24 febrero, 2020
PABLO LÓPEZ /
El vino es un producto con arraigo en la provincia de Valladolid y cinco denominaciones de origen así lo acreditan. Las rutas del vino, el museo creado en el palacio de Peñafiel y un pasaporte que permite a los enoturistas acceder a productos y actividades especiales son algunas de las iniciativas que la gerente del Patronato de Turismo de la Diputación de Valladolid, Mónica García Hernando, menciona como ejemplos de proyectos para captar y agradar a los visitantes cuya motivación es la enología y todo lo que la rodea.
-¿Qué iniciativas ha puesto en marcha la Diputación de Valladolid para fomentar el enoturismo en la provincia?
-En la provincia de Valladolid, tenemos la gran suerte de tener un territorio que ampara cinco denominaciones origen, motivo por el que la Diputación decide crear, en 1999, el Museo Provincial del Vino, que está en un castillo ubicado en el municipio de Peñafiel, en plena Ribera del Duero. Es ahí donde comienza nuestra faceta inversora para potenciar los recursos vinculados al vino. Todo lo que rodea al mundo del vino en la provincia de Valladolid está en ese castillo de Peñafiel. A raíz de esa apuesta, surgen alojamientos de turismo rural, empresas especializadas y todo el boom del enoturismo.
-Existen también rutas del vino.
-Tenemos 200 bodegas que abren sus puertas a los visitantes para que puedan disfrutar de experiencias. Actualmente, existen en la provincia de Valladolid cuatro rutas del vino certificadas por la Asociación Española de Ciudades del Vino (Acevin). Desde el Patronato de Turismo de la Diputación brindamos apoyo a esas rutas del vino, a través de convenios de colaboración para la puesta en marcha de acciones promocionales de nuestro territorio con el objetivo de atraer a turistas amantes del vino.
-¿En qué consiste la iniciativa del pasaporte del vino?
-Está concebido como una herramienta más de promoción. Cada vez nos llegan más turistas interesados por cuestiones relacionadas con el vino y, por ello, ideamos una fórmula para fidelizar a esos visitantes. En colaboración con las cuatro rutas del vino, hemos posibilitado que el turista que se acerque a nuestra provincia y realice cualquiera de las experiencias que ofrecen los recorridos pueda sellar un pasaporte. Una vez tenga cuatro sellos en el pasaporte, el turista puede mandar por Whatsapp una foto del documento y, solo por ello, recibirá un lote de productos de Valladolid. Además, al final de la promoción, que suele coincidir con la feria de turismo interior Intur, se sortearán seis experiencias top entre todos los pasaportes que se hayan recibido.
-¿Cuáles son esas experiencias top?
-Puede ser un fin de semana en un alojamiento rodeado de viñedos, una cata especial… Son las experiencias que nos ofrecen cada una de las cuatro rutas del vino que son las de Ribera del Duero, Rueda, Cigales y Toro.
«El enoturismo es algo incipiente en España. Falta mucha profesionalización en el sector»
-¿Y las experiencias con las que se pueden conseguir los sellos?
-Muy variadas. Comer en un restaurante, participar en una cata, conocer una bodega, visitar un museo… Cualquiera de las experiencias de cualquiera de las cuatro rutas.
-¿Qué medidas son necesarias para impulsar el enoturismo en España?
-El enoturismo es todavía algo incipiente. Falta mucha profesionalización del sector. Es verdad que las bodegas fueron el núcleo que impulsó el enoturismo, pero, ahora, ya no se trata solamente visitar una bodega, sino también de alojarse, de conocer un paisaje, de realizar una cata entre viñedos, dar un paseo en bicicleta… En Fine vimos los ejemplos de Burdeos y del Valle del Napa, que han sabido unir todas esas vertientes del enoturismo. Creo que vamos en la buena dirección, porque el vino es algo que es muy nuestro y lo único que tenemos que hacer es profesionalizarlo y saber comercializarlo. Por mucho producto que tengamos, lo tenemos que vender y eso es lo que nos falta. Con la colaboración entre el sector público y el sector privado y con eventos como la feria Fine, en la que se ha dado gran protagonismo a la comercialización, conseguiremos que España se posicione como un destino enoturístico potente.
«Los que disfrutan de una experiencia en una bodega, recordarán esa bodega cada vez que beban alguno de sus vinos»
-El enoturista es un turista de calidad al que desean todos los destinos.
-El vino muy vinculado al territorio y el enoturista lo sabe. Es un turista preocupado por la sostenibilidad, al que no le importa pagar por un producto porque sabe que ese producto está cuidado y que tiene una calidad importante. Sabe que la experiencia que va a recibir es única. Eso es lo que nos tiene que diferenciar.
-El enoturismo es para las bodegas una forma de promocionar su marca.
-Por supuesto. Los que disfruten de una experiencia en una bodega recordarán a esa bodega cada vez que beban alguno de sus vinos. Es una combinación perfecta.