8 enero, 2020
REDACCIÓN /
Un total de 176 personas (167 pasajeros y 9 integrantes de la tripulación) han muerto en el accidente de un avión, del modelo Boeign 737-800 y de la compañía ucraniana UIA, ocurrido en Irán. La aeronave, que despegó del aeropuerto Imán Jomeini de la capital Teherán, se estrelló poco después del inicio de la ruta.
El fabricante Boeign, al que pertenece el avión siniestrado, afronta una crisis debido a los accidentes sufridos por aeronaves de su modelo 737-MAX, que provocaron la paralización de la producción de dicho modelo y que la propia empresa, esta misma semana, recomendara a los pilotos que practicaran con el simulador antes de volar en ellas.
«La confianza del público, los clientes y las partes interesadas en 737-MAX es de vital importancia para nosotros y, con ese enfoque, Boeign ha decidido recomendar el entrenamiento con simulador», habían apuntado desde Boeign antes del accidente ocurrido en Irán con el modelo 737-800.
En los accidentes ocurridos en Etiopía y Java, los pilotos de los aviones Boeign 737-MAX perdieron el control minutos después de haber despegado, algo que también sucedió en el caso del 737-800 estrellado en Irán.