28 mayo, 2020
La Empresa Nacional de Turismo (Entursa), Husa Hoteles, Segittur, Paradores y Balnearios Relais Termal son algunas de las empresas y organizaciones para las que ha trabajado el actual secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Abella, un profesional con 35 años de experiencia en el sector. Pese a su dilatada trayectoria, Abella jamás ha vivido una situación comparable a la crisis desatada por el coronavirus. Para afrontarla con garantías, reclama al Gobierno una apuesta más decidida por el turismo, con medidas más concretas y con menos contradicciones.
-¿Ve factible que se cumpla la promesa del presidente del Gobierno de que el turismo internacional regresará a España en el mes de julio?
-La declaración que hizo el presidente llegó tarde, porque muchos destinos competidores ya habían anunciado la apertura de sus fronteras para el turismo internacional para fechas anteriores. Italia tiene previsto abrir el 3 de junio, Portugal y Francia el 15 de junio… El problema no es sólo que llegue tarde, sino también, una vez más, la falta de concreción. Dijo que en junio podrán viajar los españoles y que en julio llegarían turistas internacionales, pero no ofreció fechas concretas, que es lo que necesitan, no sólo los negocios del sector para planificar la apertura, sino también los propios turistas que quieran venir a nuestro país. El ciudadano alemán que está deseando venir a España y que escucha que va a poder hacerlo en julio necesita saber si va a ser el día 1, el 10 o el 20.
-El presidente Sánchez manifestó que el turismo tiene un «papel fundamental» y un «prestigio nacional e internacional», mientras que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, lo define como un sector «precario, estacional y con bajo valor añadido. ¿Qué le parece este contraste de opiniones dentro del propio Gobierno?
-Y hay que añadir las declaraciones que hizo hace un mes la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, diciendo que el sector turístico iba a ser el último en abrir y que no lo haría hasta final de año. El Gobierno entra en contradicciones constantes y esa es una de las cuestiones que criticamos desde la Mesa del Turismo. Hay que hacer una hoja de ruta clara y dejar de emitir declaraciones de ese tipo y tan contradictorias, porque llevan a la confusión. Es verdad que nosotros, con la ministra de Turismo, Reyes Maroto, tenemos una muy buena relación, porque es una persona que escucha al sector y que, además, lo conoce. No entendemos cómo es posible que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo no esté incluido en la mesa de reconstrucción que se está planteando. No comprendemos lo que ocurre con el turismo, porque el Gobierno por un lado lo apoya y por el otro lo denigra.
«La declaración que hizo el presidente llegó tarde, porque muchos destinos competidores ya habían anunciado la apertura de sus fronteras para fechas anteriores»
-En todo caso, la ministra de Turismo tampoco salió en defensa del sector inmediatamente después de las declaraciones de Alberto Garzón.
-Lo que notamos es que la ministra de Turismo tiene poca presencia en las noticias. Entendemos que defendió la postura del sector dentro del propio Consejo de Ministros, pero no va más allá. No me quiero meter en las luchas internas que haya en el Gobierno, pero lo que sí me preocupa es que parece como si el sector turístico estuviera de lado. Al menos, con la última carta abierta que enviamos al sector y que también le remitimos al Gobierno hemos conseguido que, dos días después, el presidente Sánchez reaccionara y volviera a situar al turismo en primera línea. De todas formas, consideramos que no se le está dando al turismo la importancia que realmente tiene el sector.
-La Mesa del Turismo pidió la rectificación o la dimisión del ministro Garzón y este, no sólo no se retractó de sus palabras, sino que manifestó que los que lo critican por su opinión sobre el turismo tienen la piel muy fina.
-Lo más razonable, lo más lógico y lo más sensato habría sido que el ministro Garzón hubiera rectificado, porque considerar de bajo valor añadido a un sector que aporta el 14% del empleo y el 12,5% del PIB de forma directa es un error. Efectivamente, ni rectificó ni dimitió, pero es que además trató de justificar unas palabras que a nosotros nos parecen injustificables. Habrá quien tenga la piel muy fina, pero dudo mucho que eso sea así para los 2.700.000 españoles que trabajan en el sector turístico y dependen de él.
«Notamos que la ministra de Turismo tiene poca presencia en las noticias. Entendemos que defendió la postura del sector en el Consejo de Ministros, pero no va más allá»
-¿Cree que la gente querrá viajar en cuanto se abran las fronteras o que el miedo al coronavirus hará que muchas personas decidan quedarse en casa?
-Habrá, sin lugar a dudas, gente que va a tener miedo. Es algo lógico, porque estamos viviendo una situación que ninguno habíamos vivido con anterioridad. Es una situación muy crítica porque hubo miles y miles de muertos. Lo fundamental y lo prioritario siempre es la salud y, por ello, habrá gente que, aún pudiendo hacerlo, tomará la decisión de no viajar; pero también es cierto que lo que estamos observando es un deseo enorme, por parte de mucha gente, tanto en el mercado nacional como en el internacional, que quieren empezar a viajar ya y que tienen muy claro que, tanto el sector como las autoridades sanitarias, se han puesto las pilas y han desarrollado protocolos para reducir al máximo el riesgo de contagio. Hay ciudadanos que saben que eso es así y que lo valoran. Lo estamos comprobando con las llamadas que se reciben y con las reservas. Lo hemos visto estos días en los que, en cuanto hay un cambio de fase en una comunidad autónoma, la gente empieza automáticamente a moverse.
-El turismo nacional será muy importante este verano.
-El turismo nacional será el que tenga un mayor peso, porque el internacional tiene más condicionantes. Al hecho de que sabemos que va a volver en julio pero no sabemos en qué fecha concreta, se suma que llegamos tarde porque, como comenté, hay otros destinos que se nos han adelantado. Ya hay muchos turistas internacionales que han reservado sus vacaciones en aquellos destinos a los que sabían que iban a poder viajar. También va a estar muy condicionado por las rutas aéreas. Hay mucho que trabajar en ese ámbito y hay que definir muy bien cuáles son las rutas que se van a poner en marcha y cómo y cuándo van a empezar a operar. El mercado nacional, salvo en las islas, tiene la posibilidad de moverse en el vehículo propio o en otros medios de transporte. El turismo nacional será el principal motor, aunque no va a suplir de ninguna manera la falta del mercado internacional que tanto necesitamos.
«Me gustaría despertarme en algún momento y comprobar que todo fue una pesadilla. Lamentablemente, no es así. Nadie se podía imaginar una situación semejante»
-¿Se planteó alguna vez que viviría una situación como la de esta pandemia?
-Pues no, jamás. Me gustaría despertarme en algún momento y comprobar que todo fue una pesadilla. Lamentablemente, no es así. Creo que nadie se podía imaginar una situación semejante.
-¿Cambiará el turismo para siempre?
-El turismo va a cambiar, va a ser totalmente diferente la forma de viajar, pero tampoco es algo que nos pille de sorpresa, porque el turismo lleva evolucionando desde los años 60. En este país, que es una potencia mundial, hemos sabido adaptarnos a todas las circunstancias que han ido surgiendo y, sin lugar a dudas, nos vamos a saber adaptar a esta. Esta situación va a cambiar la forma de operar y va a acelerar la introducción de procesos tecnológicos, que es algo en lo que sector lleva ya años trabajando. Habrá una nueva forma de hacer turismo, pero será una evolución de lo que se ha hecho durante muchos años- Al final, el turismo en España es una empresa de la que somos socios todos los españoles.