30 abril, 2020
¿Pueden permitirse las agencias de viajes abrir sus oficinas con las fronteras internacionales cerradas y sin que los españoles puedan siquiera desplazarse a la provincia vecina? Las principales asociaciones del sector opinan que no y reclaman al Gobierno, para poder llevar a cabo la desescalada, medidas como la extensión de los ERTE por fuerza mayor y la creación de un fondo de ayuda al turismo que recoja una partida específica para sus negocios.
La Unión de Agencias de Viajes (UNAV) celebra el inicio de la desescalada, aunque recalca que la normalidad tardará en alcanzarse y que, para que el negocio funcione, es necesario que cambien muchas cosas. «No sólo consiste en levantar el cierre y comenzar a operar. Las agencias de viajes deberán abrir cuando se puedan vender los destinos o cuando puedan abrir los hoteles y funcionar con normalidad los medios de transporte y todavía estamos lejos de esa situación», explica el presidente de la UNAV, José Luis Méndez, que añade que «la apertura de las agencias en la Fase 1 no aporta valor ni al cliente, ni a la empresa, ni al trabajador».
La misma opinión manifiesta la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (ACAVE), que alude de forma expresa a la dificultad que conllevan las limitaciones a la movilidad de las personas. «Puesto que no se permitirá para el 11 de mayo la movilidad de personas entre distintas provincias ni tampoco se abrirán las fronteras, la inmensa mayoría de las agencias de viajes no pueden asumir los costes que conlleva la apertura de las oficinas», advierten desde ACAVE.
La Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), tras analizar el plan de desescalada del Gobierno en un consejo directivo extraordinario, concluye que «en general, las agencias de viajes no están en disposición de abrir» porque «no pueden asumir los costes mensuales que conlleva la apertura de las oficinas con la actividad turística paralizada».
Las tres entidades coinciden en sus reclamaciones al Gobierno. La principal es la que alude a la necesidad de extender los ERTE por fuerza mayor así como a la de que se libere a las agencias de admitir a toda la plantilla una vez finalice el estado de alarma.
«En la Fase 1 no se podrán incorporar las plantillas al completo. Tendrán que hacerlo paulatinamente y en la medida de la demanda real existente. Si el Gobierno no autoriza, en la misma proporción, la flexibilización de los ERTE, el sector lo pasará muy mal», recalca el presidente de UNAV.
CEAV añade que la apertura física de las oficinas antes de la recuperación de la libertad de movilidad, además de poner en riesgo la viabilidad de las agencias, es innecesaria. «Los clientes no están desatendidos, ya que las agencias trabajan telemáticamente», comenta la confederación