15 marzo, 2019
Hasta 5.000 euros de multa puede llegar a pagar un pasajero por causar algún tipo de molestia durante el vuelo. En España, el número de incidentes de este tipo ha ido creciendo de manera escalada en los últimos años disparándose en 2018 hasta alcanzar 862 pasajeros que han ocasionado incidencias en un vuelo, frente a los 549 de 2017 y los 546 de 2016.
La nacionalidad que más se repite en este listado es la británica, con 264 pasajeros molestos, seguida de España, con 203. El tercer puesto de este ránking tan poco codiciado es para Alemania, con 61 pasajeros conflictivos, Italia, con 32, Irlanda con 30 y Francia con 25, Polonia con 24, Rumanía con 17, Dinamarca con 16, Bélgica, 15 pasajeros probláticos, Marruecos, 13, Noruega, 12, Islandia, 10 y, por debajo ya todos los países con cifras de un sólo dígito.
Alicante es el aeropuerto que registra más conflictos
Según los datos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), atendiendo a los lugares en los que se han registrado estos conflictos, el aeropuerto de Alicante sería en el que más se han producido en 2018, con un total de 186. Le sigue de cerca Madrid, con 180 y el tercer puesto lo ocuparía Palma de Mallorca con 116.
En 2018 hubo 186 pasajeros conflictivos en Alicante
En el aeropuerto de Málaga hubo 105 pasajeros conflictivos y en Las Palmas, 65. Entre los aeropuertos del norte de España, el que registró en 2018 el mayor número de pasajeros disruptivos fue el de A Coruña, con un total de 20, mientras que el resto se quedaban a 0 o con cifras inferiores a 5.
A Coruña es el aeropuerto que ha registrado más pasajeros disruptivos en todo el norte
Tipología de conflictos
No siempre se conocen los detalles de este tipo de incidentes pero, cuando trascienden, nos hablan de conflictos originados en muchas ocasiones por el consumo de alcohol o por una discusión acalorada. En enero de este año, por ejemplo, dábamos cuenta del desvío de un vuelo destino a Londres a Bilbao, obligado a aterrizar por la situación que había generado un pasajero conflictivo. Hace apenas un mes, un vuelo de Ryanair tuvo que aterrizar en Madrid, en lugar de en su aeropuerto de destino (Málaga) por la situación de violencia generada por un pasajero borracho.
Conscientes de la relevancia creciente de este tipo de hechos, en 2018 la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) lanzó en verano una campaña con la que trataba de concienciar a los pasajeros sobre la peligrosidad de este tipo de actitudes haciendo especial hincapié en las sanciones económicas que acarrean.