5 mayo, 2020
Momentos duros para el sector de caravaning. La cifra de matriculaciones de autocaravanas y caravanas cayó un 96,7% en abril, con respecto al mismo mes del pasado año, y alcanzó así su registro más bajo de toda la historia. Tan sólo 52 vehículos, frente a los 1.577 de ese período en 2019.
La llegada de un dato nefasto debido al coronavirus y a las restricciones motivadas por el estado de alarma, no por esperada, resulta menos preocupante para un sector que, hasta la irrupción de la pandemia vivía un momento dulce. «Los datos del mes de abril son dramáticos para nuestro sector, que estaba en alza y con buenas previsiones para 2020 hasta que la pandemia del coronavirus nos ha hecho bajar la persiana a todas las empresas», lamenta José Manuel Jurado, presidente de la Asociación de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), que ha facilitado los datos en colaboración con la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam).
La caída del 96,7% registrada en abril se suma a la del 47% que corresponde al mes de marzo, a mediados del cual se decretó el estado de alarma que llevó aparejado el cierre de negocios como el de la exposición, venta y alquiler de autocaravanas.
Pese a la histórica pérdida en el volumen de negocio, los empresarios del caravaning confían en el músculo del sector para afrontar la recuperación una vez regrese la actividad. «En esta última semana, el levantamiento parcial y limitado de algunos sectores económicos, como el nuestro, permitirá empezar a medir los efectos reales de esta crisis. De la intensidad de la pandemia y de su duración dependerá la rápida recuperación de un sector, como el del caravaning, que estaba y estará en boga», apunta Jurado.
Aseicar anunció la puesta en marcha, para sus asociados, de una marca que garantice la seguridad de los trabajadores y de los clientes frente al contagio del coronavirus. Para la obtención de este distintivo Caravaning Covid-Free, según informan desde Aseicar, será necesario poner en marcha las medidas recogidas en un exigente protocolo en cuya elaboración ya trabaja la entidad, en estrecha colaboración con las empresas. Las actuaciones para blindar los establecimientos donde se ofertan los vehículos comenzarán a desarrollarse «en cuanto se levante el estado de alarma».
La limpieza de las autocaravanas con ozono, la atención personalizada a los clientes, el uso de guantes y mascarillas por los empleados y el control de temperatura a la entrada de los espacios para la venta y la exposición son algunas de las medidas que comenzarán a aplicarse en el negocio del caravaning una vez arranque la desescalada general y el progresivo levantamiento de las restricciones.
Aseicar considera que el turismo en autocaravana será uno de los que mejor afronte la era poscoronavirus, ya que la distancia de seguridad es más fácil de mantener dentro de un vehículo-vivienda que en otro tipo de alojamientos y medios de transporte.