérrez es periodista y autor del libro Los Nuevos Viñadores, en el que profundiza en el mundo de la enología a través de historias de gentes y lugares variados. Tal y como explica a TUR 43, «las historias son las que pueden hacer que más gente se interese por el vino: si le decimos que el vino ha hecho maloláctica en barrica y que tiene muchos antocianos, la gente sale corriendo».
– Catador, periodista, escritor… ¿Encuentra muchas historias detrás de los vinos? ¿Hay alguna que le haya llamado especialmente la atención?
-Claro, los vinos que me interesan tienen una historia, unas personas, un paisaje, una cultura… Estas historias son las que pueden hacer que más gente se interese por el vino, pero si le decimos que el vino ha hecho maloláctica en barrica y que tiene muchos antocianos, ¡la gente sale corriendo! No venía a hablar de mi libro pero, ya que me lo preguntas, he escrito Los Nuevos Viñadores (Planeta Gastro 1017), que cuenta precisamente historias de gentes y lugares variados (de Galicia a Canarias) y en todo el libro no aparece la palabra tanino. Lo escribí con la idea de que lo pudiera leer mi madre.
-¿Cómo y cuándo comenzó su pasión por el mundo de los vinos?
-Fue una cosa gradual, en mi caso comenzó a mediados de los 90. Poco a poco me empezó a apetecer más que viniesen amigos a casa a cenar que salir a tomar copas (aunque hay tiempo para todo). Con la llegada de internet y al entrar en contacto con personas con las que compartía esta afición e inquietud, la cosa se disparó. En el año 2000 fundé elmundovino.com con un grupo de amigos, y ahí ya fue la locura… ¡Una locura que terminó con que mi hobby se convirtió en mi vida!
-¿Cuáles son sus D.O. españolas favoritas? Si es que las tiene…
-Me gusta la diversidad. Me gusta beber dependiendo de mi estado ánimo, de la época del año o la temperatura que hace, de lo que voy a comer, o con quién estoy… Me aburriría como una ostra si tuviera que beber toda mi vida el mismo vino, aunque sea el más famoso del mundo. Hay muchos momentos para un vino y hay necesidad de una gama amplia, hay sitio para todos.
-¿Hacia dónde va la moda en el mundo de los vinos?
-No me fijo mucho en las modas, aunque creo que ahora nos estamos olvidando un poco ese tema y estamos yendo más a buscar la esencia de los lugares y la expresión de las zonas… y eso no creo que sea una moda, creo que es el camino hacia el futuro… ¡que tiene mucho que ver con el pasado!
-¿Qué futuro les espera a los vinos españoles?
-Veo un grupo importante de gente que intenta buscar la expresión de sus uvas y sus viñedos, de la añada en que cosechan, es decir, que comienza a centrarse más en el origen que en el proceso. España es uno de los grandes países vinícolas del mundo y tenemos un potencial tremendo, pero hace falta gente que sea capaz de llevar ese potencial a la botella.
-¿Considera que las denominaciones están siendo capaces de hacerlo?
– En la mayoría de las denominaciones los cambios no son positivos, se sigue potenciando el volumen frente a la calidad y se ponen más y más trabas a los pequeños elaboradores que, irónicamente, en muchas ocasiones andan por el mundo abriendo puertas y dando a conocer sus regiones, algo de lo que debería beneficiarse todo el mundo. Pero en vez de ayudarles, se les tira piedras.
-Si tuviese que nombrar una denominación que esté haciendo especialmente bien las cosas, ¿cuál sería?
-Las denominaciones de origen que mejor están trabajando desde mi punto de vista (que no quiere decir que produzcan mejores ni peores vinos), son Priorat y Bierzo. Allí se están centrando en zonificación, jerarquías de calidad, eliminar restricciones sin sentido, admitir todas las variedades (posibles) tradicionales…
Las denominaciones de origen que mejor están trabajando desde mi punto de vista (que no quiere decir que produzcan mejores ni peores vinos), son Priorat y Bierzo
–¿Podríamos decir que el sector vuelve al origen?
-La personalidad y las tradiciones que dan lugar a vinos únicos representan una ventaja competitiva, pues, al producir vinos de corte internacional, tienes que competir en precio con todo el mundo y es muy posible que alguien lo haga más barato que tú… ¡incluso de más calidad! Pero si eres único, eres único.
– Qué es el vino para usted? En alguna ocasión lo ha definido como ‘lo que junta a las personas’…
-El vino para mí es parte de la gastronomía y, hoy en día, debería ser placer. En un pasado no muy lejano, en España, era parte de la alimentación, que no es lo mismo…
-¿Hay mucho falso entendido en el mundo del vino? ¿Qué valores diferencian a un experto?
-No sé. Para mí hay dos grupos de personas: los que compran vino y los que no.
-¿Qué opina sobre el auge del enoturismo? ¿Cree que debería potenciarse aún más?
-Creo que el enoturismo está muy bien, pero no sabemos ni lo que es. Desde luego no es enseñar a la gente los tanques de acero inoxidable, las barricas y decirles que tal o cual vino está tanto tiempo en barrica. Yo entiendo el vino en el entorno de la cultura local, del paisaje, de la gastronomía, de las tradiciones. El proceso y la técnica no interesan a la gente normal.
El enoturismo no es enseñar a la gente los tanques de acero inoxidable, las barricas y decirles que tal o cual vino está tanto tiempo en barrica. El proceso y la técnica no interesan a la gente normal
– ¿Hay algún proyecto enoturístico que le llame especialmente la atención?
-La verdad es que no estoy muy al día del tema, casi todo se limita a tener un restaurante, enseñar la bodega y dar unos vinos a probar. Con eso, poca afición vamos a generar.
-¿En qué mercados tienen más éxito los vinos españoles?
-En general hay una buena receptividad para los vinos de calidad en casi todo el mundo. Hay muchísimo más interés que hace diez años, pero no nos engañemos, hay interés en vinos como Olivier Rivière, Xurxo Padín, Comando G o Fedellos do Couto, pero no en España como un ente global.
-¿Se puede hacer un buen vino a un precio modesto?
-Sí, por supuesto. Se puede y se hace.
-¿Qué recomendaciones le daría a un aficionado a la hora de escoger un vino?
-Que sean curiosos, que prueben la mayor variedad posible: tipos, colores, zonas, edades… Que formen su gusto, que piensen por ellos mismos, que decidan qué vino les gusta y cuál no. Y si luego quieren fijarse en un crítico, que sean capaces de calibrar su gusto con el suyo.
-¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de maridar un vino? ¿Seguimos las pautas tradicionales de maridar el pescado con los blancos y optar por tintos o vinos con más cuerpo para la carne?
-Lo más importante de un vino es si te gusta o no… o si te gusta más uno que otro. La combinación con la comida también es cuestión de gustos. Se pueden dar ideas, pero no crear dogmas. A mí el salmón a la plancha me gusta con un tinto ligero y la carne blanca, con un blanco potente. Si a una persona le gustan las ostras con un tinto o el blanco con hielo, ¡que lo disfrute!, pero que no lo intente imponer.