2 noviembre, 2021
El turismo gastronómico puede convertirse en un motor de desarrollo para el mundo rural y en un antídoto para luchar contra la despoblación. Esta es la principal conclusión a la que llegaron los participantes en el Foro Mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT) sobre Turismo Gastronómico, que concluyó hoy (2 de noviembre) en la ciudad belga de Brujas y que organizaron la propia OMT y el Basque Culinary Center.
«El turismo gastronómico aporta vitalidad a las comunidades rurales, apoya a los pequeños productores locales de alimentos y refuerza su posición en el mercado, contribuyendo a añadir valor a la experiencia turística y promoviendo al mismo tiempo la conservación y el desarrollo de los productos y conocimientos del territorio», expuso el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.
La gastronomía resulta especialmente eficaz en la lucha contra la despoblación por generar sinergias y dar lugar a puestos de trabajo que, a su vez, fijan a los vecinos del rural y atraen a nuevos trabajadores en busca de oportunidades. Así lo expresó el director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega, que invitó a «promover el desarrollo económico y social desde el campo a la mesa».
«El turismo gastronómico ofrece una oportunidad única para promover el crecimiento económico de las comunidades rurales y es una forma de implicar a los distintos agentes de la cadena de valor», apuntó Joxe Mari Aizega acerca de ese aporte que la gastronomía puede hacer a las zonas más despobladas.
El foro gastronómico organizado por la OMT y por el Basque Culinary Center también recalcó que, para potenciar el turismo gastronómico como vía de escape contra la despoblación, es necesario establecer sólidos canales de cooperación entre los diferentes sectores implicados: las administraciones con competencias turísticas, la agricultura, la hostelería… Sólo así se conseguirá desplegar una estrategia efectiva a la par que eficiente y revertir un fenómeno que, en países como España, es un mal endémico en muchos territorios.
El evento celebrado en Brujas sirvió también para dar a conocer a emprendedores con talento que, con sus actuaciones, ofrecen respuestas a los retos que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible a través de la innovación en la cadena de valor del turismo gastronómico. Las startups seleccionadas están centradas en cuestiones como la acción climática, la reducción de residuos, la creación de comunidades sostenibles y la protección de los ecosistemas. La iniciativa española Apadrina un Olivo es una de las seleccionadas.