7 agosto, 2019
PABLO LÓPEZ /
Los empresarios hoteleros están molestos con la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona, que vinculó el incremento de la inseguridad en la ciudad a la llegada masiva de turistas. El director general del Gremi d’Hotels de Barcelona, Manel Casals, califica como «irresponsable» al vicepresidente de la entidad vecinal, Albert Recio, por haber afirmado que el turismo «atrae a cierto tipo de delincuentes».
«Me parece irresponsable achacar al turismo la llegada de delincuentes. El incremento de la inseguridad está relacionado con cuestiones políticas y con una ley demasiado suave, pero no con el turismo», expone Casals, que alude a la «poca capacidad y a la permisividad» del Gobierno local de Barcelona que encabeza Ada Colau.
El representante del gremio de los hoteleros barceloneses considera que la política permisiva del Ayuntamiento durante los últimos cuatro años, unida al marco legal que existe en el conjunto de España, ha ejercido un «efecto llamada», propiciando la llegada de carteristas y otros delincuentes menores. «Hemos tenido cuatro años en los que Barcelona se ha visto aún más perjudicada que el resto de ciudades españolas», critica.
«El caco sabe que el juicio tarda en llegar seis meses, es decir, que tiene seis meses para seguir robando hasta que se marcha de la ciudad para después, cuando ha prescrito el delito, regresar», añade el directivo del Gremi d’Hotels de Barcelona, que reclama un juzgado específico para pequeños delitos que agilice los procesos judiciales y la aplicación de las penas que de ellos se deriven.
Como causa del problema de inseguridad, los hoteleros también mencionan la disminución del número de efectivos policiales que patrullan en la ciudad, así como la falta de coordinación entre las fuerzas de seguridad autonómicas y municipales.
«Faltan policías. Los recortes no han permitido crear nuevas plazas y, además, los policías no pueden contratarse de un día para otro, porque tienen que superar un proceso largo para comenzar a trabajar. El distanciamiento entre la Generalitat y el Ayuntamiento tampoco ayuda», sostiene Casals que concluye que el aumento de la delincuencia, «más que con el incremento del número de turistas está relacionado con la disminución del de policías».