29 julio, 2020
Los hosteleros asturianos y, especialmente, los que tienen establecimientos vinculados al ocio nocturno están muy descontentos ante las medidas que ha anunciado el Gobierno de la comunidad autónoma para evitar que surjan rebrotes de la Covid-19. Cerrar antes de las dos de la madrugada, no atender en la barra más allá de la medianoche y llevar un registro de los clientes que acceden al local son las principales restricciones que se impondrán en Asturias a pubs, discotecas y salas de fiestas.
La asociación de hostelería y turismo de Asturias Otea ha reprochado su actitud al Gobierno asturiano y lo ha hecho, concretamente, por su disconformidad con el horario de cierre, ya que, para la entidad, éste debería prolongarse hasta las cuatro de la mañana.
«Se ha optado por decisiones totalmente negativas para el sector turístico y hostelero de Asturias, que focalizan el problema sanitario en nuestro sector, que tiene que soportar un nuevo envite. Abocan a los locales nocturnos a su desaparición, porque ningún negocio va a poder sostenerse con el horario de cierre aprobado», critica Otea.
Las restricciones, según explica Otea, ponen en peligro más de mil puestos de trabajo y amenazan la viabilidad de 300 establecimientos a los que, en sus palabras, «se les ha quebrado el futuro».
Celebraciones como las bodas también se verán afectadas. «Perjudica ostensiblemente a las bodas y celebraciones que, tras retrasar su fecha, se ven ahora coartadas en su desarrollo habitual», lamenta la asociación.
Otea menciona en su comunicado que la situación en Asturias, una de las comunidades autónomas con menos contagios, demuestra que los locales cumplieron con las medidas, algo que, en su opinión, hace que las últimas decisiones del Gobierno del Principado sean aún más difíciles de aceptar.
«Asturias estaba preparada para ser ejemplo ante el resto de España, como lo es en materia sanitaria, porque el conjunto del ocio nocturno lo estaba haciendo bien y ha mostrado una total responsabilidad. Si se hubieran tomado las medidas ante los mínimos incumplimientos se habría evitado la situación», concluye.