25 noviembre, 2019
PABLO LÓPEZ /
Encontrar habitación en un hotel de Vigo alguno de los tres próximos sábados es misión imposible y parece ser que las principales responsables de ello son las brillantes luces navideñas que el Gobierno local que encabeza Abel Caballero ha colocado por toda la urbe. Así lo confirman los dueños de los alojamientos, que esperan tener una ocupación del 100% todos los sábados de diciembre y que avanzan, para ese mes en su conjunto, un 75% de media.
«El sector está muy satisfecho con los incrementos. En diciembre de 2017, antes de este fenómeno, tuvimos un 18%. En 2018, primer año de las luces, un 68%. Este año esperamos superar el 75%, lo cual, para ser Galicia y ser diciembre, es algo extraordinario», relata el presidente de la Federación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Pontevedra (Feprohos), César Ballesteros.
El crecimiento en el número de reservas no es el único cambio que la Navidad ha traído este año al sector hotelero vigués. Ahora, los potenciales visitantes conocen las luces de Vigo mejor que el pasado año, el primero en que las declaraciones de Caballero y sus famosas luminarias pusieron a la ciudad pontevedresa en el mapa navideño mundial. Es por ello por lo que cada vez reservan antes.
«El año pasado se reservaba con menos anticipación, pero ahora la gente llama con mucha antelación. No habíamos visto nada igual salvo en eventos como los congresos muy grandes o algunos partidos de fútbol», explica Ballesteros.
¿Cuál es el perfil mayoritario de quienes se desplazan a una ciudad como Vigo para ver el espectáculo navideño de luz y color? Pues mayoritariamente el de los miembros de una familia compuesta por un matrimonio con hijos.
«El tipo de turistas que llegan es, en sí mismo, una prueba de la capacidad de arrastre de la decoración navideña viguesa», comenta el presidente de los hosteleros de la provincia de Pontevedra, que destaca que, de los que pernoctan en hoteles, cerca del 65% llegan de provincias de fuera de Galicia pero próximas a la comunidad autónoma, como Zamora, Valladolid, Salamanca y Asturias.
A la inversión en decoración y la consiguiente fama de la Navidad viguesa parece sumarse otro factor, el factor Caballero. Hosteleros, comerciantes y responsables de los hoteles consideran que las declaraciones altisonantes del alcalde comparando a Vigo con Nueva York o prometiendo que las luces podrían verse desde el espacio han resultado claves para al boom turístico que acreditan las cifras.
«La promoción que hace el propio alcalde es un valor añadido. Es posible que muchos se rían de él, pero está claro que la estrategia funciona. A lo mejor, con otro alcalde no pasaba esto», recalca Ballesteros, que expresa su agradecimiento al Ayuntamiento en nombre de los hosteleros a los que representa.
La Navidad viguesa arrancó el pasado sábado, con un acto de encendido de las luces en el que un exultante Abel Caballero la presentó como «la mejor del mundo». A los 10 millones de luces LED que iluminarán calles y plazas hay que sumar otros atractivos, como la noria gigante de más de 60 metros de altura (principal novedad de este año), el Belén Monumental formado por casi doscientas figuras, el poblado navideño, la casa de Papá Noel, la del cartero real y el Belén lumínico instalado en la puerta de la Concatedral.