2 diciembre, 2020
Su condición de influencer gastronómica queda acreditada por los 120.000 seguidores que tiene su cuenta de Instagram y ha sabido convertir sus dos grandes pasiones, la cocina y la fotografía, en un modo de ganarse la vida. La barcelonesa Carolina Ferrer, autora del blog La cocina de Carolina, habla con TUR 43 para analizar cómo ha afectado la pandemia a quienes, como ella, son capaces de marcar tendencia a base de generar comentarios y de recibir likes. Sobre el caso del restaurante que llamó «gandules» a dos influencers que pretendían comer gratis en el establecimiento a cambio de una reseña positiva, lo tiene claro: «Existen restaurantes que no tienen ni idea de cómo funciona nuestro trabajo».
-¿Ha caído mucho su actividad como influencer gastronómica debido a la pandemia y a las restricciones en la hostelería?
-La verdad es que no. Mis compañeras influencers de comidas y yo, de hecho, hemos tenido incluso más trabajo. Al final, lo que ha hecho la gente durante la pandemia ha sido consumir redes sociales y comida. Son dos ámbitos que han ido al alza de una forma espectacular.
-Imagino que será por el reparto a domicilio y por las recetas que usted prepara en casa, porque los restaurantes tuvieron poca actividad con tantos cierres y restricciones.
-Las recetas funcionan bien porque la gente cocina más en casa y las marcas de comida están vendiendo más. La gente no va a comer fuera, pero sí prepara los platos en casa, lo que lleva a que los supermercados vendan más. Y, por supuesto, consumen más redes sociales, de lo que nosotras somos las grandes beneficiadas.
«Mis compañeras influencers y yo hemos tenido más trabajo. Al final, lo que ha hecho la gente durante la pandemia ha sido consumir redes sociales y comida»
-Con tanta actividad, conseguiría usted muchos seguidores nuevos durante la pandemia.
-Seguidores seguro… y anunciantes también.
-Usted ha visitado gran cantidad de restaurantes. ¿Qué le parece la situación a la que se enfrenta el sector de la hostelería?
-Horrible. Es muy triste. Tengo muchos amigos en la restauración y la verdad es que lo han pasado muy mal. Tenemos que consumir en restaurantes en cuanto sea posible. Aquí en Cataluña ya se puede desde hace una semana.
-Un restaurante de Barcelona acusó de «hacer el gandul» a una pareja de supuestos influencers gastronómicos que pretendían comer gratis a cambio de una crítica positiva. ¿Qué opina de esa polémica?
-Yo creo que el restaurante fue oportunista, eso seguro. Quiso sacar tajada y hacerse publicidad. Gente tonta hay en todas partes. Piensa que eso es nuestro trabajo. A mí me pagan marcas e incluso restaurantes por salir en mi canal. Muchos restaurantes me ofrecen invitarme a un menú a cambio de sacar una foto y hacer unas stories. Existen restaurantes que no tienen ni idea de cómo funciona nuestro trabajo.
«Existen restaurantes que no tienen ni idea de cómo funciona nuestro trabajo»
-Imagino que habrá que buscar un cierto equilibrio entre publicidad y credibilidad para mantener la rentabilidad sin perder la confianza de los seguidores.
-Bueno, si te pagan no puedes hacer una reseña negativa.
-Supongo que, en este momento, tendrá usted muchas ganas de volver a comer en restaurantes, ya sea por ocio o por negocio.
-Muchísimas. Estamos todos con muchas ganas. Yo incluso volvería a ir de discotecas, que es algo que hace mucho tiempo que no hago.
-¿Diría usted que los restaurantes son lugares seguros frente al coronavirus?
-No puedo opinar mucho, porque una cosa es lo que yo piense y otra lo que sea. Creo que si se hacen bien las cosas pueden ser seguros. La cuestión no depende tanto de los restaurantes, que seguro que hacen bien las cosas, como de la gente. Las personas nos vemos, nos abrazamos, nos damos besos… No es tanto el restaurante como lo que implica ir al restaurante. Los restaurantes no tienen ninguna culpa, es la gente la que tiene que tomar conciencia.