2 agosto, 2019
MARÍA EIMIL /
Cerca de mil piragüistas participarán en el Descenso Internacional del Sella, que celebrará este sábado su 85ª edición. La competición, declarada de Interés Turístico Internacional, comenzará a las doce del mediodía, tras el desfile de bandas de gaitas, grupos folclóricos y charangas y el pregón. A partir de la una de la tarde, las piraguas empezarán a llegar a Ribadesella y se entregarán las medallas a las primeras clasificadas.
Mientras las piraguas se desplazan por el Sella luchando por llegar a la meta, el tren fluvial lleva a todos los romeros o selleros por el margen izquierdo del río, que aclaman a los piragüistas a su paso por el puente de Ribadesella (puente Dionisio de la Huerta). Después les esperan el Campos de Oba, en Llovio, donde se celebra una comida campestre con gaiteiros y bailes folclóricos.
Los organizadores señalan que el origen del Descenso Internacional del Sella se remonta al año 1929, cuando Dionisio de la Huerta decidió hacer una excursión en piragua por el río Piloña acompañado por un grupo de amigos durante más de dos horas. Tras esa experiencia, se le ocurrió el primer Descenso del Sella, desde Arriondas, en el que tuvo que hacer paradas para vaciar la piragua mientras que un grupo de amigos le seguían a través de la carretera que une esa localidad con Ribadesella. Estas aventuras fueron el origen de la fiesta actual, aunque fue en el año 1932 cuando quedaron ubicadas definitivamente la salida y la meta del descenso en estas dos localidades. El carácter internacional lo tiene desde el año 1951, cuando contó por primera vez con competidores extranjeros entre los deportistas inscritos.